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Mayte Martínez A. Mingueza
Mayte Martínez regresa a las pistas

Mayte Martínez regresa a las pistas

La mejor atleta vallisoletana de la historia, a sus 42 años, regresa a la competición para disputar el Campeonato de España, el de Europa y el Mundial de veteranos

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Sábado, 3 de marzo 2018, 09:03

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Acaba de unirse en matrimonio civil con su pareja Nacho mientras su hija Carmen, de cuatro años, actuaba como testigo, y con ello cumple uno de sus principales anhelos vitales, pero Mayte Martínez lleva desde hace algunos meses preparándose en silencio y casi en soledad para otro reto personal: volver a la competición. Hace cinco años, en estas mismas páginas, Mayte confesaba que «hay un trocito de mi corazón que murió con la retirada y que será difícilmente reemplazable». Y está claro que no ha podido apartarse de la adrenalina de la competición y por ello, ahora, a sus esplendorosos 42 años se ha propuesto regresar a las pistas en la categoría de veteranos. Y además con el objetivo perfectamente centrado en alcanzar el podio tanto a nivel nacional, como europeo y mundial. Así pues, la mejor atleta vallisoletana de todos los tiempos, con medalla de bronce en dos Mundiales, dos platas en los Europeos, siempre en los 800 metros, y un sinfín de títulos nacionales y premios como el Reina Sofía o de El Norte de Castilla, se calza de nuevo las zapatillas de clavos y vuelve a la carga con una motivación y una ilusión a prueba de bombas para competir la semana que viene en el Campeonato de España de Veteranos, los días 21 y 22 de marzo en el Campeonato de Europa en Madrid y cerrar el año con el Mundial de veteranos, en septiembre, en Málaga.

–¿Qué le ha llevado a regresar a competición en la pista?

–Han sido una serie de factores que se han unido y que ha favorecido esta decisión. Primero la sensación de tristeza que me dejó abandonar el atletismo de élite por culpa de una lesión. Era una espinita que tenía clavada. Yotros motivos fueron encontrar tiempo para entrenar, el hecho de que el Europeo y el Mundial de veteranos se celebren en España, el apoyo fundamental de mi pareja Nacho y de mis padres y también de Juan Carlos Granados, al que le motivó la idea de mi regreso a las pistas con este triple reto.

–La política local, en la oposición, la Escuela de Atletismo, su hija Carmen, su pareja, sus negocios... ¿y aún le queda tiempo para entrenar?

–En la política se trabaja y mucho. Y eso que estoy en la oposición, sin responsabilidades de gobierno. Pero si algo tengo que agradecer a mis años de atleta es que me enseñó a organizarme. Antes, el entrenamiento era mi trabajo, ahora es mi ‘hobby’. Ytanto la dedicación a la política como al atletismo y a mi familia son tareas que me hacen sentirme orgullosa conmigo misma.

«Cuando volví a calzarme las zapatillas de clavos casi no sabía ni caminar con ellas»

–Es decir, además se divierte y disfruta. Le van a tener envidia.

–Todos los valores que aprendí con el atletismo, como el esfuerzo, la constancia, el trabajo o la disciplina me sirven ahora para el día a día. No es fácil entrenar sola en la pista, con frío y con lluvia, levantarse muy temprano para ir al gimnasio, etc, pero sinceramente gracias a ello me siento la mujer más feliz del mundo. También disfruto con mis responsabilidades políticas porque estas muy cerca de la gente y puedes ayudarles a hacer su vida mejor y por supuesto disfruto con mi pareja, con mi hija y con mi familia.

–¿Cuanto tiempo lleva entrenando para estar en forma y plantearse un reto tan serio como un Europeo o un Mundial?

–Creo que son unas diez semanas las que llevo preparándome en la pista. Nunca he dejado de hacer deporte y quizás por ello ha sido menos complicado ponerme a entrenar. Y lo bueno es que me siento como un toro, muscular y mentalmente, pero tengo que tener cuidado porque los años no perdonan. Entreno tres días sesiones de pista y el resto de pesas y gimnasio.

–Y seguramente habrá echado un ojo a sus posibles rivales para calibrar sus opciones.

–Antes no me preocupaba en absoluto de contra quien corría. Era Juan Carlos el que miraba los ranking, las marcas, etc., yo me limitaba a correr y punto, pero ahora, quizás debe ser la edad, sí que estoy pendiente de las inscripciones, de qué marca tienen y esas cosas.

–...¿Y...?

–Bueno, yo tengo actualmente en el 800 una marca de 2:21:30, pero estoy convencida de que bajaré unos segundos para el Campeonato de España y creo que tengo buenas perspectivas. Después, en el Europeo, en Madrid el 21 y 22 de marzo hay atletas con 2:16 y ahí será más complicado, pero voy a por la medalla. Yluego en el Mundial, en septiembre, en Málaga, será todavía más complicado, pero espero seguir bajando mi marca y luchar también por las medallas.

–¿Obsesión por las medallas?

–Siempre que corres lo haces para ganar. Eso se lo digo siempre a mis niñas en la Escuela de Atletismo. Hay que salir a darlo todo, a buscar el máximo y luego puede que haya otra atleta más rápida, pero tú debes siempre ir a dar lo máximo.

–¿Correrá solo los 800 metros?

–Valoramos la opción de hacer 400 y 800, pero tengo muy claro que la Mayte Martínez actual no tiene nada que ver con la atleta de entonces. Quizás, en los nacionales quizás probemos a doblar el 400 y el 800 si hay suficiente tiempo de descanso entre ambas pruebas. Pero luego en el Europeo no queremos forzar y solo haremos el 800 que es la distancia en la que mejor que manejo. Incluso hemos llegado a plantear la opción del 1.500 para el Mundial de septiembre, pero ya veremos.

«La San Silvestre podría ser una carrera popular urbana para finalizar el cross de las Doce Uvas»

–¿Qué sensaciones tuvo en la pista con las zapatillas de clavos?

–Pues fue bastante frustrante porque he entrenado sin clavos hasta hace unas semanas, en los que Juan Carlos me dijo que hiciese un par de series con los clavos de cara al Campeonato de Castilla y León. ¡Y casi no sabía andar! Me resultaban incómodos e hice peor tiempo que sin ellos... Y es que llevaba casi ocho años sin calzarme las zapatillas de clavos..

–¿Y no se resiente de las lesiones?

–Hay momentos de cierto dolor, pero se puede aguantar. Vamos con mucho cuidado para evitar cualquier percance. Soy consciente de que tengo 42 años y de que todo es diferente a mi etapa como profesional del atletismo, tanto mi cuerpo como los sistemas de entrenamiento. Por ejemplo, ante siempre entrenaba con liebre y gente que te marcaba los tiempos y te controlaba. Ahora lo hago yo sola, a base de fuerza de voluntad e ilusión. Yme gusta, me siento fenomenal.

–Ya ha competido en el Regional la semana pasada y con victoria en el 800 y el 400. ¿Como vivió esa jornada?

–Pues con los nervios propios de una novata. El momento de competir es muy tenso y todavía lo percibo como uno de los momentos más estresantes hasta que oyes el pistoletazo de salida. Estaban en las gradas mis padres, mi pareja –bueno ya mi marido–, mi hija Carmen y otros amigos. Había mucha tensión o al menos es lo que yo sentía. Además, en pista cubierta se oye todo. Nada más darse la salida mi familia gritaba ‘¡Mayte Mayte!’ , incluida mi hija y al terminar la carrera le dije: «Tu no tienes que decir ‘Mayte’ sino ‘mamá’, porque así sabré que eres tú la que me anima». Fue una jornada maravillosa.

–Y cómo ve el atletismo en Valladolid. Usted se retiró hace ocho años y desde entonces no ha habido relevo alguno...

–Hay que tener en cuenta que en mi etapa y anteriores se podía vivir del atletismo. Una elite muy numerosa, que no hacía falta ser campeón del mundo, ni europeo, podía hacer del atletismo una profesión, pero con la crisis todo se vino abajo. Antes, había atletas entre los diez primeros del ranking nacional que con una beca y unas carreras podía alcanzar los 1.500 euros al mes, pero ahora es imposible. El atletismo es muy sacrificado y hay muy poca recompensa, pero creo que está volviendo a resurgir y hay hornadas de jóvenes atletas que apuntan muy alto.

–En deporte femenino solo un porcentaje muy mínimo mantiene la actividad más allá de los 18 años...

–Ahora mismo, en las escuelas de atletismo hay muchísimas más chicas que chicos, pero es cierto que hay una edad crítica en las chicas. Quizás falten incentivos o facilidades para compatibilizar el deporte con estudios o trabajo, o también que faltan estructuras de clubes para acoger deportistas de esas edades. Lo importante es que cada vez hay más chicas en los clubes y eso puede ayudar a crear esas estructuras que sí existen en categoría masculina.

«La política municipal me encanta porque es cercana, cara a cara»

–Y las administraciones también tendrán que ayudar mucho más.

–No soy partidaria de las subvenciones directas porque el deporte, y menos el profesional, no puede vivir a expensas del dinero de todos los ciudadanos. Desde las instituciones sí que hay que promocionar y velar por el deporte, pero creo que se deberían implicar más las empresas privadas y para ello sería fundamental reformar la obsoleta Ley del Deporte y sacar a la luz una Ley del Mecenazgo que facilite a las empresas privadas la inversión en deporte, clubes, etc.

–Siempre ha sido implacable con el dopaje, ¿se ha reducido en la actualidad?

–Por desgracia, mientras se mueva dinero e intereses, siempre habrá dopaje, pero quizás ahora, además de mayores controles, se ha conseguido un mayor control indirecto de los atletas. El pasaporte biológico es sin duda un grandísimo avance. Si en mi época hubiera existido quizás ahora tendría alguna medalla más. Y en cuanto a las sanciones, creo que dos años por un primer dopaje es muy poco porque hay países donde, por desgracia debido a su bajo nivel de vida, les compensa arriesgarse.

–Y centrándonos en una cuestión concreta, ¿que ocurrirá con la San Silvestre vallisoletana?

–Es un tema difícil. Este año coincidía con el Cros de las Doce Uvas, que es una carrera que está en el ADN de Valladolid por su historia [Mayte Martínez ganó este cross en todas las categorías desde alevines] y hay que respetarla. Es complicado encontrar soluciones, pero se podría hacer una carrera popular dentro de Cros de las Doce Uvas que tuviese un carácter un poco más urbano. Desde el punto de vista de la política municipal, hay muchos intereses que hay que respetar y que son contrapuestos. Tenemos la suerte de contar con una ciudad muy deportiva con eventos de todo tipo durante todo el año, pero Valladolid no solo es deporte.

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