Valladolid

El 'divorcio amistoso' entre Miguel de la Fuente y el Atlético Tordesillas

«Era el momento de irse bien, de que el club pudiera aprovechar la inercia positiva de estas dos últimas temporadas y de que yo pudiera despedirme con un éxito», considera el entrenador, que comunicó su decisión a los futbolistas hace varias semanas. «Aunque me llevo cosas muy buenas, el desgaste ha sido muy grande, porque el compromiso ha sido del 200%. Durante estos dos años hemos sumado 104 puntos, 90 de ellos, gracias a 30 victorias, y de todas ellas 24 han sido por la mínima», indica De la Fuente, sabedor de que han sido «mejores competidores que otros», pero también del esfuerzo que eso ha supuesto.

Óscar Serrano, presidente del club rojiblanco, valora estas dos campañas como «muy buenas, en las que se han cumplido los objetivos con crecer», consiguiendo unos resultados «impensables» hace no tanto. Sin embargo, coincide en la lectura del entrenador: «Creíamos que lo mejor para ambas partes era separarnos. Si los resultados no fueran tan buenos la próxima temporada, eso habría desencadenado desencanto». Uno que ninguno de los dos quería, habida cuenta, además, de que ambos concuerdan en que el referido desgaste lo ha habido también entre ellos.

Ni Serrano ni Miguel de la Fuente se cierran la puerta a un futuro reencuentro, a unas segundas nupcias con las que poder buscar revivir aquella comunión alcanzada durante estos dos cursos, que acabaron de manera dolorosa con la eliminación en la final regional del play-off de ascenso en Astorga, cuando el equipo jugaba con uno más después de llegar a La Eragudina con una renta de un gol a favor. El dolor de la eliminación, en cualquier caso, no tuvo nada que ver: el vestuario ya sabía de boca del técnico que no seguiría y la decisión por parte de la entidad de no ofrecerle continuar estaba igualmente tomada.

Esta separación amistosa no elude el ansia de crecer tanto del entrenador como de un Atlético Tordesillas que ha recibido ya un sinfín de ofrecimientos de eventuales sustitutos. Óscar Serrano, que hace también las veces de director deportivo, las valora ya sin querer pronunciarse sobre un nombre en concreto. «Hay muchas opciones sobre la mesa», reseña. «Miguel y yo hemos hablado y le deseo lo mejor; ojalá donde vaya lo haga igual de bien que lo ha hecho aquí. Empezaremos otra nueva etapa con otro entrenador y ya está», normaliza. Por su parte, Miguel de la Fuente ve en el horizonte la posibilidad de hacerse con los mandos de un nuevo proyecto. «El momento de salir era ahora, por la puerta grande y dejando la puerta abierta. A mí me gustaría también poder aspirar a algo distinto, probar otras cosas», reconoce, dejando en el aire el deseo de que eso que suena a diferente sea con unas mayores posibilidades deportivas y explicitando uno: «Que el club pueda aprovechar esta inercia».