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Con el deber cumplido
La Gimnástica Segoviana supera el planteamiento defensivo de la Cebrereña con los goles de Mika y Charly
En el fútbol de hoy en día, no resulta fácil jugar frente a equipos que plantean partidos defensivos. Ni en Primera División, ni en Segunda, ni tampoco, claro está, en Tercera. O se consigue dar con la fórmula adecuada o resulta complicado y todo ello en detrimento del espectáculo.
Gimnástica Segoviana
Facundo, Adrián, Rubén, Charly, Anel, Manu, Abad, Juan de la Mata (Domingo, min. 63), Álex Conde (Elías, min. 77), Dani Calleja (Gómez, min. 68) y Mika.
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Cebrereña
Gordo, Diego Pose, Mario Hidalgo (Víctor, min. 46), Dani Tena, Ruba, Juanma (Toni, min. 68), Perdi (Titi, min. 87), Pablo, Guillermo, Fer Albín y Super.
Algo así le pasó a la Gimnástica Segoviana frente a una Cebrereña que, por su situación en la clasificación (en puestos de descenso) y con la baja de uno de sus principales puntales ofensivos (David Terleira) basó su planteamiento en fortalecer su defensa, olvidándose del ataque (Facundo fue un espectador más que pasó frío en el campo). La Segoviana fue el dominador, el que llevó el peso del partido, el que hizo las oportunidades, el que marcó los goles (dos), el que falló las ocasiones, el que sumó los tres puntos, el que sigue en la zona alta...
De inicio, Manu González apostó por Anel y Charly en el centro de la zaga y por un centro del campo con Abad y Juan de la Mata (los dos canteranos titulares). Y los inicios fueron prometedores, con una Segoviana mandona, con buen juego combinativo (y eso que el campo tampoco es que esté para muchos trotes y si no, que se lo pregunten a Álex Conde) frente a un rival con un único propósito. No encajar goles, con esa defensa de cinco. La primera (y clara) ocasión para los locales llegó en el minuto 3, en un cabezazo de Dani Abad que se estrelló en el poste, tras una buen a internada de Adrián. El propio Abad lo iba a intentar poco después, pero su lanzamiento salió muy desviado. Pronto ya se iba a ver que el choque requería paciencia para atacar a un rival tan poblado en defensa, pero que corrió lo suyo.
El dominio de los locales era claro ante un rival que esperaba atrás. Y en principio, esa puesta en escena le salía bien a la Cebrereña, cerrando todos los espacios, aunque en uno de los pocos fallos que tuvo llegó otra clara ocasión tras una buena jugada de ataque local. Álex Conde se plantó solo delante del portero visitante, pero le botó mal el balón justo en el momento del golpeo, marrando una clara ocasión.
Sin ser muy vistosa, la primera parte dejaba detalles interesantes, como la conexión entre Dani Calleja y Adrián por banda derecha. La Cebrereña poco hizo en ataque de lo más destacado, un chut de Perdi muy desviado (aunque el efecto óptico le diera algo de emoción), al filo de la media hora de partido. Esa jugada pareció animar al conjunto abulense, que al menos se atrevía a pasar del medio campo ante una Segoviana que mantenía el control, el dominio, pero que no encontraba huecos para superar su entramado defensivo. Por ahí, no parecía tener mayores problemas la Cebrereña. No necesitaba tener el balón; no precisaba de dar más de dos pases; a la Cebrereña le bastaba con mantener ese orden táctico ante una Segoviana a la que, viendo el partido, le hacía falta algo más de rapidez en sus acciones.
Hasta que llego el fontanero de la Segoviana; el que arregla las averías, el que desatasca las cañerías, el que limpia y pule las porterías, el que destapa el tarro de las esencias. Mika. No se le puede dar ni un centímetro al jugador gimnástico que arma la pierna en unos instantes y es capaz de soltar un latigazo de los que escuece a los rivales. Así marcó un gran gol, poco antes de llegar al descanso con un buen lanzamiento que sorprendió al portero visitante Gordo. Hasta esos momentos no es que hubiera tocado muchos balones, pero daba igual. A una que tiene está resultando letal. De nuevo resultó providencial porque ese gol permitía no solo tener ventaja, sino que la Segoviana alejara esos fantasmas que suelen aparecer cuando uno lo intenta, lo intenta y no lo consigue.
El conjunto local también salió con renovados bríos en la segunda parte, con algo más de fluidez en sus acciones;un inicio parecido al de la primera parte. No cambió la Cebrereña su esquema y de ahí que el partido recuperara esa tónica un tanto anodina de la primera parte. Seguía queriendo la Segoviana, pero no encontraba el camino.
Manu González movió ficha, dando entrada al campo a Domingo en una jugada con el saque de esquina a favor de los locales. Y nada más sacar desde la esquina otro central, Charly, anotó el 2-0 (su primer gol como gimnástico). El central estuvo atento para mandar el balón al fondo de la red.
Con el marcador a favor y con un rival que ya acusaba el paso de los minutos, la Segoviana encontró más libertad. Y con espacios la Segoviana es más Segoviana, o al menos un equipo más reconocible en su estilo de juego. Buscó el tercer gol (y lo marcó Álex Conde, pero la jugada estaba anulada por el colegiado). Llegó más por banda ante una Cebrereña que ya pedía a gritos el final del partido. Tuvo sus ocasiones, pero al final el marcador ya no se movió.