Peli y Cuadri, el orgulllo granjeño de los descartes de la Segoviana

Cuadri, madrileño, se formó en el Rayo Majadahonda o en el Alcorcón. Hace dos años, se fue a la Cultural Leonesa y el curso pasado lo jugó como juvenil en División de Honor con el Almendralejo, extremeño. Con la ayuda de su representante, la Segoviana le llamó en verano para hacer la pretemporada y él, aunque tenía otras opciones, dio el visto bueno. «Es un equipo que siempre está arriba, lucha por Segunda B. Era una opción perfecta».

Él habla de un cuerpo técnico muy bueno y un equipo «unido, bien armado y con grandes jugadores». Relata la experiencia de un vestuario y talentoso. «Era bastante difícil hacerse un hueco. Mi idea era quedarme y buscar allí minutos como fuera, lucharlo, pero la verdad es que estaban todos los puestos bastante cubiertos». Cuadri es un perfil polivalente por la banda derecha: extremo, lateral o carrilero. «Soy un jugador rápido, con llegada y hago mucha carrera».

A sus 19 años, Cuadri acepta no haberse quedado en la plantilla. «Siendo un jugador tan joven, por unas cosas o por otras... Ellos tienen una plantilla muy reducida y yo creía que me iban a firmar». No fue así y la Segoviana le ofreció jugar con el Turégano en Regional, con el que tiene un convenio de filialidad. A una semana para empezar la liga de Tercera, llamó La Granja.

Tocaba decidir entre esperar su momento, sin certezas, en la Segoviana o buscar minutos ya. «Me hacían ficha con el filial, pero nunca me prometían nada. No sabía si me iban a subir o no. Prefería ir a La Granja y jugar todos los minutos posibles para seguir creciendo. Además, siendo de Madrid, el Turégano me pillaba muy lejos». Cuadri pone en valor el proyecto de La Granja. «Casi todos los jugadores somos nuevos. Al principio ha sido un poco difícil, pero nos estamos encontrando mejor y yo creo que esto lo sacamos adelante».

Cuadri subraya su motivación por demostrar a la Segoviana que se equivocó dejándole salir. «Por supuesto. Es lógico, ¿no? Si puedo tener un partido perfecto, que sea mañana. Yo sabía que quedarme en la Segoviana iba a ser difícil, pero a un jugador le gusta hacer buenos partidos contra un equipo grande».

Peli empezó en el Unami de fútbol sala como prebenjamín. Llegó a la Segoviana cuando pasó a cadete y disputó temporadas en Regional y en Nacional. Este extremo pelirrojo disfrutó de muchos minutos en la última pretemporada con el primer equipo: «Es una experiencia más, con duros y bonitos partidos en los que se aprende mucho. No tiene nada que ver la categoría Nacional juvenil con un Tercera. Hay gente muy experimentada y hay que adaptarse».

Su circunstancia fue la misma que la de Cuadri. «Es un tema pasado, son decisiones comprensibles que tienen que tomar los entrenadores y la directiva. Estaba claro que era muy difícil hacerse hueco en una plantilla de tan grandes jugadores, pero al final, sinceramente, perdimos la ilusión cuando nos comunicaron que la intención era tener ficha del filial. Y, por tanto, no aceptamos. Prefería buscar otras opciones, surgió La Granja y acepté».

Peli agradece haber tenido siempre «vestuarios excelentes» en la Segoviana. «Nadie es imprescindible, por lo que el puesto siempre hay que lucharlo. Por ejemplo, este año no estoy jugando los minutos que a mí me gustaría, pero poco a poco intentaré ganármelos. Me centro en conseguir lo mejor para mi y para mi equipo. Ahora mismo, cada partido para nosotros es una final y lucharemos por dejar este equipo en Tercera». Y rebaja la importancia del duelo de mañana. «Es un partido muy difícil, pero después del palo de Almazán [7-1], toca levantar la cabeza y seguir adelante. Cualquier punto es oro para nosotros y en casa no se nos pueden escapar».