Iván Sales: «Aquí estoy yo, tengo más de 100 partidos en Segunda B, no es casualidad»

Tras las salidas de Domingo y Asier, la Gimnástica Segoviana necesitaba buenas noticias. Y las encontró el domingo en una anodina tarde en Miranda de Ebro en la que Iván Sales, el fichaje estival llamado a marcar diferencias que parecía estancado, firmó su primera gran tarde como azulgrana. Victoria apurada en casa del colista (0-2), pero todo un golpe sobre la mesa del castellonense con un triunfo que tiene un punto terapéutico. «Me quité un peso de encima. Ya no por el gol, la asistencia o hacer un buen partido. Era decir: 'Aquí estoy yo, que tengo más de 100 partidos en Segunda B y no es casualidad'. Tenía ganas de poder demostrarlo y transmitir esa seguridad. Que no me voy a achicar en ningún lado y que cuando lo necesite el equipo, voy a poder estar para echar una mano».

La adaptación del castellonense a la disciplina del club no ha sido sencilla. Llegó a mitad de agosto a un equipo ya en rodaje sin haber hecho apenas pretemporada. «Ya empiezas con una pequeña desventaja física respecto a los demás». El duelo de la segunda jornada, precisamente ante el Mirandés B en La Albuera, se lo perdió por lesión. Aquel día fue la verdadera puesta de largo de Dani Abad, gran protagonista del partido, en el extremo derecho. Sales solo se ha perdido otro partido, a domicilio, por un problema de abductor, pero esas pequeñas molestias, desde golpes en los entrenamientos a problemas en los isquiotibiales, le han alejado de su mejor versión. Muchas contracturas que no llegaron a ser nada más pero que suponían un incordio.

«Cuando un jugador no tiene continuidad es normal que sufra más el periodo de adaptación y carga. Cuando tienes confianza, minutos y oportunidades te sientes cómodo. Sin minutos, nunca estás al cien por cien. El jugador evita estas pequeñas molestias cuando es titular y está en su auge físico. Es verdad que al no tener esa continuidad, en los entrenamientos te vienen las molestias que no te dejan disfrutar ni tener la cabeza pensando solo en el partido. Esas pequeñas tonterías no te impiden jugar, porque estoy en todas las convocatorias, pero sí dar tu cien por cien».

Por encima de todo, Sales destaca el aspecto mental. «Cuando estás fuerte mentalmente, al final te encuentras fuerte físicamente. Y es verdad que pese a no tener los minutos que me hubiera gustado, el vestuario, cuerpo técnico incluido, ha estado siempre a mi lado reforzándome. El vestuario me quiere bastante y eso ayuda». A ello han ayudado cambios de rutina, desde suplementos en la alimentación como batidos específicos de proteínas después de los entrenamientos a un plan específico en el gimnasio del preparador físico, analizando las cargas que acumulaba. «Son pequeños detalles, pero hay que controlarlos. Eso se ve cuando llega el gran partido».

Sin Asier, el lanzador de los penaltis esta temporada, no estaba hablado quién debía asumir la responsabilidad en Miranda. En cuanto escuchó el pitido, Sales no dudó. «Como se lo hicieron a Borrego y estaba en el suelo, cogí yo el balón. Hablé con Conde y con Chupo. También con Borre, que lo quería tirar. Le dije que me lo dejara, que estaba con confianza y que estaba seguro que lo iba a marcar. Sabía que lo tenía que meter, por lo que significa el partido, por el momento y porque íbamos 0-0». No era tanto por el gol, sino por las sensaciones. «Me estaba sintiendo cómodo, el míster me había dado la oportunidad de salir en el 11 y quería demostrar que para mí no era un partido más. No era jugar contra el último clasificado. Era un partido que servía para reivindicarme, quería demostrar que no soy uno más, que soy muy válido para la plantilla».

Pese a las salidas de Asier y Domingo, Sales confía en el grupo. «Tenemos una plantilla muy competitiva. Aunque parezca corta, hay jugadores que vienen apretando». Cita el ejemplo de Arévalo y se muestra optimista en lo personal. «Vengo haciendo las cosas bien y tengo que seguir haciéndolo, ser regular y aportar cada vez que salga. Que no pasen las semanas y siga sin aportar. Que el partido sea un punto de inflexión». Su cuarto gol con el club puede marcar un nuevo comienzo.