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Nacho Huertas, del Villarrobledo, ensaya un disparo a portería. Pedrán Lozano
El Villarrobledo, una huida hacia delante frente a los impagos

El Villarrobledo, una huida hacia delante frente a los impagos

FÚTBOL ·

El rival de la Segoviana en el 'play off', con una deuda de 250.000 euros, esgrime experiencia y fortaleza de grupo

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Jueves, 6 de junio 2019, 20:17

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La plantilla del Villarrobledo lleva seis meses sin cobrar. Antes de que la junta directiva, liderada por José Antonio Duro, dimitiera, el vestuario se había hartado de mentiras. El mandatario se fue diciendo que hubiera fulminado al entrenador, Jesús Castellanos, contratado una semana antes de arrancar la temporada por desavenencias con su antecesor. «No había nada de feeling», subraya cortés el técnico albaceteño. «Ha dejado el club para que desapareciese». Por medio, una deuda de 250.000 euros, no solo a Hacienda o Seguridad Social, sino a las instituciones federativas. El bloqueo de fondos y las denuncias de jugadores provocaron que lo que hoy es un firme candidato a ascender a Segunda B haya jugado partidos con 11 jugadores convocados. En la hora más difícil, uno de los veteranos se hizo con las riendas y la unión del vestuario obró el resto. «Nos hemos mentalizado. Para nosotros, es una huida hacia delante. Y no queremos quedarnos aquí».

Con algo más de 25.000 habitantes, Villarrobledo es la tercera localidad albaceteña más poblada. Su tradición es solida pese a no haber ascendido nunca a Segunda B. Cuando no existía esta categoría, logró subir a Segunda División en la temporada 1960-61, dejando por el camino al Castellón, y se convirtió en uno de los pocos clubes manchegos en jugar en la división de plata. Fue poco después de su fundación, en 1958. Perdería la categoría al año siguiente, se refundó en 1971 y regresó a Tercera, donde milita desde 1980. La entidad llegó a tener sección de balonmano y baloncesto.

Castellanos habla de la inestabilidad de la Tercera, de no saber qué pasará al año siguiente, y esgrime un estadio «apetecible», con aforo para 6.000 espectadores y césped natural. «Es un histórico que no ha acabado de dar el salto, pero siempre lo intenta». El club refleja ese espíritu orgulloso de pueblo frente a otras localidades como Almansa o Hellín, con una identidad más urbana. Su economía la marca la viña. El fútbol es una identidad para una población trabajadora, principalmente en el campo. Y que además acoge a medio millón de personas en su festival Viña Rock, su gran escaparate nacional.

Su lista de trofeos no es extensa –su único campeonato en Tercera fue en la temporada 2011-12– pero exhibirá una camiseta de José Antonio Reyes con el Extremadura, que donó el jugador antes de fallecer la semana pasada. El club pensaba sortearla, pero la expondrá en un lugar de honor.

Tres años rozando el ascenso

Temporada 2018-19. El club termina tercero de su grupo y supera en la primera ronda al Olímpic de Xàtiva, ganando la vuelta 0-3.

Temporada 2017-18. El cuadro albaceteño se quedó a un paso de ascender. Terminó segundo de su grupo y superó las dos primeras rondas sin conocer la derrota. Primero, al Lanzarote (3-1 global) y, después, al Escobedo (4-1 global), cántabro. Claudicaría en la final ante el Almería B tras encajar un 3-6 en el duelo de ida que determinó su posterior derrota en la vuelta (2-0) ante el filial andaluz.

Temporada 2016-17. El Villarrobledo acaba tercero de su grupo y supera sin apuros la primera ronda ante el CD Cortes, navarro. Acaba cediendo en la segunda ante el Náxara, riojano, en los penaltis tras empatar a uno los dos encuentros de la eliminatoria.

«Es un equipo de pueblo y tiene que ser de sus aficionados. Un sitio muy exigente, como su gente, acostumbrada a trabajar. Salgan como salgan las cosas, te piden que no falte el esfuerzo», incide Castellanos, que resalta el mérito de sobreponerse a las circunstancias. «En diciembre no sabíamos si se iba a continuar». Bernardo de la Cruz, alias Berni, uno de los jugadores más enraizados, cogió las riendas de la directiva junto a su hermano. «Le ha dado la vuelta a la tortilla, ha implicado a mucha gente y creo que al final vamos a solucionarlo».

El club compitió con el Socuéllamos –ha quedado a 16 puntos– por el campeonato del grupo XVIII. Todo se precipitó y tuvo que tirar de los dos porteros o los juveniles para presentarse a ciertos partidos. Pese a ir segundos a tres puntos del liderato en el parón navideño, el ambiente no podía ser más negativo. «Yo me iba a quedar en mi casa», reconoce el técnico. Las denuncias, por sueldos del año anterior, se han solventado por la nueva directiva y la buena voluntad de la plantilla. «La gente se ha comprometido a nivel económico y a nivel deportivo. Y hemos sido segundos empatados. Es algo que se pondrá en valor cuando pase el tiempo».

Castellanos agradece el compromiso del grupo. «No valen las excusas. Si decidimos estar, lo hacemos con todas las consecuencias. No es lo mismo quedar el décimo que estar arriba». Habla de una labor complicada, con pupilos que no pueden pagar el coche o el alquiler. Y las puertas que se cerró el presidente, al que define como «soberbio y mal perdedor», se abren de nuevo a un club que no ha perdido la esperanza.

La Segoviana llena el autobús de aficionados

La Gimnástica Segoviana contará, al menos, con medio centenar de aficionados para su desplazamiento de este sábado a tierras manchegas para medirse al Villarrobledo en el partido de ida de la segunda ronda –semifinales– del 'play off' de ascenso a Segunda División B.

La delegación de aficionados partirá a las 9:30 horas de Nueva Segovia, junto al bar Cancha 17, y regresará a la conclusión del partido, que arrancará a las 19:30 horas en el municipal albaceteño de Nuestra Señora de la Caridad.

El Villarrobledo mantiene el bloque que llegó a la final del 'play off' de ascenso del año pasado, que cedió ante el Almería B en apenas 13 minutos, lo que tardó el cuadro andaluz en poner el 0-3 en la ida. Aquel duelo acabaría 3-6 y los manchegos no tuvieron opción en la vuelta. El antecedente está claro y la lección, aprendida. «Cuando uno está mal, no puede perder la eliminatoria en cinco minutos. Hay que recomponerse». El hambre en el vestuario es claro, como demeustra su victoria en la primera ronda ante el Olímpic de Xàtiva, venciendo 0-3 en casa del potente cuadro valenciano.

Es la prueba de un equipo sólido, con buen toque de balón y peligroso a balón parado. «No renunciamos a lo que somos. Sabemos lo que tenemos enfrente, pero no nos condiciona». Castellanos está contento con el cruce ante la Segoviana. «Quería un buen campo y es un rival al que se le puede jugar de tú a tú. Ya veremos qué puede hacer cada uno». La que arranca mañana será la séptima eliminatoria en las tres últimas temporadas para un equipo con un espíritu hercúleo.

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