Las indemnizaciones por despido individual triplican su cuantía tras seis años de crisis

La ecuación consta de los siguientes factores:El empleo a tiempo parcial se ha disparado (cuatro de cada diez contratos que se firman en la actualidad), de modo que el 18% de los trabajadores de Castilla y León tienen jornada por horas, frente al 12% de antes de la crisis. Los contratos de formación (que pueden prolongarse por hasta tres años, tienen las cotizaciones a la Seguridad Social bonificadas al 100% y no necesitan estar ligados a ninguna formación reglada) han aumentado el 39% en la región desde 2008. La tasa de desempleo de los menores de 25 años ha aumentado más del 6% en los últimos dos años, mientras que la de los mayores de 55 apenas lo ha hecho el 0,8%.

El resultado es que en el panorama laboral de la comunidad autónoma se está produciendo lo que el sindicato CCOO llama efecto sustitución de los trabajadores antiguos por otros nuevos, con menos cotización, con menor salario, menos jornada y menos prestaciones en el futuro. Unos trabajadores nuevos que, sin embargo, no son necesariamente jóvenes, sino de una edad parecida a la de quienes han perdido su empleo por despidos, extinciones de contratos o jubilaciones anticipadas.

El informe trimestral de empleo elaborado por el gabinete técnico del sindicato en Castilla y León analiza también, relacionado con este fenómeno, la «enorme sangría» que está sufriendo la región con un saldo migratorio negativo que, solo en los dos últimos años, ha borrado de la estadística a 23.500 personas.

«Son en su mayoría jóvenes que se van a otras comunidades o al extranjero a buscar empleo», advierte CC OO, que detalla que «entre 2007 y 2014, la población activa que registra la EPA en Castilla y León ha descendido en 120.700 personas entre 16 a 34 años, mientras aumenta en 101.000 entre los mayores de 35 años». El informe constata el «progresivo envejecimiento en la población en actitud y disposición de trabajar» y llama la atención sobre el hecho de que, aun así, la región mantiene una tasa de paro entre los jóvenes del 53,52%, por encima de la media nacional, del 51,80%.

Extinciones individuales

UGT lleva más de un año denunciando que se ha disparado un tipo de despido que podría calificarse de fraudulento o, cuando menos, ficticio. Se trata de aquellos casos en que una empresa opta por externalizar la labor que desempeña un contratado porque, incluso con el pago de la indemnización, le sale más a cuenta despedirlo y obligarle a establecerse por cuenta propia como autónomo para que a continuación siga desempeñando el mismo trabajos subcontratado, por menos sueldo, soportando costes y riesgos.

En los nueve primeros meses de 2014, los Juzgados de lo Social de Castilla y León resolvieron 4.011 conflictos individuales en materia de despidos con sentencia favorable al trabajador o con conciliación, el 11% más que en el mismo periodo del año anterior. De ellos, en 2.010 casos el despido fue considerado improcedente, por lo que las empresas abonaron un total de 3,23 millones de euros, lo que da una media de 16.104 euros de indemnización por cabeza. Esta cantidad está por encima de los 15.372 euros de media nacional. Los 2.001 casos que terminaron en conciliación propiciaron una indemnización media de 11.692 euros en la comunidad, por debajo de los 12.207 de media del país.

La crisis ha motivado no solo un incremento exponencial de los despidos colectivos mediante expedientes de regulación de empleo debidos a las dificultades por las que han atravesado y siguen pasando muchas empresas. También los conflictos individuales han registrado un aumento radical, hasta el punto de que el número de despidos por goteo se ha duplicado con respecto a las cifras anteriores a 2008.

Las extinciones de contratos que terminan en los Juzgados de lo Social, además, afectan ahora a un perfil de trabajadores muy diferente del que se veía involucrado antes de la debacle económica. Si cuando las cosas marchaban bien las empresas prescindían de los trabajadores de menor antigüedad, a medida que las dificultades fueron incrementándose, los despedidos pasaron a ser empleados cada vez de mayor antigüedad. Como consecuencia de ello, la cuantía de las indemnizaciones, tanto si son pactadas en conciliación como si el conflicto se resuelve como improcedente, también se han incrementado de forma más que significativa. Prácticamente se han triplicado en estos seis años de declive económico.

Cuantías reconocidas

Los números son suficientemente elocuentes. En el año 2007 de produjeron en Castilla y León 2.907 despidos individuales (con sentencias favorables o no al trabajador, o favorables en parte, o con conciliación). A partir de entonces todos los años han ido creciendo y en 2013 el número de casos fue de 6.295, lo que supone un incremento de más del 100%. La estadística del año pasado todavía no se ha cerrado y hasta el tercer trimestre se situó en 5.292 despidos, con lo que es probable que al final también sea mayor que en el ejercicio precedente.

En cuanto a las cantidades reconocidas a los trabajadores en los Juzgados de lo Social por la extinción de sus contratos, como consecuencia del despido de personas con más antigüedad el incremento ha sido notorio. De los 3.319 euros que recibían de media en 2008 se ha pasado a los 10.000 euros del segundo trimestre de 2014, cantidad que aumenta hasta 16.104 cuando la sentencia resulta totalmente favorable al trabajador.