El sable de oro de Anne Poupinet, la francesa de las siete vidas
ESGRIMA ·
La gala vence la copa del mundo júnior de esgrima tras voltear un duelo casi perdido en cuartos y una final apretadaLUIS JAVIER GONZÁLEZ
Segovia
Sábado, 18 de enero 2020, 22:44
Horas antes de escuchar La Marsellesa en el salón de actos de la Academia de Artillería de Segovia, Anne Poupinet afronta en el pabellón Pedro Delgado un desenlace más mundano. Cae 14-11 ante la estadounidense Nora Burke y afronta la puerta de salida. Necesita ganar los siguientes cuatro puntos o no estará en semifinales. Y contra todo pronóstico, lo consigue con una estrategia de riesgo máximo. El último punto es una sucesión de ataques y defensas, pero Poupinet se lleva el tocado definitivo al final de la pista. Ahí cimenta su triunfo en la copa del mundo de sable femenino.
Poupinet, finalista en el Europeo júnior del año pasado, se vio en semifinales con la rusa Valeria Kobzeba, la única representante de la delegación favorita por excelencia que afrontaba este año un cierto cambio generacional, con tiradoras más jóvenes. Kobzeva arrancó el asalto como un volcán, llevándose los cuatro primeros puntos. No hay margen en la esgrima para digerir un tocado; la maquinaria sigue imparable y la acción se reanuda en un suspiro. De ahí el mérito de la francesa, que sobrevivió el temporal y dio la vuelta al marcador llevándose los siguientes nueve tocados, un parcial extraordinario en un deporte con un margen de error tan mínimo. Con la rusa noqueada, resolvió fácil su billete a la final: 15-8.
En la otra semifinal, la turca Nisanur Erbil, oro en el Europeo cadete, hizo su propia remontada ante la estadounidense Chloe Fox-Gitomer, que tenía el combate bajo control (12-6) hasta que empezó a lamentarse por un golpe en la mano y a buscar explicaciones en alguna decisión arbitral fronteriza. La turca se llevó los siguientes siete puntos en liza y la americana trató de ganar tiempo –fue amonestada– quitándose el casco. Así se puso de nuevo por delante (14-13), pero Erbil se llevó los dos últimos tocados y entonó el grito de la noche. Unos pulmones de oro.
Poupinet, que había competido primero, entró fría en la final ante una Erbil pletórica que se llevó los tres primeros puntos. Dio igual, la francesa volvió a sobrevivir y ya tenía el duelo bajo control antes del preceptivo minuto de descanso al llegar al octavo tocado. Volvió a resistir la turca, que ganó cinco puntos seguido y forzó un desenlace apretado poniendo el 13-12 en el marcador. Aun así, la palabra final fue de Poupinet, que ganó 15-12.
La jornada arrancó con una ronda preliminar a cinco tocados y el cuadro inicial lo abrió la cabeza de serie número uno, la búlgara Yoana Ilieva. La mitad de las 20 españolas no llegaron a ese cuadro final. María Ventura y Paula Rovira, las tiradoras nacionales más en forma, no superaron la primera ronda. La primera cayó ante la rusa Dariya Drozd; la segunda, ante su compatriota Kobzeka. La competición fue tremendamente pareja: tres de los cuatro cuartos de final se decidieron dos puntos o menos. Igual que cuatro de los ocho octavos de final.
El evento tuvo 134 tiradoras de 26 países. La búlgara Ilieva, gran favorita, cayó en un apretado combate en cuartos. Estuvieron ocho de las diez primeras del ranking mundial; solo faltaron China y Japón.
El presidente del club Esgrima Segovia, Rafael López, esgrimió un feed-back muy positivo. «Creo que Segovia se merece un evento de esta índole. Para nosotros es muy importante promocionar la esgrima , que vean en ellas un reflejo de lo que pueden ser los chavales en el futuro». El club tiene 75 tiradores entre menores y adultos. Hoy se celebra la competición por equipos.