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Lunes, 5 de diciembre 2016, 14:02
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Cambio de competición y salto de página. Y para ello, nada mejor que retomar la senda del triunfo, esa que le ha sido esquiva al Barcelona en los tres últimos choques ligeros y en el encuentro que disputó la pasada semana ante el Hércules en la Copa del Rey. Ese es el deseo con el que Luis Enrique afronta el duelo ante el Borussia Mönchengladbach de este martes. Intrascendente, con su equipo ya clasificado y como primero de grupo, de no ser por el mal sabor de boca que dejaron los dos puntos perdidos ante el Real Madrid en el clásico. "Ganar siempre es la medicina a todos los males", ha defendido el técnico asturiano en la rueda de prensa previa al enfrentamiento ante el conjunto germano.
La Champions, en la que el Barça ha firmado una fase de grupos plácida pese a hallarse encuadrado en un grupo teóricamente más complicado que otros, debería servir como aspirina para un equipo que salió escamado del partido del sábado. Por ello, pese a que Luis Enrique ha resaltado que el del martes es un partido en el que no existe gran motivación, ha manifestado su deseo de "intentar hacer un buen partido" para ser "merecedores de la victoria".
El entrenador culé ha querido despejar las dudas surgidas en torno al juego del Barcelona en las últimas semanas asegurando que sus planteamientos tácticos no han cambiado. "Donde estén los espacios, en función de lo que haga el rival, tratamos de buscar soluciones que nos permitan atacar con orden, tener el balón", ha explicado. Ha restado importancia a la mala racha de su equipo, situándola en "los procesos lógicos y normales de una temporada". No conviene exagerar cuando encadenas tres o cuatro buenos resultados ni cuando sucede lo contrario, ha argumentado. "Mi plan general no va a cambiar independientemente del resultado de mañana, ha incidido Luis Enrique. "Para mí, mañana es importante ganar por la moral de mis jugadores. A mí, me importa tres narices", ha abundado.
Luis Enrique asume como "algo habitual" que los malos resultados lleven a un cuestionamiento de sus decisiones. "Estar en un cargo como este genera siempre polémica y diferentes situaciones", ha apuntado, subrayando su determinación de capear esas críticas "de la mejor manera posible" y "seguir siendo fiel" a lo que le ha llevado al puesto que ocupa.
No ve males, sólo situaciones a mejorar
Ha salido en defensa de sus jugadores cuando ha sido interpelado acerca de una supuesta falta de actitud por parte de los mismos. "Si algo tiene este equipo, y lo ha demostrado, es capacidad y ambición para ir a por cada partido". "Jamás he visto falta de actitud a mis jugadores, después podemos estar más o menos acertados", ha comentado, reiterando el mantra de que "al final lo que calma todo son los resultados".
Cuestionado en los últimos tiempos por la pérdida de influencia del mediocampo en el juego del Barcelona, otrora santo y seña de un equipo en el que se percibe una mayor aceleración en la búsqueda del gol que en tiempos pasados, Luis Enrique ha ensalzado el regreso de Iniesta, de quien ha dicho que el sábado "estuvo a su nivel, muy bien entre las líneas, sin y con balón", y ha afirmado que no percibe males en su equipo, "sólo situaciones futbolísticas que se pueden mejorar, y en esa línea estamos". El choque ante el Borussia Mönchengladbach se percibe en este sentido como un escenario ideal para hacer pruebas. Eso sí, ha confirmado que Messi jugará de inicio.
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