La batalla por gobernar la Diputación de Valladolid se librará en la capital, el alfoz y Medina

Nunca, o al menos en las últimas citas electorales, la capital había sido tan decisiva para configurar el salón de plenos de la Diputación. De lo que arrojen las urnas este domingo dependerá que el bastón de mando recaiga –salvo sorpresas– en el PP de Jesús Julio Carnero o en el PSOE de Teresa López. Eso sí, alejado de mayorías absolutas y con previsibles pactos. Aquí, en el partido judicial de Valladolid (114 municipios) entran en juego 16 de los 27 diputados que resultarán de los votos depositados para elegir a los alcaldes de los 225 municipios y nueve pedanías. Dieciséis escaños que decidirán más de tres cuartas partes de la población de toda la provincia. Solo la capital y su alfoz superan los 400.000 habitantes, mientras que los 109.000 restantes se encargarán de elegir a los once diputados que completan el abanico de sillones de la Diputación en una proporción poblacional considerablemente inferior.

Los partidos lo saben. Y el cierre de listas en el entorno de la ciudad así lo reflejan. Es aquí donde solo concurre Podemos, donde Vox presenta 15 de las 22 candidaturas de toda la provincia, Ciudadanos 42 de las 59 y toma la Palabra 25 de las 35. Todas pujarán por arañar escaños en este partido judicial y dar un vuelco a los resultados electorales de 2015, que repartió las 16 butacas provinciales de la siguiente forma: siete al PP, cinco al PSOE, dos a Toma la Palabra, uno a Ciudadanos y uno a Sí Se Puede (la marca blanca de Podemos). «En Valladolid hay más margen, pero salimos a ganar los 234 municipios», advierte Carnero, del Partido Popular, formación que ha reforzado este partido judicial con la candidatura de Arroyo, liderada por el alcalde independiente actual y con el que pretenden sumar el grueso del voto de este municipio de más de 20.000 vecinos.

Carnero sabe lo que es gobernar este mandato en minoría; de los 27 diputados que conforman el total del Pleno, en 2015 el PP solo obtuvo 13, diez el PSOE, dos Toma la Palabra, y uno Ciudadanos y Sí Se Puede. Con tan ajustado resultado, los votos que reciban Pilar del Olmo y Óscar Puente pueden ser determinantes (el PP recibió hace cuatro año 59.519 votos y el PSOE 38.591). Tanto como los que dejen de recibir en favor de otras formaciones como Vox, Podemos, Ciudadanos o Toma la Palabra (estos dos últimos partidos confían en sumar cuatro escaños cada uno). Solo uno a favor del PSOE o en contra del PP vencería ya la balanza hacia uno u otro lado de la bancada.

Ahora bien. Hay en el partido judicial de Valladolid 16 fichas en juego del tablero del Palacio de Pimentel, pero dependerán también de lo que ocurra en el segundo de los tres distritos que se enmarcan dentro de las reglas por las que se asignan el número de diputados. Se trata de Medina del Campo, con cerca de medio centenar de localidades que se encargarán de elegir el color de ocho escaños provinciales. En 2015 quedaron repartidos de forma equitativa entre PP y PSOE (cuatro cada uno), pero tanto Ciudadanos como Toma la Palabra confían en arañar uno en esta circunscripción y sumar tres más en Valladolid. «Valladolid y Medina son fundamentales. Creemos que sumaremos dos diputados más al que teníamos en Valladolid y una más en Medina del Campo, donde tenemos una gran candidata y hemos hecho un buen trabajo de comarca», argumenta Gema Gómez, secretaria de Organización de Ciudadanos.

No olvida en cambio Jesús Julio Carnero, del PP, que en 2011 el reparto en el sur de la provincia dejó cinco representantes para su formación y las tres restantes para el PSOE. «¿Por qué no repetir ahora resultado?», se pregunta. La respuesta la tiene Teresa López, alcaldesa de Medina del Campo que opta a la reelección y secretaria provincial de los socialistas: «Porque el PSOE va a ser en general el partido más votado, porque estamos en una situación que ha generado ilusión a la gente y es fácil que en el partido judicial de Medina logremos algún diputado más».

No será tan sencillo cambiar los resultados cosechados en 2015 en la circunscripción de Medina de Rioseco, que abarca a toda la Tierra de Campos con sus más de sesenta municipios. Aquí, en una de las comarcas más despobladas de la provincia, hay solo tres diputados en juego, repartidos entre el PP (dos) y el PSOE (uno). Y aunque los socialistas apenas han logrado cerrar la candidatura completa en los pueblos cabecera de comarca y poco más, «es técnicamente muy difícil hacer pleno y conseguir los tres diputados para el Partido Popular», admite Jesús Julio Carnero.