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Embarba (d) cae ante Cabral en una disputa por el balón. EFE
Jornada 19

Raúl de Tomás hace naufragar al Celta de Vigo

La ventaja en el marcador no le sentó nada bien al equipo madrileño

David Ramiro (Efe)

Madrid

Viernes, 11 de enero 2019, 07:12

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El Rayo, lanzado tras encadenar dos victorias seguidas que le hacen ver el futuro con optimismo, amenaza con agravar la crisis del Celta de Vigo, abocado a luchar por evitar el descenso en caso de no puntuar en Vallecas, estadio al que llega tras sumar únicamente un punto de los últimos nueve en juego.

El equipo madrileño afronta este partido en su mejor momento deportivo y anímico de la temporada tras vencer al Eibar en Vallecas y al Valladolid en el José Zorrilla, en lo que supone la primera vez que encadena dos triunfos seguidos en todo el curso.

La mejoría del Rayo ha llegado con un cambio de esquema táctico tras la apuesta de Míchel de jugar con tres centrales y dos carrileros desde hace tres jornadas. Frente al Real Madrid, en el Santiago Bernabéu, el equipo perdió (1-0) pero dejó una buena imagen con ocasiones incluso para empatar, y en los siguientes dos choques ganó los dos partidos.

También ha sido determinante en estos últimos partidos el macedonio Stole Dimitrievski, que desde mitad de la primera vuelta ha sustituido a Alberto García y ha dotado de seguridad a la portería del Rayo, que hasta hace pocas semanas era un coladero del que no se paraban de recoger balones.

La principal duda en el once de Míchel reside con la vuelta del centrocampista Giannelli Imbula, disponible tras cumplir un partido de sanción. El belga parte con las mismas opciones de jugar como titular que Álvaro Medrán, su recambio natural y autor del gol de la victoria en Valladolid.

Para el Celta de Vigo la última derrota frente al Athletic ha encendido las luces de alarma en Balaídos, sobre todo por la pobre imagen ofrecida por el equipo de Miguel Cardoso, incapaz de encontrar en el banquillo un recambio de garantías para Iago Aspas.

La sombra del internacional español es demasiada alargada. Sin él, el Celta no ganó ningún partido en el 2018, una racha negativa que alargó el pasado lunes frente al Athletic. Rayo y Valencia serán los próximos encuentros en los que los celestes se examinarán sin su máximo goleador.

Cardoso únicamente realizará un cambio. El eslovaco Lobotka, pieza clave la pasada temporada, se cae de un once al que regresa Jozabed después de su inesperada suplencia frente al equipo de Gaizka Garitano. Formará en el centro del campo junto a Okay y Fran Beltrán, que regresa a Vallecas tras pagar el pasado verano el dinero fijado en su cláusula de rescisión.

Brais Méndez y Boufal acompañarán de nuevo a Maxi Gómez en la delantera, mientras que en defensa repetirán los cuatro del último choque: Hugo Mallo, Cabral, Araujo y Juncá.

Tres goles de Raúl de Tomás y uno de Bebé permitieron al Rayo Vallecano ganar al Celta de Vigo (4-2) en un partido frenético que tuvieron que remontar y que le permite mirar la permanencia con más optimismo, todo lo contrario que el equipo gallego, que se acerca peligrosamente a la zona baja.

Rayo Vallecano

Dimitrievski; Advíncula, Amat, Velázquez, Abdoulaye, Alex Moreno; Embarba (Álvaro, m.61), Imbula (Medrán, m.74), Comesaña, Trejo (Bebé, m.73); y Raúl de Tomás.

4

-

2

Celta de Vigo

Rubén Blanco; Hugo Mallo, Cabral, Araujo, Junca; Fran Beltrán (Lobotka, m.78), Okay, Jozabed (Eckert, m.81); Brais Méndez, Maxi Gómez y Boufal (Sisto, m.81).

  • Goles 1-0: M.3 Raúl de Tomás; 1-1: M.13 Araujo; 1-2: M.18 Maxi Gómez, de penalti; 2-2: M.37 Raúl de Tomás; 3-2: M.77 Raúl de Tomás; 4-2: M.91 Bebé.

  • árbitro Alberola Rojas (Comité Castilla-La Mancha). Amonestó a Abdoulaye (m.16), Advíncula (70) y Velázquez (80) del Rayo; y a Brais Méndez (19), del Celta.

  • Incidencias Partido correspondiente a la decimonovena jornada de la Liga Santander, disputado en el estadio de Vallecas de Madrid, ante 11.465 espectadores.

El partido comenzó con un ritmo muy alto hasta el punto que a los tres minutos, con muchos aficionados aún entrando al estadio, el Rayo abrió el marcador con un gol de falta directa de Raúl de Tomás que se coló por el poste derecho de la portería de Rubén Blanco.

La ventaja en el marcador no le sentó nada bien al Rayo, que inexplicablemente tuvo unos minutos de desconcierto que le valieron dos goles sin que su rival realmente hiciera grandes méritos.

El empate llegó tras un córner botado desde el costado derecho que fue muy mal defendido por los jugadores del Rayo y que terminó con un remate totalmente solo en el corazón del área del central mexicano Néstor Araujo.

Cinco minutos después, Brais Méndez remató un balón sin aparente peligro que tocó en el brazo de Abdoulaye Ba. Maxi Gómez, desde los once metros, lanzó su disparo al lado izquierdo de Dimitrievski, que tocó el balón pero no lo pudo parar.

Los dos goles dejaron herido al Rayo, pero con el paso de los minutos se fue serenando y, gracias a que el Celta renunció a jugar el balón y llevar la iniciativa del choque, su juego comenzó a ser más fluido y sus acercamientos a la portería rival constantes.

Para entonces la afición comenzó a tomarla con el VAR, que tuvo un papel protagonista en un gol anulado a Raúl de Tomás y poco después en otro que sí dio al delantero rayista tras su consulta por el audífono.

Antes del descanso el Rayo Vallecano pudo celebrar otro gol más, pero no lo hizo porque el argentino Oscar Trejo, totalmente solo ante Rubén Blanco, estrelló su remate en el portero del equipo gallego.

En la segunda parte el partido siguió con el mismo ritmo frenético que terminó la primera mitad y con el Rayo intentando llevar la iniciativa ofensiva, aunque con el paso de los minutos al Celta, por el resultado, no le quedó otra que también intentar irse arriba dando más protagonismo en el juego a sus centrocampistas Jozabed y Fran Beltrán, pitados cada vez que tocaron el balón.

Esa mejoría del Celta volvió a despertar el nerviosismo en el Rayo, que sin balón es un equipo que no se encuentra cómodo, y a punto estuvo de lamentar un nuevo gol del equipo gallego tras un disparo de falta al travesaño de Maxi Gómez.

Cuando más vulnerable parecía el Rayo una jugada extraña llena de rechaces terminó con un remate seco de Raúl de Tomás que no pudo atajar Rubén Blanco.

El gol llevó el delirio a las gradas y hundió por completo al Celta de Vigo, que acabó atacando con más intención que acierto y en el tiempo añadido recibió el cuarto gol del Rayo, obra de Bebé al culminar con acierto un mano a mano con el portero visitante.

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