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Bolsa de Madrid. MARISCAL / EFE
Editorial: La economía europea pisa el freno

Editorial: La economía europea pisa el freno

La ralentización del crecimiento confirma que la etapa de mayor impulso de la actividad tras la crisis pertenece ya al pasado

El Norte

Valladolid

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Lunes, 20 de agosto 2018, 08:40

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La economía europea presenta evidentes síntomas de desaceleración que no por previsibles han de ser desatendidos. La zona euro crece a un ritmo del 2,2%, el menor en cuatro años, y encara el futuro más próximo con una dosis de optimismo inferior a la que podía albergar hace apenas unos meses. El viento de cola que ha dado impulso a una briosa recuperación, tras una crisis de letales consecuencias, pierde fuerza en una coyuntura lastrada por el brusco encarecimiento del petróleo, la guerra comercial que el pirómano Donald Trump parece empeñado en desatar y una conjunción de riesgos geopolíticos que desincentivan la inversión y siembran la inquietud en los mercados.

Es cierto que la actividad de la UE –favorecida por el empuje de Alemania– se asienta en pilares sólidos como el tirón del consumo y que la etapa de bonanza aún tiene un amplio recorrido por delante. Pero también que empieza a pertenecer al pasado el periodo de expansión más pujante en esta fase del ciclo, y que los principales socios de la Unión han de amoldarse a una ralentización de la economía y adoptar medidas que limiten al máximo tanto la intensidad de ese frenazo como sus eventuales efectos adversos.

Todo ello, sin olvidar que la Eurozona se enfrenta a la paulatina retirada de las excepcionales medidas de choque aplicadas por el BCE tras la recesión y que el precio oficial del dinero, ahora en un 0% sin precedentes, empezará a subir en breve plazo. España, uno de los países más beneficiados por unos tipos de interés bajo mínimos y por un petróleo muy barato hasta hace unos meses, afronta así un horizonte mucho menos despejado del que le ha permitido enderezar el rumbo. Aunque su economía también se ha desacelerado, es la que más crece entre los principales socios de la UE –un 2,7%, tres décimas menos que a comienzos de año–, pero también una de las que presenta mayores desequilibrios en materia de déficit o deuda pública.

Su corrección exigirá redoblar los esfuerzos en un panorama como el que se vislumbra, que también pondrá a prueba la capacidad del mercado laboral para mantener la creación de empleo a un ritmo tan intenso como el actual. En este contexto, el Gobierno en precaria minoría de Pedro Sánchez se enfrenta al reto de aprobar los Presupuestos del Estado para 2019, que no podrán obviar este nuevo escenario aunque incluyan guiños sociales tras largos años de férreas restricciones en el gasto.

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