Derechazos a la covid en Palencia

Estigmatizado y vinculado con frecuencia a tramas y corruptelas, a ídolos con pies de barro y fortunas y ruinas fulgurantes, anda siempre contra las cuerdas y cerca de besar la lona, pero por más cuentas que le hagan, el boxeo termina por levantarse. En realidad nunca cae, sujeto por una afición a este deporte que no cesa, que siempre está latente. Y más cuando al cuadrilátero suben púgiles que persiguen la gloria de unos Juegos y no tienen a su alcance bolsas estratosféricas a lo Mayweather y Pacquiao. Es ese boxeo amateur un deporte con letras mayúsculas, desprovisto de parafernalias y merchandising, solo amalgama de técnica y físico, de estrategia y sufrimiento, de dolor y superación, como este domingo se pudo ver en el Pabellón Municipal de los Deportes de Palencia, donde un adversario invisible a los ojos pero poderoso de pegada, la covid, impidió la presencia de público en las gradas para asistir a los bellos combates de las finales de la Copa Iberdrola, para féminas, y de la Copa Presidente, para hombres, torneos que sirven para que, en la recta final del año, puedan enfrentarse los boxeadores amateur con mejor coeficiente según los resultados obtenidos a lo largo del año.

La organización había recibido más de mil peticiones para las 400 entradas de aforo que iban a permitirse en un principio, pero las medidas sanitarias obligaron finalmente a que los espectadores tuvieran que conformarse con seguir los combates a través del Facebook Live de LaLigaSportsTV, y la afluencia en Internet fue más que notable. También convenció Palencia a la Federación Española de Boxeo y a su presidente, Felipe Martínez, por la preparación del evento y el trato dispensado, de forma que no sería raro que el año próximo la capital palentina pueda albergar el Campeonato de España de Clubes, que en este 2020 se va a celebrar en el mes de diciembre en Los Alcázares (Murcia).

En el ring improvisado en el parqué del Pabellón Municipal de Deportes se enfrentaron los púgiles del equipo nacional que preparan los Juegos Olímpicos de Tokio con los mejores en el ranking nacional y que aspiran también a esa plaza olímpica. En la Copa Iberdrola, la jiennense Marta López se impuso en -48 kg a la cántabra Mari Luz Peral, en una decisión de los jueces dividida, y unánimes en sus veredictos como ganadores fueron con Isabel Rivero ante María Ángeles García (-51 kg); con la asturiana Laura Fuertes, frente a Lorena Martínez (-54 kg), y con Jennifer Fernández frente a su compañera en la residencia Blume Patricia Rodríguez (-57 kg), en un combate con tinte andaluz entre granadina y sevillana.

En la Copa Presidente, también en tres asaltos de tres minutos cada uno, el catalán Martín Molina se impuso al murciano Juan Carlos Sánchez (-49 kg); el campeón de Europa en -52 kg y clasificado ya para Tokio, Gabriel Escobar, ganó a Yazzid Ezzaidani, de la escuela Saltando Charcos de Burgos, en -52 kg; el leonés Antonio Barrul, a Ángel Seda, en -57 kg; José Quiles, también clasificado para Tokio, a Jonathan Javier Rosa, en -60 kg, y, finalmente, el asturiano David Hernández a David Ansotegui, de La Rioja, en -69 kg.