El Deporcyl cae ante el Xota en octavos de la Copa del Rey

Morir con las botas puestas. Pero no con las típicas marrones de vaquero, no. Con las botas de fútbol sala, de cordones y bien apretadas, para bailar sobre la cancha con el balón hasta el último segundo, después de poner contra las cuerdas a uno de los grandes de Primera División. Ayer el Deporcyl Guardo dio un recital de competitividad, lucha y entrega, sin Chochi desde la primera mitad por lesión y con la baja de Amrani por decisión técnica. Al rival es imposible ponerle un pero en su juego y aún así sufrieron, sobre todo en los últimos minutos.

Los de Mikel Diestro recibieron -a partido único- al colíder de División de Honor, el Osasuna Magna Xota, en octavos de final de la Copa del Rey. Los de Imanol Arregui dominaron el choque, sobre todo la primera parte y el encuentro concluyó con 2-4, inclinándose la balanza para los visitantes.

Antes del pitido inicial, la plantilla palentina entregó una placa a la viuda de Luis Payo, expresidente del Guardense, mientras toda la Bombonevera aplaudía para posteriormente guardar un minuto de silencio. Acto seguido, comenzó a rodar el balón por la cancha, con cuarenta minutos -a balón parado- de auténtico fútbol sala.

El conjunto navarro salió muy enchufado pero los de Diestro se dejaron los nervios en el vestuario y trataron de tú a tú al rival desde el primer minuto, que tardó nueve minutos en hacer el primero de la noche, obra de Alvarito, tras un robo en el centro y un rápido contraataque rival. Los palentinos no se vinieron abajo, ni mucho menos, pero la presión rival era muy fuerte y les costaba llegar a la portería contraria. Ya lo había advertido el técnico norteño, «que juegan de memoria», y así, como si tuvieran cada pase ensayado, se movían por la pista. Tuvo Kuin la oportunidad de reducir distancias, solo ante el portero, pero finalmente se llegó al descanso con 0-2.

El 1-3, obra de Bynho, sentaba como un jarro de agua fría a los norteños, que posteriormente reducían distancias con un tanto de Beto (1-3). No hubo tiempo para asimilar el gol palentino y soñar con la remontada porque Víctor anotó el cuarto para los visitantes a los pocos minutos. A falta de 4 minutos para el final, el Guardo comenzó a utilizar el portero jugador, reduciendo distancias con un golazo de Albertín. Los últimos minutos fueron de los guardenses, que pusieron contra las cuerdas a los navarros, pero el marcador concluyó con 2-4. Definitivamente, los norteños siguen con las botas puestas.