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Otra vez a las puertas del deseo
El CD La Granja, que reclamó un penalti en los últimos instantes, no pasó del empate sin goles frente a la Cebrereña
Cuando dos equipos tienen la necesidad imperiosa de ganar, y están con las urgencias de salir de las posiciones de peligro, como es el caso del CD La Granja y la Cebrereña, pueden suceder muchas cosas. Que ninguno quiera perder y el partido tenga más emoción que juego, que se vuelva loco, o como pasó ayer en el campo de El Hospital en los últimos diez minutos, con otra jugada de esas para la polémica. En los últimos compases del choque, Dani Lázaro rompió por velocidad tras un pase en largo de Trujillo, encaró al portero, lo dribló y cayó. Para muchos, penalti claro. Para los visitantes, no tanto. Para el colegiado, tampoco. Y el CD La Granja vuelve a quedarse otra vez con las ganas, con un punto más, eso sí, y sin saber lo que es ganar en su campo.
CD La Granja
Trujillo, Alfonso Mateos, David, Pluma, Kike, Juli, Koby (Mario, min. 53), Guty (Aguirre, min. 72), Dani Lázaro, Terleira y Gabi (Choflas, min. 65).
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Cebrereña
Alberto, Garrido, Mario, Dani Tena, Ruba, Fer Albín, Diego Pérez, Pablo (Víctor, min. 65), Guille (Súper, min. 79), Perdi y Diego Pose (Juanma, min. 57).
No será porque no lo intenta, ni le pone ganas, voluntad. Es verdad que en algunos momentos puede ser que impere la ansiedad y los nervios; es verdad también que esa primera parte no fue brillante y también lo es que el conjunto que entrena José Luis Segovia trató de jugar el balón, de controlar el juego. Al final es una cuestión de que la pelota entre y se sumen los tres puntos, y en eso, de momento, no está acertado.
Ante las bajas por sanción de Alfonso Berrocal y Pau Crespo ( ya la ya conocida de Velasco), el técnico local apostó por un centro del campo compuesto por Guty, Terleira y Juli (como pivote defensivo), con Dani Lázaro, Koby y Gabi alternando sus posiciones en el ataque del conjunto granjeño.
Sin ser minutos brillantes, fue el conjunto granjeño el que propuso sus ideas desde el principio;un saque de esquina que llegó como consecuencia de un fallo del guardameta a la hora de despejar el balón; un fuera de juego (protestado) a Dani Lázaro, otra jugada del propio atacante local... Pero ningún lanzamiento a portería entre los tres palos en esa primera media hora de partido, ni de unos, ni de otros, para mayor tranquilidad de los guardametas.
La Cebrereña, que contó finalmente con la baja de David Terleira, su máximo realizador tuvo su primera ocasión en el minuto 35, en un lanzamiento de falta directa de Fer Albín que salió alto. Tampoco el guardameta Trujillo (titular en esta ocasión) pasó por momentos de agobio. Y cuando tuvo que intervenir lo hizo con seguridad.
La ocasión más clara para el CD La Granja llegó poco después, cuando Koby se plantó delante del guardameta visitante, pero no estuvo acertado en la definición y dio tiempo al portero Alberto a resolver con acierto la situación. La siguiente jugada de peligro llegó como consecuencia de una falta indirecta dentro del área por juego peligroso. Gabi intentó meter la cabeza con toda su alma para un remate, pero se llevó una patada en la cara de un contrario. Algún aficionado se frotaba las manos (y eso que no hacía mala temperatura) creyendo que el colegiado había pitado penalti. Pues no. El propio Koby tuvo después otra oportunidad, pero su lanzamiento lo detuvo el guardameta Alberto, y con empate a cero se llegó al descanso. Había que controlar los nervios y procurar no cometer errores.
La segunda parte prometía emociones fuertes. Y emoción sí hubo, sobre todo porque ninguno de los dos equipos conseguía romper el partido. Salió algo mejor la Cebrereña en el inicio de los vestuarios, pero poco a poco fue el conjunto local el que de nuevo tomó la iniciativa. José Luis Segovia buscó con los cambios reactivar el juego de su equipo. En esos primeros minutos había dado entrada a Mario Suárez por Koby, después buscó mayor presencia ofensiva con Choflas y más tarde dio entrada a Aguirre. Terleira puso un punto de emoción en un remate lejano ante una salida del guardameta de la Cebrereña y poco después, en el otro área, era Trujillo el que detenía con seguridad un lanzamiento de Perdi. Aunque ha pasado el tiempo, alguno se acordaba del partido que perdió en el último suspiro frente al Santa Marta.
Los últimos diez minutos del partido fueron más locos, más animados. y con más llegadas a las áreas, muy de agradecer. Lo volvió a intentar Dani Lázaro, pero su remate lo atrapó con dificultades el portero visitante. También lo intentaron Aguirre, Choflas... hasta que llegó la última acción de Dani Lázaro, una jugada en la que el conjunto local se llevó las manos a la cabeza tras reclamar un penalti. Había roto por velocidad a su marcador, encaró al guardameta, lo dribló y cayó. El colegiado indicó saque de puerta ante las protestas de la afición y del banquillo de los locales. Ni en eso tuvo suerte. Y es que apenas había tiempo para más. Sin goles, con un punto más, aunque con la sensación de haber dejado escapar otra oportunidad.