Roberto Merhi, el último en llegar

Cuando muchos coches y pilotos ya se estaban acostumbrando al horario australiano, Roberto Merhi aún no sabía que iba a tener la oportunidad de su vida. A última hora, el lunes antes del Gran Premio de Australia, recibió la llamada de la resurrecta Manor para darle la oportunidad de correr en Fórmula 1 en este 2015. Su sonrisa y su melena ya resplandecen en Melbourne, un circuito que Merhi nunca había visitado y que supone todo un examen para sus innatas cualidades. Las esperanzas puestas en este diamante en bruto son altísimas.

El castellonense será uno de los cuatro novatos de este año, junto a su viejo rival Carlos Sainz Jr., Max Verstappen y Felipe Nasr, juicio de Van der Garde mediante. Y es que si de algo se ha hablado en las últimas horas en los mentideros de la Fórmula 1 ha sido, sin duda alguna, de lo que ha ocurrido en Sauber. El surrealista juicio que ha emprendido su exprobador Van der Garde con la escudería suiza ha acabado con la obligación por mandato legal de que el holandés debe ocupar un asiento del C34 ya no sólo en Australia, sino para toda la temporada. Si Sauber obedece, ¿quién será el sacrificado, si tanto Nasr como su compañero Ericsson ponen su pertinente maletín de dinero?

Normas para mayor seguridad

Más allá de las novedades de pilotos, este 2015 también pretende marcar un antes y un después en cuanto a seguridad, aprovechando ese constante ir y venir reglamentario. Para desgracia de ingenieros y pilotos, los que mandan en la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) están empeñados en hacerles las cosas más complicadas, lo que garantiza por un lado espectáculo pero también muchas dudas. No obstante, para este 2015, han emprendido algunas novedades con las que pretenden garantizar el espectáculo y mejorar en ámbitos como la seguridad.

El accidente de Jules Bianchi en Japón marcó un antes y un después. Desde ese mismo día, una comisión de la FIA se ha encargado de investigar y tratar de mejorar el protocolo a seguir en caso de incidentes. En este camino se circunscribe el novedoso coche de seguridad virtual, que ya se ensayó en las últimas carreras de la temporada pasada. La norma dice que en situación de doble bandera amarilla en un sector (que indica grave peligro para los pilotos y/o los comisarios) se desplegará el Safety Car Virtual (SCV) por parte de dirección de carrera. En ese momento, la velocidad de los monoplazas quedará limitada electrónicamente y no podrán pasar de 80 km/h (como norma general) hasta que el peligro pase.

Este año, los pilotos tendrán que cuidar más aún la fiabilidad de sus motores. Si ya el año pasado pilotos como Vettel tuvieron que perder posiciones por la colocación de una sexta unidad de potencia, este año tendrán que ir más finos: el límite se ha reducido y cada conductor podrá usar, como máximo, cuatro para todo el año.