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El presidente de Cecale, Santiago Aparicio, con los secretarios de UGT y CC OO en la región, Faustino Temprano y Vicente Andrés. ICAL
Los convenios colectivos de la región no igualan las subidas pactadas en Madrid desde 2012

Los convenios colectivos de la región no igualan las subidas pactadas en Madrid desde 2012

La revalorización media registrada en los cinco primeros meses de 2018 es del 1,59% tanto en la comunidad como en todo el país

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Miércoles, 27 de junio 2018, 18:40

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Dicen que del dicho al hecho suele haber un trecho y, en el caso que nos ocupa, el dicho es cierto. Casi todos los años, patronal y sindicatos pactan en Madrid cuál 'será' la subida salarial de los convenios colectivos que toca negociar en dicho periodo. En el preacuerdo firmado el lunes pasado consiste en «una parte fija de entorno al 2% y una variable del 1% ligada a los conceptos que en cada convenio se determinen» para los años 2018-2020. Después, ese objetivo se traslada a cada mesa de negociación y en unas empresas y sectores se cumple y en otras y otros, no. De manera paralela, a partir de todos los acuerdos salariales rubricados se extrae una media que es eso, el promedio de revalorización, tras el que puede haber alzas mayores y también alzas inexistentes. Llegamos así al hecho: que la subida salarial media pactada en los convenios de Castilla y León no han cumplido el acuerdo nacional de revalorización desde 2012.

El año pasado los agentes sociales no lograron el consenso y no hubo Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), de modo que el último del que se puede hacer balance es el de 2016. En ese ejercicio, las patronales CEOE y Cepyme y los sindicatos CC OO y UGT pactaron una subida salarial del 1,5% pero, a la hora de la verdad, pocos convenios la cumplieron si tenemos en cuenta que la media al final de año fue del 0,91% en el caso de la comunidad autónoma (0,93% los convenios de empresa y 0,90% los sectoriales). Este resultado fue, además, inferior al del promedio de convenios del conjunto de España, que se situó en el 1,03%, según la Estadística de Convenios Colectivos de Trabajo del Ministerio de Empleo.

Que en ese año la media regional no alcanzase la nacional fue particularmente punzante, dado que el 30 de julio de 2015 la patronal y los sindicatos de Castilla y León habían suscrito un acuerdo por el que se comprometían a que los salarios de la comunidad autónoma subieran más que los del conjunto de España con el objetivo de equipararse con la media (de la que por entonces les separaba casi el 12%). Un acuerdo que tenía una vigencia de tres años –o, mejor dicho, dos y medio–, hasta final de 2017.

Por cierto, en 2017, tampoco la media autonómica igualó la del conjunto del país, ya que fueron del 1,35% y 1,43%, respectivamente.

Santiago Aparicio: «No veo problemas en la subida, los negociadores son responsables»

Uno de los aspectos más valorados por el presidente de la patronal regional es que «además de ser un buen acuerdo, tiene una vigencia de tres años, lo que aporta estabilidad, algo muy importante y muy positivo para las empresas y para toda España en estos momentos». Según Santiago Aparicio, Cecale «no tiene ningún problema para que el acuerdo salarial se aplique en Castilla y León», siempre «desde la autonomía de los negociadores y teniendo en cuenta la situación concreta de los sectores y las empresas». «Aún tenemos un 45% de empresas en pérdidas o compensando pérdidas y tanto patronal como sindicatos sabemos que hay que ser muy cautos porque lo verdaderamente importante es el mantenimiento del empleo a toda costa». advierte. En su opinión, «los negociadores conocen perfectamente cómo están las cosas y serán responsables y coherentes». Para Aparicio, la generalización del salario de 1.000 euros «quizás sea lo que más problemas pueda generar en la región, ya que hay muchas empresas que para llegar a ello tendrán que hacer un gran esfuerzo».

El último balance difundido por el ahora Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social informaba de que la subida salarial media pactada en los convenios registrados hasta mayo y con efectos económicos en 2018 era del 1,59% tanto en España como en Castilla y León, comunidad donde abarca 206 convenios que involucran a 42.354 empresas y 192.673 trabajadores. En los 111 acuerdos de empresa el alza media es del 1,38% y en los 95 de ámbito superior, del 1,60%.

Ávila, con el 2,90% de revalorización, registra la más alta y Segovia, con el 1,31%, la más baja. En Valladolid es del 1,69%, por detrás de Palencia, con el 1,78%. En Salamanca se queda en el 1,47%. La moderación salarial, como puede comprobarse, es un hecho en Castilla y León si estos datos se colocan frente al espejo del AENC prefirmado el lunes, cuyo cumplimiento requeriría aplicar un notable acelerón a las subidas para equipararlas con las del documento negociado en Madrid.

Vicente Andrés: «Empieza la remontada y ha llegado la hora de que Cecale se retrate»

Para el líder de CC OO en Castilla y León, Vicente Andrés, resulta «vital» sacar adelante el acuerdo «tanto para la economía del país como para los trabajadores», que verán así cómo crecen sus salarios por encima del IPC. Andrés espera que la principal consecuencia sea la reactivación de la actividad económica a través del consumo y la subida salarial contemplada, que confía se materialice en el entorno del 3%, y mostró su satisfacción por los efectos que tendrá en las categorías laborales más bajas, a razón de 1.000 euros por catorce pagas, lo que supone un «chute» del 20% en estos casos. «Empieza la remontada porque ha llegado el momento de subir los salarios tras muchos años de crisis en los que se ha penalizado el poder adquisitivo de los trabajadores», sentenció Andrés, quien subrayó el trabajo que espera ahora a su sindicato y a UGT para trasponer en Castilla y León ese AENC a través de la negociación colectiva. Abogó asimismo por sentarse a negociar cuanto antes con la patronal regional. «Llega la hora de la verdad y Cecale se tiene que retratar», insistió.

Para aportar un poco más de amargura a la situación, la inflación se disparó en mayo hasta el 2,1%, lo que supone casi el doble que el 1,1% de abril. Es una situación que, según el Banco de España y demás expertos, se mantendrá al menos durante el verano y que añade presión al bolsillo de los asalariados, además de representar un elemento de riesgo para el crecimiento económico por el efecto de moderación que tendrá en la demanda interna.

Si hacemos balance de las subidas salariales de los convenios regionales en el último decenio, la conclusión es que Castilla y León 'incumple' los acuerdos nacionales alcanzados por patronal y sindicatos desde 2012. La media de los convenios autonómicos sí mejoró los correspondientes AENC en 2013 y 2012; no en 2011 y sí en 2010 y 2009.

Y si se comparan los datos autonómico y nacional, el resultado es que en los cuatro años que ven de 2014 a 2017, Castilla y León se quedó por debajo de la media de todo el país. Sí la mejoró en 2009, 2010, 2012 y 2013.

Faustino Temprano: «Deben ser más generales los incrementos del 3% que los del 2%»

«Una subida salarial fija del 2%, más un 1% adicional variable es importante y más cuando el acuerdo no recomienda, sino que obliga a las partes a trasladarla a las mesas de negociación –opinó Faustino Temprano–, pero para Castilla y León creemos que tiene aun más repercusión el establecimiento de un salario mínimo de 1.000 euros, ya que aquí son muchas las categorías que están referenciadas al SMI». El secretario autonómico de UGT recordó que el AENC pactado en Madrid tiene una vigencia de tres años, desde 2018 hasta 2020, por lo que abrió la puerta a la posibilidad de «retomar las mesas de negociación en las que se hayan firmado convenios con subidas inferiores para este año». Tras admitir que el compromiso al que llegaron con Cecale para subir los salarios más que la media en 2015-2017 «sirvió para muy poco», Temprano confía ahora en que «esta vez sí sea general la subida no del 2%, sino del 3%», para así hacer realidad la recuperación salarial. «Aquí siempre es difícil arrancar más de lo que se firma en Madrid, pero esta vez debe ser así», coincidió con Andrés.

Desde que en 2001 se registró el primer AENC para el año siguiente, la negociación entre los empresarios y representantes de los trabajadores siempre ha dado lugar a acuerdo, excepto en 2009, cuando en plena crisis económica no fueron capaces ni siquiera de sentarse a negociar, y en 2017, cuando no lograron cerrar la recomendación salarial para ese año que había quedado abierta en el III AENC. Los acuerdos de 2002 a 2008 fueron anuales, con subidas directamente ligadas a la previsión de inflación mediante cláusulas de garantía.

El problema llegó en 2008 cuando el pronóstico no se cumplió y muchas empresas se vieron obligadas, ya en plena crisis, a compensar la desviación. A partir de 2009, los interlocutores sociales decidieron cerrar acuerdos plurianuales, que contemplaban una subida máxima concreta, desvinculada de los precios y generalmente moderadas.

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