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Miércoles, 27 de diciembre 2017, 20:48
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Los salarios reales, de los que deriva el poder adquisitivo de los trabajadores, ha vuelto a disminuir en Castilla y León por cuarto trimestre consecutivo, en esta ocasión el 1,3%, según ha informado este miércoles el sindicato CC OO.
En términos interanuales los salarios nominales -un factor del que se depende para el cálculo de los salarios reales junto a los precios- ha aumentado un 0,4% en la comunidad, aunque los precios medidos con arreglo al IPC han vuelto a subir durante el tercer trimestre de 2017, un 1,7%.
En consecuencia, según explica CC OO, los precios han experimentado «un notable incremento más que los salarios nominales», de forma que los salarios reales (el poder adquisitivo de los salarios) han vuelto a disminuir en un 1,3% en la comunidad como en el conjunto territorial.
Por otra parte, Castilla y León es una de las comunidades donde el salario medio se sitúa el 10% por debajo del promedio nacional, lo que «intensifica un peor nivel de vida de los trabajadores y repercute de forma negativa en la economía al deteriorarse el consumo», según el sindicato.
En la comunidad se observa además un «menor dinamismo del empleo», con 59.000 puestos de trabajo creados en los últimos cuatro años (frente a los 158.000 destruidos), apenas la mitad del establecido a nivel nacional, que junto a la pérdida de poder adquisitivo de los salarios consolida un modelo económico insuficiente.
Por lo tanto, a juicio de CC OO, este modelo económico «resulta perjudicial» para Castilla y León, ya que se crea menos empleo, los salarios son mas bajos y se agranda la brecha salarial (indicador que mide las diferencias entre los salarios de los hombres y las mujeres) respecto a la media española, informa Efe.
En Castilla y León, todos esos elementos resultan «lesivos para la propia sostenibilidad» del territorio dada la «debilidad del tejido productivo y los problemas de abandono y envejecimiento experimentados desde hace décadas», añaden desde CC OO.
Los salarios en términos reales son el cociente resultante de dividir el valor nominal de los salarios por un índice de precios medido a través del IPC, por lo que si el crecimiento de los salarios nominales es mayor que el de los precios, el poder adquisitivo de los mismos aumenta y viceversa.
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