Consulta la portada de El Norte de Castilla

Ver fotos

Un momento del encuentro disputado este sábado en el campo del Hospital, en La Granja de San Ildefonso. De Torre
Tercera División de futbol

La Granja minimiza al Ávila y se hace fuerte en El Hospital

La derrota ahonda en la crisis del club abulense, que apenas creó peligro en la meta de Loren

sergio perela

La Granja

Domingo, 7 de marzo 2021, 14:02

Al equipo de La Granja le ha faltado esta temporada templanza en algunos partidos, acierto en otros; incluso medir los niveles de intensidad y concentración en momentos determinados. De ahí que se haya dejado puntos en momentos puntuales de la primera fase y que eso haya situado al equipo en una zona de tensión en esta recta final. Por contra, ha ganado presencia, carácter y compromiso a todas luces con respecto a otras versiones recientes. Eso hace que, cuando se mira al calendario y se ve que hay que afrontar a rivales de mucha entidad, tradición, nombre y peso, el vestuario haga piña y saque fuerzas extra.

Publicidad

El Ávila fue testigo de todas las bonanzas de esta Granja en un partido en el que bajo ningún concepto hubiera querido encontrarse una versión tan cercana a la perfección que el equipo segoviano puede dar.

En un ambiente con más seguidores vecinos que de casa, en algunos momentos se replicaron actitudes que se están viviendo últimamente en el Adolfo Suárez, porque pocos se podían creer que todo un Real Ávila no supiera cómo acercarse a la portería de Loren más que a base de algunos pocos pelotazos y rechaces. Un Loren que, por otra parte, pareció dubitativo hasta que tuvo que esforzarse por detener una, ya al final del partido y además con la acción previamente anulada por falta. Fue el único que pareció estar un punto por debajo en el equipo de Ricardo de Andrés.

En la defensa, Cuadri y Cristian supieron cumplir sin alharacas y hacer un trabajo limpio y fácil.Kike y Barbudo, sobre todo este último, fueron cemento armado tanto por arriba como a la hora de tapar las espaldas de sus centrocampistas. En esa zona, en el medio, Ricardo dispuso a Miguel como boya y dispuso a Gabi y a Velasco como escuderos. El fútbol de los tres controló los tiempos del partido, porque estuvieron excelsos con y sin balón. Cobraban peaje a todo el que intentaba pasar por la zona, llegaban antes a los cruces; estaban entre los tres escribiendo el guión del encuentro. En las bandas también hubo variantes, porque a Ayoub sí se le ha visto varias veces echado a la derecha para aprovechar su fuerza, velocidad y habilidad; pero a Ibra no tanto y se trabajó la cal a la izquierda.Peli realizó el trabajo más ingrato y menos premiado, el de sacar de punto a los centrales él solo arriba, como hizo ya el día de la Segoviana en La Albuera.

Un plan perfecto

El plan fue perfecto porque tejió una tela de araña en la que un Ávila ramplón, lento y plano, caía una y otra vez. Pretendió José María Hernández, su director de orquesta en el banquillo desde hace pocas jornadas, el mismo plan que casi cada visitante ajeno a las nuevas normas en El Hospital. Ganar el partido con balones largos, con rudeza en el medio; tomar al asalto la cancha del Real Sitio por la puerta de atrás, con algún balón parado o alguna segunda jugada. Salvo un acercamiento de Manu Sánchez al segundo palo aislado y una jugada rocambolesca con varios manoplazos al aire de Loren, los rojos llegaron siempre tarde a cada diálogo sobre las tablas.

Publicidad

El partido se iba a abrir mediada la primera parte. Cuando ya se habían puesto sobre la mesa las cartas de ambos equipos, cuando el entrenador abulense se desesperaba porque no se ganaban opciones de segunda jugada, ni duelos en ninguna parte del campo. Un balón de los medios granjeños marchó para ocupar el espacio por delante de la carrera de Ayoub a la derecha del ataque. El lateral no midió demasiado bien, el central zurdo, Marcos, hacía dudar a propios y extraños.

Los jugadores celestes firmaron un gran partido. Antonio de Torre

Debió ser por eso por lo que Johan, el portero del Ávila, salió fuera de su área para golpear con pierna izquierda de forma expeditiva la pelota. Su despeje tenía todos los defectos que puede tener un despeje. Su acción fue tan cuestionable que dejó a todos sus compañeros sin habla, de brazos caídos. Pegó de fuera hacia adentro, de tal manera que la pelota cayó en tres cuartos de cancha, de frente a su portería y perfecta para que Ibra pusiera el interior. Luego había que precisar, pasar por encima de los defensas. Es cierto que el toque debía tener calidad y la tuvo. Pero sin portero y con un despeje corto y a una zona centrada plagada de rivales, es casi como abrir la puerta del corral al zorro cortésmente y que se coma las gallinas. Tendrá que evitar atragantarse y hasta lo mismo correr detrás de alguna, pero la caza es mucho más fácil. Ibra, que se iba a desfondar prácticamente en el partido, que por momentos iba a parecer que sería el primer cambio para dar refresco en La Granja, todavía tendría más proyagonismo en el partido.

Publicidad

Segundo gol

Los primeros movimientos no se hicieron esperar tras el gol. El técnico abulense metía en el campo a Domingo quitando uno de los dos delanteros iniciales. Quería igualar la zona de medios y ganar segundas jugadas. El segoviano aportó algo de sentido y convicción, pero no lo que se pretendía, así que en la segunda parte lo quitaría de nuevo para probar otra cosa que nunca salió. Y no salió porque en el mismo minuto de esos cambios, Ibra detendría un poco el tiempo en la izquierda del área para esperar la llegada de Velasco y servirle una pelota perfecta para que, debidamente acomodada a la derecha, superase a media altura la inútil estirada de Johan.

La sentencia suponía dejar claro el dominio de una Granja que ya había tenido otro par antes que el propio Velasco y Ayoub marrarían. Pero sobre todo suponía el decir a las claras que, jugando así, este equipo podía haberse evitado el susto de tener que jugarse la permanencia. Como eso no consuela, al menos sí lo hace saber que si se ha ganado al Ávila, la mochila va más llena de cara a afrontar los dos últimos partidos, que serían muros en el argot ciclista. Fuera contra el Burgos Promesas y en casa contra la Segoviana. Nada va a ser fácil para este equipo aunque, por lo pronto, ha ganado confianza.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

3€ primer mes

Publicidad