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Fer conduce el balón en el derbi palentino de Tercera en La Balastera
Y el derbi es para el Cristo Atlético

Y el derbi es para el Cristo Atlético

Un gol de Aitor da los tres puntos a los morados y pone a los cerrateños a un paso del descenso

Esther Bengoechea

Sábado, 6 de mayo 2017, 23:40

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Y llegó el tanto de la victoria. Y cayó del lado morado. Y sentó como un jarro de agua fría a los cerrateños, tan necesitados de puntos, que terminaron llorando de rabia e impotencia, tras no haber logrado batir a Guille. Decimoséptimos en la tabla -hoy juega el Uxama que es decimoctavo- , necesitan ganar el último partido de la temporada para evitar el descenso directo y cruzar los dedos con los arrastres. Por contra, el Cristo estará hoy pendiente del partido del Unionistas, porque aún tiene opciones de terminar tercero y mejorar sus choques de cara al play off.

Como todo buen derbi tuvo los ingredientes necesarios para convertir el partido en un espectáculo. Ganas, intensidad, fútbol, del bueno, con ocasiones y goles, no, solo un gol. El Villamuriel visitaba el campo del Cristo con la necesidad de sumar -y si era de tres en tres, mejor que mejor- para alejarse lo más posible de los puestos de descenso. Por su parte, los de Lolo Infante llegaban a La Balastera con el cuarto puesto en el bolsillo y el billete directo para el play off en la mano. Por este motivo, varios fijos en el once inicial como Camilo, Blanco, Charly o Viti comenzaron el partido desde el banquillo. Por contra, Olea sacaba toda su artillería sobre el césped palentino.

Solo había transcurrido un minuto de juego cuando Fer intentó sorprender, con un disparo raso, a Guille. Los dos equipos estaban con distintas revoluciones, jugándose la vida o la permanencia los verdinegros, mientras que los morados solo tenían en juego la remota posibilidad de ascender una posición en la tabla.

La afición cerrateña superaba en número y en intensidad, también, a la del Cristo, y no paró de cantar y animar a los suyos en todo el encuentro. Jesús se ganaba los aplausos del público al rematar de cabeza una falta botada por Valencia. La primera gran ocasión del Cristo llegó tras un gran pase de Pelayo que, atravesando las líneas del rival, dejó el esférico a Aitor, que lo envió alto al intentar sorprender a Rubo.

El técnico cerrateño chillaba desde el banquillo a los suyos que buscasen puerta. Una de las principales carencias del Villamuriel durante toda la temporada -y ayer no fue diferente- ha sido la ausencia de gol. Volvía a intentarlo Jesús de cabeza, pero solo lograba peinar el balón, que se perdía por la línea de fondo de la portería de Guille.

Minutos más tarde, Jorge recogía un mal despeje tras un lanzamiento de Tato, pero Guille desde el suelo le bloqueaba el disparo. Las ocasiones, con mayor o menor peligro, se sucedían sin que subiese ningún tanto al marcador. Mientras, los morados buscaban el tanto por mediación de Aitor, que caía en el área y reclamaba penalti -por lo que era sancionado con tarjeta-.

El paso por los vestuarios no cambió la dinámica del partido, y el Villamuriel siguió dominando el partido y las ocasiones, a pesar de que el Cristo Atlético salió con más intensidad y comenzó a buscar la portería de Rubo. Y así llegó el gol local, minutos después de una clara ocasión de César Simón, al que le quitó de los pies el esférico Guille, justo cuando iba a rematar.

Infante metió dos habituales, Charly y Adrián, y segundos después de que entrasen en el campo, Aitor lograba el tanto del Cristo Atlético, a pase raso de Víctor Benito. 1-0 para los locales, que se ponían por delante en el marcador. El equipo local asediaba, ahora sí, la portería de Rubo, tan tranquilo durante la primera mitad. El técnico del conjunto morado apretaba aún más la maquinaria del Cristo y ponía en el campo a Camilo, que sustituía a Aitor, despedido entre abucheos por los del Villamuriel y aplausos por su propia afición.

Nada más saltar al campo, Camilo tuvo una clara ocasión, tras una internada en el área de Rubo, que logró atrapar el disparo en dos intentos. Mientras, el cántico de «sí, se puede» de la afición cerrateña se mezclaba con los silbidos a las decisiones arbitrales.

Detalles de deportividad y de un derbi se vieron ayer cuando Iván se olvidó del marcador en contra y de la necesidad que tenía -y tiene- su equipo de sumar tres puntos para ayudar a Víctor Benito, que se dolía tirado en el césped.

El Cristo se quedó con diez varios minutos tras la lesión de Benito, que volvería a entrar al campo para disputar los últimos instantes del choque. Así, Iván tuvo el gol en un contrataque, que lanzó desviado.

El asedio verdinegro era constante, en la búsqueda desesperada de empatar. Fer disparó a puerta y el balón rebotó en el travesaño y botó en la línea. La ocasión más clara de los visitantes y el balón no quiso entrar. Un instante más tarde, Camilo tenía en sus botas el segundo gol, pero el disparo muy ajustado al palo, se paseaba por la línea hasta salir por la línea de fondo. Al poco, atacaba Alan y disparaba a la portería del meta cerrateño pero este desviaba el lanzamiento con una mano.

Todo el partido estuvo el Villamuriel buscando puerta y en los minutos añadidos no cambió el guión. Se jugaba la vida y se dejó la piel en el campo, sin la recompensa del gol. El partido llegó a su fin con el solitario tanto de Aitor, y los de Olea tendrán que jugárselo todo en la última jornada.

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