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Trabajadores de ida y vuelta

Trabajadores de ida y vuelta

Una cuarta parte de los contratos que se firmaron en 2018 implicaron viajar a otra comunidad o provincia

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Domingo, 6 de octubre 2019, 07:57

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Son poco más de las 6 de la mañana y Juan, empleado de banca, ya está en pie. Le espera una larga hora de camino para llegar hasta Toledo, donde trabaja. Y eso en el mejor de los casos, porque en ocasiones los atascos de Madrid, ciudad en la que vive, le alargan el tiempo de trayecto aún más. Peor aún es el viaje de vuelta, cuando, ya cansado, apaga el ordenador y ha de recorrer otros 100 kilómetros hasta la capital española para llegar a su casa. Como Juan, son muchos los trabajadores que han de desplazarse desde su lugar de residencia hasta la oficina traspasando las fronteras entre provincias e incluso entre autonomías, una tendencia que está en alza.

Los desplazamientos por empleo, en máximos históricos, se dirigen sobre todo a Madrid, Cataluña o regiones limítrofes

En 2018, prácticamente una cuarta parte de los más de 22 millones de contratos que se firmaron implicaron un desplazamiento, bien entre diferentes comunidades autónomas, bien entre provincias, lo que sitúa la movilidad laboral en máximos históricos, algo que no siempre implica un cambio de residencia puesto que una gran parte se da entre regiones limítrofes. Concretamente, la tasa de movilidad autonómica ha avanzado hasta el 9,56% tras haberse elevado punto y medio en la última década y la tasa interprovincial se sitúa en el 14%, dos puntos y medio más que en 2008. Ambas encadenan seis años consecutivos de incrementos, según los datos extraídos de un informe publicado por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).

En 2018 ha habido treinta y nueve grandes flujos interprovinciales, que concentraron más de 15.000 contratos en cada uno de ellos. Supone así que la tercera parte de los desplazamientos y se concentran en las siguientes zonas del país:

Los principales flujos

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    Los desplazamientos entre Madrid y Barcelona.

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    Los flujos entre Madrid y las provincias limítrofes de Toledo y Guadalajara.

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    En el sudeste levantino, entre Valencia y Alicante, Alicante y Murcia, entre Murcia y Almería y entre Valencia y Castellón. También desde Murcia hacia Albacete y hacia Valencia.

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    En Cataluña participan de estos flujos tres provincias: Gerona y Tarragona con Barcelona.

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    En Andalucía existen flujos entre Sevilla y las provincias de Cádiz, Córdoba y Huelva, además de los de Cádiz y Sevilla hacia Málaga.

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    En Galicia, los desplazamientos entre Pontevedra y La Coruña.

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    En el País Vasco, desde Vizcaya a Álava y desde Guipúzcoa a Vizcaya.

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    Desde La Rioja hacia Navarra.

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    Los flujos desde Sevilla, Valencia, Ciudad Real, Málaga, Cádiz y Alicante hacia Madrid.

La mayor intensidad en la movilidad geográfica se da por la proximidad entre provincias o regiones o su relación con Madrid. Así, los flujos más significativos se producen entre distintas provincias con la capital del Estado –casi una cuarta parte tiene Madrid como origen o destino–, entre las provincias mediterráneas, entre algunas andaluzas, en la vertiente atlántica de Galicia y en el triángulo comprendido entre La Rioja, Navarra y el País Vasco. A su vez, un tercio de los desplazamientos se producen entre provincias de la misma comunidad autónoma.

La mayor parte de las regiones tiene saldos negativos, es decir, salen más trabajadores de los que entran, con Andalucía y Extremadura a la cabeza, precisamente las que tienen una tasa de paro más elevada (por encima del 20%), mientras que las siete restantes presentan un saldo positivo. Se trata en primer lugar de Madrid y Cataluña, a las que les siguen Baleares, Murcia, Navarra, País Vasco y Aragón.

Andalucía

Es la comunidad con mayor número de contrataciones fuera de su territorio. Su movilidad está muy localizada, con Madrid como principal preferencia, hasta el punto de que aglutina una cuarta parte de los desplazamientos. Pero también se van a Cataluña (13%), Murcia, Castilla-La Mancha (12%) y Valencia (11%). Los trabajadores que recibe proceden de Murcia, Madrid y Valencia.

El colectivo que va a Madrid es muy heterogéneo y está formado sobre todo por personas de 30 a 45 años, con una presencia importante de mujeres (el 43% del total) y pocos extranjeros. Se trata mayoritariamente de contratos temporales en el sector servicios, pero en gran diversidad de actividades y con variedad de niveles formativos. Uno de cada cinco trabajadores tiene formación universitaria. El perfil del empleado en Cataluña también es muy variado, mientras los trabajadores andaluces que firman contratos en Murcia y en Castilla-La Mancha responden a un perfil más definido: son sobre todo hombres, con elevada presencia de extranjeros, preferentemente no comunitarios. En ambos destinos tres de cada cuatro trabajan en la agricultura y sus niveles formativos son básicos.

Aragón y Navarra

El principal destino de Aragón es Cataluña, con el 37% de las salidas, aunque una tercera parte de esos trabajadores son extranjeros, seguida de Madrid (con un perfil mayoritario de mujeres universitarias), Valencia, Andalucía y Navarra. A Aragón llegan trabajadores de Cataluña, Valencia y Andalucía.

Por su parte, País Vasco y La Rioja, con valores similares (22 y 21%, respectivamente), son los principales destinos de los trabajadores navarros, seguidos muy de cerca por Aragón (16%) y Madrid (12%).

Asturias

Presenta un patrón bastante distribuido, con cuatro comunidades de destino que destacan, lideradas por Madrid, que recibe más de la cuarta parte, y seguida por Castilla y León, Cataluña y Galicia, que acogen en torno a la mitad cada una de ellas con respecto al valor que concentra Madrid (10.996 contratos).

En todos los supuestos hay escaso peso de población extranjera. El destino de su actividad es preferentemente el sector servicios, sobre todo entre los que se dirigen a Madrid (92%), aunque en el caso de Cataluña la industria tiene también una presencia importante (26%). La movilidad a Madrid y Cataluña presenta una ratio hombre y mujer muy equilibrada y en ambos casos el nivel formativo es alto, con una quinta parte de universitarios, otra quinta de formación profesional y otra de bachiller. Resulta destacable el peso de los contratos indefinidos de los asturianos que trabajan en Madrid: un 18%.

Canarias y Baleares

Canarias concentra sus destinos en pocas comunidades, destacando Madrid, con casi un tercio, y en menor medida Cataluña, Andalucía y Baleares. Esta última, de igual forma, aglutina su movilidad prácticamente entre Cataluña y Madrid, y en un segundo plano Andalucía.

Cantabria

La movilidad geográfica está muy concentrada en tres autonomías: País Vasco (35%), Castilla y León (18%) y Madrid (17%). Los trabajadores que recibe proceden de las regiones vecinas: País Vasco, Castilla y León y Asturias. La movilidad al País Vasco es un colectivo poco homogéneo, con escaso peso de trabajadores extranjeros y dirigida al sector servicios (74%), sobre todo hostelería. Se trata de una mano de obra poco cualificada. La movilidad a Castilla y León está muy concentrada en la industria, en especial la alimentaria (58%). La que se dirige a Madrid son jóvenes que se emplean en el sector servicios y que trabajan en profesiones cualificadas (técnicos, profesionales científicos, contables, etc.).

Castilla y León

Su aportación relativa al total de la movilidad es secundaria y presenta una alta dispersión en los valores de destino, con Madrid como única comunidad significativa (37%) y en menor medida el País Vasco (11%). Los que llegan, muchos menos, vienen de Madrid, Andalucía y Cantabria.

Las mujeres protagonizan una parte importante de la movilidad a Madrid (45%), focalizada en el sector servicios (86%) y con niveles formativos medios y altos (el 24% son universitarios). La dirigida al País Vasco destaca, además de en el sector servicios, por el importante peso relativo de las actividades industriales (25%), con niveles formativos más bajos, pero con una buena representación de la formación profesional.

Castilla-La Mancha

Es la quinta comunidad con mayor volumen de movilidad y presenta como destino principal la vecina Comunidad de Madrid (59%). Le siguen Andalucía y Valencia, con valores muy inferiores, en torno al 10%.

Extremadura

Concentra sus destinos en tres comunidades: Andalucía, Madrid y Castilla-La Mancha, con valores casi residuales para el resto. La movilidad a Andalucía y Castilla-La Mancha responde a un perfil similar (hombres que trabajan en servicios y en la agricultura con contratos temporales), más agudizado en el caso de La Mancha, frente a Madrid, con un patrón más heterogéneo, pero principalmente trabajadores del sector servicios (76%) y también de la construcción (14%). Respecto a los niveles formativos, en general son bajos en todos los destinos, especialmente en el que se dirige a la comunidad castellano manchega, donde el 90% se encuentra en el grupo de estudios primarios o, en el mejor de los casos, de enseñanza secundaria obligatoria. En cambio, la población que se dirige a Madrid responde a un perfil más variado, con un 32% con estudios de formación profesional y universitaria.

Galicia

Distribuye su movilidad en un alto número de destinos (once comunidades autónomas con valores superiores al 2%), aunque los más significativos son Madrid (32%) y, en menor medida, Cataluña (16%) y Castilla y León (9%).

Madrid y Cataluña

Madrid marca la diferencia en cuanto a movilidad, hasta el punto de que tiene un saldo positivo cuatro veces superior a Cataluña, que es la segunda comunidad más receptora a la contratación. Desde Madrid los trabajadores parten principalmente a tres destinos: cerca del 30% a la vecina Castilla-La Mancha, el 20% a Cataluña –adonde va la mano de obra más cualificada– y el 12% a Andalucía, donde la agricultura tiene bastante peso. A la capital llegan uno de cada cuatro trabajadores con residencia en Cataluña. Los catalanes además se desplazan a Andalucía, Valencia, Murcia, Aragón y Baleares.

Murcia

Concentra sus valores de salida en tres comunidades limítrofes: Valencia (37%), Andalucía (26%) y Castilla-La Mancha (15%), seguida con valores inferiores al 10% por Madrid. Las tres primeras comparten muchos rasgos, especialmente Andalucía y Castilla-La Mancha. En ambas se trata de mano de obra masculina (83%), con un fuerte peso de extranjeros (56% y 72%, respectivamente), que firman casi exclusivamente contratos temporales, trabajan en sus dos terceras partes en el sector agrícola y con niveles formativos bajos, de forma que dos de cada tres solo acreditan formación básica. Este perfil está más atenuado en las salidas a Valencia, con el 75% de varones, la mitad de población extranjera, y baja hasta el 49% los que van a trabajar en la agricultura y mayor peso del sector servicios y niveles formativos más variados.

La salida a Madrid responde a otro patrón, con mayor equilibrio de género, menos temporalidad y presencia reducida de población extranjera. Está concentrada en el sector servicios (87%) y acredita un mayor nivel formativo: una parte significativa, el 18%, cursó estudios universitarios y una cuarta parte bachiller o formación profesional.

País Vasco

Los tres principales destinos son Madrid, Cataluña y Navarra. Responden en gran medida al mismo perfil: cierto equilibrio entre hombres y mujeres (más claro en Madrid, con el 50% y más alejado en las otras dos), con fuerte peso del sector servicios, sobre todo en Madrid (95%). En las salidas a Navarra el sector secundario tiene su importancia, con un 22%.

La representación de la mano de obra extranjera es reducida en todos los casos, algo superior entre quienes se dirigen a Cataluña. En cuanto al nivel formativo es medio/alto, con un número importante de personas con bachiller, formación profesional y, sobre todo, estudios universitarios, que en el caso de los contratos que tienen como destino Madrid y Navarra suponen el 24% y 25%, respectivamente, del total.

La Rioja

Presenta un valor de movilidad muy concentrado en dos destinos, ambos limítrofes: Navarra y País Vasco, que suponen conjuntamente el 75% del total. En tercer lugar, y con mucha menor entidad, Madrid. Responden a un perfil muy similar, dominado por los varones, sobre todo en el caso de Navarra (58%), y con una alta tasa de temporalidad. La que se dirige a Navarra trabaja en el sector industrial (65%) y, en menor medida, en los servicios, y la que va al País Vasco se distribuye mucho más, con predominio de los servicios (46%).

Valencia

Aunque presenta una amplia variedad de destinos, concentra la mayor parte en cuatro comunidades: Murcia, Cataluña, Madrid y Andalucía. La movilidad a Murcia y a Andalucía se trata de una emigración joven, con predominio de varones extranjeros que firman en gran medida contratos temporales en el sector agrícola. El perfil que se dirige a Cataluña ofrece rasgos intermedios, con una mayor presencia de la mujer y menor de los extranjeros, y mucho más orientado al sector servicios. En los contratos firmados en Madrid mujeres y hombres casi se equiparan, la mano de obra extranjera se reduce mucho y se concentra exclusivamente en el sector servicios, pero en puestos cualificados.

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