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Lewis Hamilton, durante los test de pretemporada en el circuito de Montmeló. EP
Los secretos del mejor Lewis Hamilton: divismo, veganismo y artes marciales

Los secretos del mejor Lewis Hamilton: divismo, veganismo y artes marciales

El pentacampeón del mundo asegura que llega más en forma que nunca a una temporada de Fórmula 1 en la que buscará su sexto título mundial

David Sánchez de castro

Sábado, 23 de febrero 2019, 21:21

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 Lewis Hamilton tiene una personalidad que se podría calificar de peculiar, siendo benévolos. Quien espere ver a un campeón del mundo cercano, de los que se para a hacerse 'selfies' con cada uno de los que le paran (alguno de una manera más propia del rugby) o firma incontables autógrafos, que se vaya olvidando.

     Hamilton no es muy dado al contacto piel a piel. Siempre acompañado de su fiel Ángela, una enjuta y ágil preparadora física que ejerce de ayudante, entrenadora, secretaria y hasta guardaespaldas si es necesario, el pentacampeón del mundo apenas firmó tres o cuatro autógrafos en los cuatro días que pasó en el Circuit de Barcelona-Catalunya, todos ellos a personas en sillas de ruedas o discapacitados.

     Para muchos, su carácter de divo le convierte también en una especie de ser inalcanzable. Tiene un aura de superestrella de la moda y el rock que le hace sentirse más cómodo acompañado de Lady Gaga o de Donatella Versace que de ese chaval venido desde Málaga a Barcelona para ver de cerca a su ídolo. Prueba de ello es lo ocurrido en la última jornada de la primera semana de test de pretemporada en Montmeló.

     Lewis Hamilton había acabado su trabajo. En Mercedes dividieron los cuatro días de test para que el británico se alternara dos mañanas y dos tardes con Valtteri Bottas, de forma que ambos pudieran ensayar en similares condiciones de la pista. Al pentacampeón le tocó la última mañana, por lo que le quedó la tarde libre. A mediodía, con el trabajo ya realizado, Hamilton se encerró en el camión-camerino que le sirve de santuario para relajarse. En la puerta le esperaba una docena de fotógrafos y casi el doble de fans. Hamilton salió a la carrera, no firmó nada y se fue corriendo al 'hospitality' de Mercedes, apenas cinco metros más allá, para recoger sus últimas cosas e irse. El día antes casi embiste unos curiosos cochecitos de juguete que pusieron en el medio del 'paddock' unos miembros de Red Bull. Hamilton venía con su patinete a toda velocidad, mientras por detrás Ángela le perseguía corriendo, mochila al hombro.

     Tampoco ante los medios está del todo cómodo: en la conferencia de prensa que dio el miércoles se prohibió el paso a los fotógrafos (un peaje que ya llevan años pagando) y tampoco se permitieron fotos desde los móviles. ¿Comportamiento de divo o férreo control de las emociones? Cada uno que juzgue.

   «Estoy más fuerte que nunca»

     La figura de Ángela es para Hamilton muy importante. Además de lo antes dicho, ejerce de nutricionista del pentacampeón, algo que va más allá incluso de lo que come porque «el veganismo es una forma de vida», en palabras del propio Hamilton. Desde hace años, el piloto considera una aberración comer carne y usar todo tipo de productos de origen animal, hasta el punto de que ha rechazado contratos de publicidad millonarios con marcas de ropa que usaban cuero real y no sintético de origen vegetal.

     En buena medida, este comportamiento casi obsesivo podría entenderse como contraproducente para su imagen pública, pero le ha servido para conseguir un control absoluto sobre su cuerpo y mente. Hasta el punto de que, afirma, está en mejor forma que nunca.

     «Nunca había llegado a una temporada más en forma que ahora. Estoy más fuerte que nunca, puedo comer lo que me gusta y llego muy bien», decía Hamilton, confiado. El cambio de normativa (han aumentado el peso mínimo de coche más piloto) ha hecho que esta temporada todos los corredores lleguen más fuertes que antes, y el caso de Hamilton es paradigmático: ha ganado casi 10 kilos de masa muscular en este invierno.

     «He hecho artes marciales, entrenado con mi padre y me he preparado físicamente mejor que nunca. Tengo más músculo, soy más grande pero no me quiero convertir en Hulk. Es un gusto poder comer lo que quiera. Estoy disfrutando más que nunca de mis entrenamientos. De momento lo hago solo, pero he trabajado con dos entrenadores este invierno, como una entrenadora vegana», explicaba, en referencia a la citada Ángela.

     Hamilton tiene esta temporada un reto mayúsculo: superar la frontera de los cinco títulos. Sólo un hombre, casi un Dios para el automovilismo mundial, lo ha conseguido. Ponerse a una corona de los siete de Michael Schumacher bien vale cualquier táctica, aunque eso implique desconectar absolutamente de los fans y convertirse en un asceta en todos los aspectos.

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