«Tendré que cancelar algún plan este verano»

Trabajo, esfuerzo, constancia y dedicación son los argumentos que han llevado al piragüista segoviano David Llorente a proclamarse campeón de España en Slalom Olímpico K-1. Quién se lo iba a decir. A sus 19 años, es su primer nacional absoluto, logrado frente a deportistas de más edad, de más nivel y por supuesto, mucho más rodados. Después de ocho meses sin competir por culpa de una lesión, David Llorente reaparecía. Lo hacía con ganas, con mucha ilusión, aunque no esperaba este desenlace, y con un grado de madurez propio de los grandes campeones. «Creo que ha sido una sorpresa para todos, para mí también, sobre todo después de tanto tiempo, mientras los demás venían de competir de un Mundial y tenían más nivel; el hecho de llegar así a estos campeonatos de España, prácticamente sin ninguna referencia... Yo firmaba hacerlo bien, pero parece que cuanto menos me lo espero, mejor me sale, como cuando el Mundial...», comentó el segoviano entre risas.

Ha vuelto con fuerza. Nunca se ha ido. Siempre ha estado ahí; trabajando duro para superar esa lesión en el hombro; alargando los plazos incluso para estar al cien por cien. No ha sido un camino fácil, sobre todo en este último mes, desde que los médicos le dieron el alta. «Quería ver y demostrar si podía competir al cien por cien», dijo David Llorente. La respuesta a esta cuestión es evidente y la ha contestado la propia competición, teniendo en cuenta el resultado obtenido.

«No me ha molestado para nada; no he tenido ningún problema y todo lo que hemos hecho para recuperarnos bien, ha sido lo correcto. Lo que más miedo me daba era empezar a remar y que surgieran molestias, pero la verdad es que una vez que me puse a competir, no pensaba en la lesión, sino en hacerlo lo mejor posible», a pesar de algún que otro nervio, sobre todo en la primera semifinal. Aún así, pese a los nervios y algún que otro despiste, siempre estuvo con los mejores, realizando muy buenas mangas.

Y tras lograr un nuevo éxito, el primer pensamiento fue para su familia, «que son los que me han animado en los malos momentos» y los hay cuando uno tiene que superar una lesión. «Hubo momentos en los que te planteas muchas cosas, y cómo vas a enfocar tu carrera...», confesó.

También tuvo palabras de agradecimiento para sus patrocinadores, como EPAL, la Universidad Isabel I y Salomon, además de las instituciones como la Diputación de Segovia y el Ayuntamiento de Palazuelos de Eresma.

Incluso hubo tiempo para la anécdota. David Llorente prefirió competir con su vieja piragua. Tenía previsto hacerlo con una nueva, pero llevaba seis meses sin subirse a una piragua, sin verse en vídeo... y de ahí la explicación. «No me daba la confianza necesaria, así que decidí competir con la antigua, con la que logré la plata en el Mundial y competí también en el Europeo; está más vieja y pesa más, pero podía ir rápido», añadió.

Ahora su vida ha dado un giro, y tendrá que cambiar sus planes para este verano. Le espera en agosto el Europeo sub-23 y luego, ya en septiembre, las dos Copas del Mundo. Es una motivación añadida el volverse a ver otra vez con los mejores del mundo. «La verdad es que llevaba el año tranquilo, sin mucha planificación, pero esto lo cambia todo; tendré que cancelar algún plan que tenía previsto para este verano con la familia y con los amigos, porque no contaba con esto, la verdad», añadió Llorente.

Bendito problema el que va a afrontar, aunque es una pena que no pueda estar en los Juegos Olímpicos, «sobre todo porque en mi categoría, no hay representación española, pero seguro que ya habrá más oportunidades». Tiene mucho tiempo por delante; el futuro es suyo, como el que también tiene un vecino suyo, David Burgos, que se proclamó campeón nacional de la categoría júnior en C-1.