Siete deportistas vallisoletanas ante su futuro
El deporte femenino está en pleno despegue y afronta nuevos retos y escenarios que reclaman un cambio de mentalidad a quienes lo practican
IVÁN HERRERo
VALLADOLID
Sábado, 13 de julio 2019, 21:41
Los tiempos cambian y la sociedad avanza. El deporte es deporte, y da lo mismo si el que lo practica es un hombre o una mujer.
Esta es la idea que sostienen las deportistas del futuro, quiénes buscan tener un hueco en la élite. La visibilidad que por parte de empresas, público y medios han ofrecido a las féminas ha sido escasa, hasta estos últimos años. Las pioneras en España tenían las cosas difíciles para encontrar referentes en las que tomar ejemplo. Conchita Martínez, Blanca Fernández Ochoa o Laia Sanz, han abierto camino para que otras mujeres puedan tener un espejo en el que fijarse para emprender el viaje del deporte de élite.
En Valladolid, hay varias deportistas que tienen prestigio en sus respectivas disciplinas, con la consecución de éxitos a nivel nacional y continental. El Parquesol y su ascenso a Primera Nacional B, el doblete continental del CPLV... Las protagonistas de estas hazañas, como son Iria Castro, Dora Kiskapusi, Laura Martín, Paula Rey, Nerea Gutiérrez, Krystell Ayala y María Tordera, van a explicar el papel de la mujer dentro del mundo deportivo y los retos que tienen por delante para ayudar al impulso de su deporte.
Muchas mujeres tienen que soportar la desigualdad, en diferente ámbitos, respecto a los hombres. El mundo del deporte no ha quedado exento de esta situación y numerosas deportistas han continuado en la práctica de su deporte, a pesar de diversos obstáculos que han tenido por delante. María Tordera (jugadora del CPLV; 22 años, desde los once practicando hockey; Próximo reto: Lograr la liga) opina que todavía queda recorrido para que la sociedad reconozca a las mujeres como deportistas de élite. «No se puede negar que la situación de la mujer, dentro del deporte, va mejorando día a día. Pero todavía no ha acabado, no podemos quedarnos en el hecho de que las cosas han ido a mejor, tenemos que seguir luchando y, en el caso del hockey, seguir en nuestra línea, para que las niñas que están creciendo y decidiendo a qué deporte apuntarse no piensen en si es de chicos o de chicas». Laura Martín (atleta del CAV; 18 años, desde los doce en el atletismo; Próximo reto: Ir al europeo sub-23, de dentro de dos años) piensa que la diferencia entre féminas y varones ya no es tan grande. «Poco a poco, estamos avanzando en ese aspecto, pero aún así sigue habiendo diferencias. Es verdad que, en estos últimos años, el papel de la mujer en el deporte ha ganado mucha importancia y visibilidad».
Es díficil y complicado tener un hueco en la élite del deporte y es toda una hazaña formar parte de la expedición española que viaje a unos Juegos Olímipcos. Con Tokio 2020 en el punto de mira, Dora Kiskapusi (esgrimista del CVE; 37 años, desde los once practicando la esgrima; Próxima reto: Mundial de esgrima, en Budapest) tiene el sueño de poder participar en esa cita olímpica. «Esperanza siempre hay y posibilidades también. Por eso estamos trabajando ahora, en el Campeonato del Mundo, para poder estar, el próximo verano, en Tokio». Para algunas promesas como Laura, ven lejano estar en tierras niponas el próximo mes de agosto. Sin embargo no lo califica como una misión imposible. «No descarto ninguna posibilidad, voy a seguir entrenando y trabajando para poder ir. Me gustaría y es uno de mis objetivos a largo plazo, estar en unos Juegos».
La semiprofesionalidad y la combinación de la actividad deportiva con otras tareas, es uno de los aspectos que han marcado la vida de diversas deportistas, mientras que la mayoría de atletas masculinos pueden centrarse en plenitud a su deporte y dejar a un lado, otro trabajo o estudios superiores a la enseñanza básica. Paula Rey (jugadora del CD Balonmano Aula; 18 años, desde los doce jugando al balonmano; Próximo reto: Consolidar un sitio en el primer equipo) sabe que no puede echar su futuro estudiantil por la borda para involucrarse en su disciplina por completo. «No puedes dejar de estudiar o trabajar, para dedicarte expresamente al balonmano porque no se vive de ello. Hay excepciones, pero no es lo común. Ojalá todo se iguale y podamos vivir de ello, pero creo que será bastante complicado». Dora ve que un factor clave como los estudios no se pueden abandonar para dedicarse al deporte. «Son importantes, nadie puede vivir exclusivamente de esto, excepto los futbolistas o los jugadores de baloncesto. Tener unos estudios es imprescindible para poder construir una vida normal después de tu carrera deportiva».
La llegada de empresas importantes que están dipsuestas a comprometerse con los deportes practicados por mujeres, es uno de los motivos para el auge de este mundo. Por ejemplo, 'Iberdrola' da nombre a la Primera División de fútbol, de balonmano o de rugby, entre otras competiciones. Krystell Ayala (amazona de la yeguada Valle de Olid; 20 años, desde los doce en la hípica; Próximo reto: Los campeonatos de hípica nacional y autonómico) ve con buenos ojos la entrada de empresas con sus diversos patrocinios, pero tiene el deseo de que también pongan interés en la hípica. «Es positivo que se apoye a los deportes que son menos conocidos. En el caso de la hípica, encuentro que hay poco apoyo por parte de patrocinadores sobre todo para la gente que todavía es amateur. Sería una gran noticia recibir patrocinio, para poder seguir concursando y disfrutando de este deporte». Nerea Gutiérrez (jugadora del infantil A del CB Ponce) cree que esas grandes marcas deberían mirar también por las chicas que empiezan a iniciarse en el deporte. «La llegada de empresas al deporte es una gran ayuda para su crecimiento, aunque esos patrocinios no llegan hasta el deporte base y de formación. La verdad es que nos vemos un poco abandonadas».
Las empresas se empiezan a interesar por alguna razón, y esa razón es el aumento de público en estas competiciones. Un ejemplo claro, es el fútbol femenino: récords de asistencia en estadios como San Mamés o el Metropolitano, triunfos en las selecciones nacionales inferiores o la consecución del mejor puesto en un Campeonato del Mundo absoluto, con esa eliminación en los octavos de final ante los Estados Unidos. Iria Castro (jugadora del CD Parquesol y campeona de Europa sub-17; 17 años, desde los nueve años jugando al fútbol; Próximo reto: Llegar a la élite del fútbol nacional e ir a la selección española absoluta) espera que el fútbol femenino esté en un escalafón mayor que el actual. «En estos últimos años, se han dado pasos muy grandes y creo que en cuestión de poco tiempo, el fútbol tendrá un lugar preferente en el panorama deportivo español».
Valladolid es una de las ciudades más polideportivas del territorio nacional. Cuenta con equipos en las máximas categorías del rugby, balonmano, fútbol y demás disciplinas. María explica que los vallisoletanos sí que están involucrados con muchos equipos de la ciudad, aunque el fútbol ocupe el primer lugar. «Es una ciudad que cada vez se interesa por más equipos. Cada vez son más los aficionados a diferentes deportes como pueden ser el balonmano, rugby o, mismamente, el hockey. Esto se ve en las gradas cuando se juega el derbi vallisoletano en rugby, o cuando se juegan las Copas del Rey y de la Reina de hockey». Los éxitos también ayudan a que el público empiece a preocuparse por esos equipos que logran campeonatos o finales. Paula explica que el hecho de que Aula llegara a la final de copa, fue relevante para que el club coja peso en la ciudad. «Últimamente se habla mucho del Aula, porque llegar a la final de la Copa de la Reina significa mucho. Además le tienes que añadir que con ello se ha conseguido clasificar para competición europea. Además, se notó también bastante en los últimos partidos que jugamos en casa donde la afición se volcó hasta el final».
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