«El boxeo es mi vida, lo que más me gusta; me encantaría poder vivir de ello»
La púgil segoviana Lara García busca la clasificación para el Mundial después de que el año pasado se lo perdiera por una apendicitis
nacho sáez
Domingo, 6 de septiembre 2015, 13:18
Todos los días Lara García (Segovia, 1987) cumple una misma rutina. Se ejercita en doble sesión de mañana y tarde mientras disfruta del deporte que, señala, es su vida, el boxeo. Que sea una de las mejores boxeadoras españolas y que opte a ir a Mundiales y a los Juegos Olímpicos no significa, sin embargo, que tenga una dedicación exclusiva al deporte, aunque le gustaría. También trabaja. Lo hace desde ocho años en la Academia de Artillería, donde se muestran orgullosos de tenerla entre sus filas. «Lara, campeona de España de boxeo, da el pregón de las fiestas de Torrecaballeros. Enhorabuena!!!», publicó hace unos días en su cuenta de Twitter la bicentenaria institución militar. «Muchísimas gracias por todo el apoyo y cariño!! Así da gusto!!», respondió ella.
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El aliento que recibe tanto de sus compañeros de trabajo como de los del gimnasio donde entrena y de su familia le ayudan a sobrellevar unas jornadas agotadoras. Compatibiliza su trabajo en la Academia de Artillería con las sesiones de entrenamiento que realiza todos los días. Por la mañana, es el momento para el trabajo físico, y por la tarde para la técnica y la táctica. Todos los días. Ahora con menos agobio porque se encuentra de vacaciones en la Academia de Artillería. «Al final del día estoy sin fuerzas», subraya.
Sin embargo, por encima de los sacrificios que tiene que realizar, emerge una chica que es feliz con lo que hace. «El boxeo es mi vida. Antes jugaba al fútbol, he practicado taekwondo y kick-boxing... Pero haber encontrado el boxeo ha sido muy importante para mí. Siempre estoy deseando que lleguen los entrenamientos porque es lo que más me gusta. Me encantaría poder vivir de ello», explica antes de uno de sus entrenamientos en el centro Fight Club Segovia, en la calle Alamillo 10, donde comparte sus sueños pugilísticos con otros jóvenes boxeadores que, asegura, «me cuidan mucho». Todos, eso sí, son chicos. Ilya Shramovych, Caio Gurgel... Lara es la única chica y si quiere guantear con otras chicas se tiene que ir a Madrid o a Salamanca.
No lo ha tenido fácil, pero ha conseguido llegar a la selección española, con la que ya ha participado en varias citas internacionales y con la que dentro de unos días viajará a Alemania para competir en un torneo en el que estarán algunas de las mejores boxeadoras del mundo. La persona más importante en la progresión que ha llevado ha sido su entrenador, Diego Uceta. «Yo veía difícil alcanzar la selección española, pero si lo he conseguido ha sido gracias a él, que siempre ha confiado en mí. Además, siempre es el primero que está en el gimnasio a las siete y media de la mañana para que todo esté preparado», explica la boxeadora segoviana.
El ambiente que respira está alejado, según remarca ella misma, de los malos hábitos con los que siempre se ha vinculado al boxeo. «Aquí en el gimnasio somos como una familia. A mis compañeros les considero algo más que eso. Son mis compañeros, mis amigos y como una familia más para mí. Aquí no hay nada de los falsos mitos, como que los niños que practican el boxeo se vuelven violentos; o que te quedas tonto de recibir tantos golpes en la cabeza», argumenta. Ella, además, siempre contó con el respaldo de su familia. «Mis padres siempre me han apoyado. Me han acompañado a muchos viajes (a Marruecos, a Chipre...) y siempre me han animado; incluso a pesar de que a veces nos hemos tenido que pagar nosotros mismos los viajes», cuenta.
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Una cita en rojo
El entorno que rodea a Lara le permite afrontar con la tranquilidad necesaria la planificación de los entrenamientos y las competiciones. Una tarea en la que hay subrayada en rojo una cita: el Mundial. La púgil segoviana se perdió el último por culpa de una inoportuna apendicitis y quiere resarcirse. Es su objetivo más inmediato en el marco de una preparación en la que, al margen de trabajar la técnica, la táctica y sus movimientos, tiene que llevar a cabo una labor que requiere importantes dosis de sacrificio y un estudio que se podría decir que debe ser minucioso. Debe bajar de 54 kilos a 51.
Es una premisa ineludible si quiere tener opciones de participar dentro de un año en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. El boxeo olímpico tan solo tiene tres categorías (menos 51 kilos, menos 60 y menos 75) y Lara se tiene que asimilar a una de ellas si quiere estar en Río.
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Se encuentra en ello. Todavía le falta por perder un par de kilos, según ella misma explica para estar en 51, pero siente que se encuentra en un buen estado de forma y que lo puede acabar consiguiendo. Aparentemente puede parecer una tarea menor bajar tres kilos, pero en su caso tiene que tener en cuenta una serie de factores que pueden determinar que siga siendo una de las mejores boxeadoras del panorama nacional o que deje de pertenecer a esa élite. Recientemente consiguió la medalla de plata en el campeonato de España, mientras que el año pasado se proclamó campeona nacional tanto a nivel individual como de clubes, lo que la llevó a convertirse en una habitual de las convocatorias de la selección española para las competiciones internacionales.
Test
Por eso, la adaptación a su nueva categoría no es un trámite. «Tengo que ser cuidadosa porque podría perder potencia, fuerza física...», asevera. De momento, el trabajo que está realizando marcha por buen camino («Me encuentro bien de forma», afirma) y el torneo en Alemania en el que va a participar entre los días 20 y 27 de este mes le va a servir de test. No tiene demasiadas ocasiones de probarse porque las veladas en Segovia escasean y su entrenador le tiene que andar buscando combates que no les supongan un desembolso económico importante. Esta semana le avisaron de que a lo mejor peleaba ayer en una velada en Salamanca, pero el viernes aún no lo sabía seguro.
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Pero la boxeadora segoviana sigue a pies juntillas los consejos que le da Diego Uceta y espera que dentro de unos meses obtengan juntos el premio de poder acudir al Mundial; a esa cita que se perdieron en Corea del Sur en noviembre del año pasado. El siguiente paso sería lograr el pase para los Juegos Olímpicos, pero ni la propia Lara controla del todo los resultados que tiene que lograr para estar en la cita del próximo verano en Río de Janeiro. «Creo que tengo que estar en un determinado puesto del ranking, pero no sé exactamente en cuál. Primero a ver si me clasifico para el Mundial y luego a ver si consigo un buen puesto en él para poder optar a ir a los Juegos», concede.
No se la ve preocupada por esta cuestión. Hace unos días se cruzó por Segovia con el atleta Javier Guerra, que en el reciente Mundial de atletismo de Pekín ya selló su clasificación para los Juegos en la prueba de maratón, y ambos bromearon sobre la posibilidad de que coincidan en la cita olímpica de Río de Janeiro. «Ahora te toca a ti», le dijo Guerra en el transcurso de una conversación en la que Lara se mostró sonriente y dio la enhorabuena al atleta por su decimotercer puesto en el Mundial.
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Competencia
Lara también está tranquila porque, según explica, el resto de boxeadoras de su nivel también están embarcadas en la tarea de asimilarse a alguno de los pesos olímpicos. A ella, además, le da confianza el resultado que consiguió en el Torneo Internacional Boxam, celebrado en Cartagena, donde se alzó con la medalla de bronce al ganar primero a la alemana Azize Nimani por 2:0 y caer en semifinales con la rusa Elena Savelyeva. «Hice un buen papel en Boxam y creo que puedo llegar a lo que estamos buscando», remata.
Pero mientras termina de cerrar su clasificación para el Mundial quiere seguir disfrutando junto a sus compañeros del Fight Club Segovia, a los que también ve con posibilidades de hacer cosas importantes. El trabajo está siendo bueno, como lo demuestra el hecho de que tanto ella como Ilya Shramovych han sido incluidos en la nómina de elegidos por la Junta de Castilla y León en sus Premios a la Excelencia Deportiva, que han sustituido este año a las becas Relevo y Castilla y León Olímpica y Paralímpica qu tradicionalmente concedía la administración autonómica.
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Forman parte del Fight Club Segovia alrededor de una quince de miembros («Cada vez se va animando más gente», subraya Lara), pero lamentan las escasas veladas que pueden celebrar en la ciudad a lo largo del año. «Valen mucho dinero para los apoyos que hay y no podemos hacer las que nos gustaría», concluye Lara, sin duda la gran esperanza para que el boxeo tome un nuevo impulso en Segovia. Ella está en ello, aunque reivindica también para concluir el protagonismo que merecen sus compañeros Shramovych o Caio Gurgel, entre otros. El boxeo quiere volver a pisar fuerte otra vez en Segovia.
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