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Anel se dispone a cabecear una acción a balón parado en El Hospital.

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Anel se dispone a cabecear una acción a balón parado en El Hospital. Antonio Tanarro

Ivi quiebra la resistencia granjeña y resuelve un derbi peleado (0-1)

FÚTBOL ·

La Segoviana gana en El Hospital ante un rival que resistió hasta el tramo final y duerme en el liderato de Tercera

LUIS JAVIER GONZÁLEZ

Real Sitio

Sábado, 13 de octubre 2018, 23:14

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A la Segoviana se le escurren los minutos en el Real Sitio, más de 200 sin marcar a domicilio, e Ivi martillea el césped de El Hospital tras mandar a las nubes un tiro propicio en área chica. Quizás el último. Es entonces cuando el delantero se redime. Recibe por el perfil izquierdo, exhibe velocidad y conducción antes de plantarse en los primeros metros del área, regatear, perfilarse con maestría y colocar el balón al segundo palo con un delicioso disparo raso que venció, 82 minutos después, la resistencia de Lorenzo. «La he tirado fuera, pero he sabido volver a meterme en el partido», valoró después. En el último derbi oficial, en 2015, Ivi era un talento potencial rumbo a Valladolid. Con muchas lesiones de por medio, ayer rubricó sus primeros galones en una cita clave.

CD La Granja

Lorenzo, Alfonso Mateos, David, Pluma, Berrocal (Aguirre, min. 87), Juli, Mario, Velasco, Koby, Guty (Piti, min. 68) y Gabi (Dani Lázaro, min. 58).

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Gimnástica Segoviana

Facundo, Charly, Rubén, Javi Marcos, Anel, Manu (De la Mata, min. 77), Kike, Arribas, min. 62), Domingo, Mika, Calleja y Dani Abad (Ivi, min. 56).

  • GOLES. 0-1 (min. 82) Ivi

  • áRBITRO. Manso Rojas, asistido por Vásquez Molina y Fernández Rincón. Amonestó a Mario por La Granja y Dani Abad y Calleja en la Segoviana.

Como marcaba el guión, la Segoviana inclinó el campo desde el principio. El problema de los azulgrana era qué hacer en el balcón del área rival sin Conde y Asier, lesionados, los jugadores que han marcado las diferencias. Manu González puso a Mika como nueve titular tras convencer ante el Ávila, mensaje claro de que preveía un partido complejo. El derbi era es una acumulación de pequeñas batallas individuales y la primera la libraron Mateos y Dani Abad. El extremo, que disfrutaba de la primera titularidad, es una perla apreciada por el club. Ayudado con las incorporaciones de Rubén, dieron trabajo de lo lindo al lateral diestro, que llegó a jugar partidos de 'play off' como titular como azulgrana. La Granja, que no dio la titularidad a Dani Lázaro, aspiraba a la contra certera y a que las cabalgadas generosas de Gabi insuflaran oxígeno y crearan dudas en la zaga rival.

Sin grandes huecos por el centro, mérito de la compacta zaga granjeña, el balón parado se convirtió en el quebradero de cabeza de los locales entre el racheado e incierto viento que dibujaba sus caprichosas trayectorias. Y los problemas tenían que llegar. Al son de las indicaciones de González pidiendo más intensidad, la primera ocasión llegó pasado el cuarto de hora en un córner algo pasado que no pudo embolsar Lorenzo. El caos se apoderó del área chica y los locales salvaron milagrosamente bajo palos los remates a bocajarro de Anel y Kike.

Se repetiría la secuencia y Calleja ensayó una diablura tras otra. El atacante gimnástico probó con un saque de esquina que amagó con ser olímpico -despejó atento el meta- y una amalgama de faltas. Loren se encontró un bote muy cercano que logró placar con el pecho para luego desviar el rechace de Abad. Minutos después, Calleja optó por un centro chut que se pasó en diagonal como dinamita en un pasillo repleto de gasolina. Nadie acertó a meter el pie y el esférico se marchó fuera.

El viento le recordó a Lorenzo que el paso por el descanso no había aliviado su tarea. Se las deseó para embolsar un globo elevadísimo de Calleja y tuvo que golpearse la espalda con el palo. La Granja esgrimió pólvora con una contra muy bien tejida por Gabi, feliz con el balón cosido a los pies. Los granjeños desplegaron a Guty y Koby, que enganchó un disparo cruzado que se marchó lamiendo el poste. Ahí tuvo la bala de plata el club del Real Sitio.

«No marcar habría sido demasiado castigo para nuestros méritos»

«He tenido muchas dudas», reconoció el entrenador de la Segoviana, Manu González, a la hora de alinear de inicio a Mika o a Ivi en la delantera. «Seguramente serán los del banquillo los que tengan que abrir la lata», le dijo al segoviano. Finalmente, decidieron el choque juntos en una varíente táctica ya entrenada y que gana enteros, aunque no cambie el dibujo y el cántabro se desplace al costado. «Ha sido un partido muy complicado, ellos han competido a las mil maravillas y nos han cerrado los espacios por dentro. El paso del partido dictaba que a lo mejor en un fallo nuestro pudieran aprovecharlo, pero hemos estado muy bien en defensa».

Como ante el Ávila, el mensaje en el descanso fue positivo. «No hemos jugado tan directos como se podía prever en los últimos minutos, hemos seguido intentándolo y la jugada del gol ha sido perfecta. No haber marcado hubiese sido un castigo demasiado serio para los méritos que hemos hecho». El técnico explicó las bajas de Adrián, que se resintió en el calentamiento, y Conde. «Hemos preferido no arriesgar, la temporada es muy larga y tenemos una plantilla amplia».

Con José Luis Segovia sancionado, el segundo entrenador de La Granja, Dani Tejedor aplaudió el esfuerzo de sus jugadores pese a que la primera victoria sigue siendo esquiva. «Sabíamos que venía un equipazo pero confiábamos en nuestras armas». El técnico explicó el cambio de Gabi, el mejor de los locales. «Ha trabajado mucho en el centro sobre Manu y hemos creído que con la velocidad de Lázaro podíamos darle una vuelta. Confiábamos en llegar al final con opciones pero al final ha sido al revés y se han adelantado ellos».

Y salieron al campo las dos grandes bazas del banquillo. González dio entrada a Ivi sin quitar a Mika, una dupla que no ha jugado muchos minutos juntos, y José Luis Segovia, sancionado en el tejadillo del estadio, metió a Dani Lázaro en lugar del talentoso Gabi. El punta se colocó en el costado para testar las habilidades de Charly en el lateral derecho, reemplazando al lesionado Adrián, uno de los incuestionables de la alineación gimnástica. No le suplió en profundidad ofensiva pero salvó la papeleta con nota atrás.

Y, de repente, La Granja se animaba a presionar a la Segoviana, forzada a conceder un saque de banda para salir del embrollo. La presencia de Lázaro es un aviso para cualquier zaga y los visitantes perdían fuelle con los minutos. La frescura de Ivi era necesaria para un ataque que pecaba de previsible. Y pareció verlo Dani Arribas, que probó una chilena desde fuera del área. El suspense dominaba la escena y el público se empapó de esa tensión. Cuando Ivi marcó en fuera de juego tras una acción de Mika -ambos mejoraron juntos, con el cántabro perfilado a la izquierda- y Lorenzo por los suelos, el grito de celebración de la afición gimnástica, interrumpido por el banderín del auxiliar, fue un gesto de alivio.

Mateos, a la izquierda, pelea el balón ante Dani Abad.
Mateos, a la izquierda, pelea el balón ante Dani Abad. Antonio Tanarro

Y así llegó el partido a los últimos compases. Nadie desdeña el valor de un empate, pero la Segoviana hizo valer su ambición. El destino puso el foco del encuentro en Ivi, que respondió al envite. La ecuación del 9 es una de las incógnitas de la plantilla y a su movilidad, su gran virtud, ya añade tres goles. La Segoviana aguantó el marcador sin grandes apuros ante un rival sin margen táctico y anímico, ni tampoco temporal, para un plan alternativo. En días así es cuando se exhibe fondo de armario; incluso con las bajas y necesitando sustituir a Manu, sale Juan de la Mata para silenciar cualquier alarma. Así que el partido murió en el córner de La Granja. No hubo premio para los granjeños, pero su despliegue no hace más que dar valor al triunfo azulgrana.

Tras dos empates seguidos a domicilio, la Segoviana duerme en el liderato a la espera de que Ávila y Arandina disputen hoy sus compromisos. Por su parte, La Granja salva todavía fuera del descenso un calendario muy exigente, contra seis equipos del top-12 de la tabla en las siete primeras jornadas. La fiesta de fútbol que vivieron ayer les recordó por qué valía la pena un ascenso.

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