El nuevo grupo inversor de la Segoviana: «Hay que elegir entre pasado y futuro»
FÚTBOL ·
El representante de jugadores José Sánchez Parra lidera un plan para comprar la Segoviana con el exjugador argentino 'Pipa' GancedoLa metáfora de Mahoma y la montaña tiene infinidad de aplicaciones. El representante de jugadores, José Sánchez Parra, la usó ayer sin citar expresamente al profeta. Fue el lema de la propuesta de su grupo inversor, presentada a la asamblea de socios de la Gimnástica Segoviana en el salón de actos del instituto Andrés Laguna. Un grupo del que es cabeza visible y que tiene a Leonel 'Pipa' Gancedo, exjugador de Osasuna y Murcia en la pasada década, como inversor referente.
En su propuesta, sin apenas concreciones, sitúa a los socios ante la disyuntiva de arriesgarse a un futuro incierto con la conversión del club en Sociedad Anónima Deportiva (SAD) o seguir en la certeza de un presente discreto.
Sánchez Parra, socio del club, reivindicó su trayectoria de 12 años en un proyecto de Cáritas y su trabajo en un centro de formación de inmigrantes. «La cuestión social es importante. Para mí, es lo que más me motiva». Almeriense nacido en Huércal-Overa, emigró con su familia a argentina y regresó a Madrid en 1986. Profesor universitario, impartió clase en el Domingo de Soto y esgrime una estrecha relación con Segovia.
«Yo soy el que pilota este proyecto, pero detrás de mí hay muchas personas. Somos un montón de gente que piensa cómo diseñar el futuro», subrayó. El plan incluye a Ángel Cappa, un referente del fútbol argentino como exjugador y entrenador, y Emilio Cruz, un empresario que entrenó, entre otros, al Atlético de Madrid y a la Segoviana. «El camino en 2020 es distinto al que había hace 91 [la vida del club] o 157 años. Piensen en diferentes industrias como la automoción o la farmacia. No es que la industria del fútbol se adapte a la Segoviana, sino que la Segoviana se adapte, si lo que se pretende es llegar al fútbol profesional [Primera y Segunda División]. Se presentan dos posibilidades, el pasado y el futuro. No hay una tercera vía».
El inversor valoró los hitos del club, con tres ascensos a Segunda B y ninguna permanencia. «Estamos hablando de medianías, nos guste más o menos». Recalcó que un club deportivo no puede llegar al fútbol profesional por la Ley del Deporte, que exige la conversión en SAD al ascender a Segunda, pero no en categorías inferiores. Definió a la Segoviana como «una organización institucional vetusta» y «un club muy modesto». Reconoció el trabajo de las juntad directivas, pero añadió: «Es mucho esfuerzo con resultados deportivos malos. Si no hay un respaldo económico o una organización moderna, no da para más. Es legítimo que alguien quiera un club así, yo creo que debemos ir por otra línea».
Una inversión de al menos 400.000 euros, residencia y cuidad deportiva
El proyecto planteado por el grupo de José Sánchez Parra incluye una inversión inicial entre 400.000 y 600.000 euros. «No habría problema en hacer en otro desembolso en uno o dos años. Habrá que seguir metiendo dinero, eso los inversores lo saben perfectamente». El plan, «muy largo plazo», incluye la posibilidad de una residencia y una ciudad deportiva. «Se va a pedir más apoyo al ayuntamiento porque esto es más fuerte. La residencia se haría con el dinero de un grupo inversor –ya han contactado con uno belga y uno norteamericano– y el Villarreal es el pretendido espejo, sin tener en cuenta la fortuna personal de Paco Roig. «Es una institución fuerte porque apostó por este modelo».
El grupo destacó la ubicación. «Uno de los puntos fuertes de esta ciudad es que está a 91 kilómetros de Madrid, la capital del fútbol mundial. Salir de Segovia sería una locura». Sánchez Parra, de 62 años, fue cristalino para desmentir cualquier relación con el grupo inversor de la primera oferta ante las repetidas preguntas de los socios. «Ninguna, nunca he hablado personalmente con ninguno de ellos. No tengo nada que ver con criptomonedas».
La confusión despidió el acto cuando un socio intervino para preguntar si esto no se había votado ya en noviembre. En aquella asamblea, se decidió explorar la opción. La votación definitiva será el 29 de marzo, aunque se desconoce el formato ni qué pasaría si ambos proyectos rechazan presentar una propuesta conjunta. Tras el comentario, hubo socios que clamaron al entender que el club «está lavando la cabeza» a los socios. «Estamos en el 2020, esto es vetusto, se acabó. Un club deportivo no puede funcionar», subrayó Sánchez Parra.
Sánchez Parra habló de un proyecto «ambicioso y realista» que pretende contar con instituciones y empresas. «Hay 4.829 empresas en Segovia», subrayó. Y pidió apoyo a la afición. «Nosotros queremos implicarla más allá del partido de fútbol y que reciba. Incorporación de toda la sociedad segoviana en un proyecto global». Relató un cambio institucional con nuevas áreas –jurídica, marketing o comunicación– y sugirió generar ingresos con el «campo principal» –La Albuera es de titularidad municipal– y crear una ciudad deportiva.
Habló de fortalecer al primer equipo hasta llegar al fútbol profesional. Reconoció la labor de entrenadores y jugadores, pero no dio garantías a su continuidad. «El proyecto no viene a arrasar con lo que hay, a estas personas hay que respetarlas. Ven cómo están trabajando y dar medios para que su trabajo sea mejor». Planteó crear «de una manera inmediata» un segundo equipo. Planteó otras dos ramas –fútbol femenino y deporte integrado– que se gestionarían a través de una fundación. Pidió sinergias con otros deportes; Julio García Mera, excapitán de la selección española de fútbol sala, es parte del grupo.