Ayrton descorcha el champán

La espera mereció la pena. Llevaba la Segoviana sin marcar en La Albuera desde el 21 de junio. No lo había conseguido hacer ni en los partidos de pretemporada que había disputado en su campo ni en el primero de Liga ante el Zamora. Sin embargo, este domingo se resarció a lo grande. Su duelo contra la Cebrereña estaba atascado en el 0-0 cuando a los diez minutos de la segunda parte Ayrton, el nueve que ha fichado para esta temporada, agarró la pelota en el costado izquierdo del área. El delantero berciano, en lugar de colgar un centro, que era lo que todo el mundo estaba esperando, imaginó un ángulo imposible y dibujó una fantástica vaselina sobre el portero de la Cebrereña que acabó dentro de la portería. 1-0, adiós a la sequía de goles de la Segoviana en su campo.

La intervención de Ayrton resultó primordial en la segunda victoria consecutiva de la Segoviana, que le sitúa en la segunda posición, precisamente, después de la tercera jornada. Pero no solo fue fundamental por esa maravillosa definición en el 1-0. El delantero redondeó una fenomenal actuación anotando también el segundo gol de su equipo en una acción en la que mostró la voracidad que se le presupone a un nueve. Persiguió un balón en el que todo el mundo le daba en fuera de juego y definió con precisión. Victoria al bolsillo. O eso se creía, porque al final le tocó sufrir a la Segoviana. La Cebrereña persiguió el empate en el último tramo del choque y estuvo a punto de conseguirlo.

Pero para entonces Ayrton ya había dejado su sello y había desatascado un partido que comenzó con poco ritmo. Bertó había avisado de que esperaba un partido difícil y no se equivocaba. La Cebrereña salió enchufada e incluso puso el punto de mira en la portería de Facundo, al que amenazó en los primeros minutos con un remate de cabeza de David Terleira que se marchó desviado. A la Segoviana, en cambio, le costó encontrar el ritmo y necesitó veinte minutos para dar con sus jugadores más resolutivos.

En cuanto lo hizo mudó completamente de cara. Dani Calleja y sobre todo Quino se pusieron al mando de la maquinaria azulgrana y contagiaron al resto de sus compañeros, que empezaron a funcionar. Rubén Yubero fue el primero en avisar con un disparo desde fuera del área, y luego los azulgrana se acercaron a la portería abulense sobre todo a lomos de Quino, que ha caído de pie en la Segoviana. El ex del Unami sabe cuando filtrarse entre líneas, cuando arrancar y se atreve también a finalizar las jugadas. Ha encajado fenomenal. Su sociedad con Dani Calleja promete y tampoco estaría mal juntarles a ambos con Miguel Herranz, que de momento no consigue abrir las puertas de la titularidad, aunque en la segunda parte volvió a jugar un rato.

Además del buen aspecto que presentaron las gradas de La Albuera, con más aficionados de nuevo que en las primeras jornadas de otras temporadas, las apariciones de Quino y Dani Calleja fueron lo mejor de una primera parte en la que Ayrton y Kike estuvieron muy apagados. Ninguno de los dos logró entrar en juego y la Segoviana, que en el tramo final del primer tiempo volvió a la versión espesa del principio del partido, se quedó sin dos de sus armas principales. 0-0 al descanso y poco que llevarse a la boca.

El segundo tiempo empezó, sin embargo, con una buena ocasión para Roberto,que no consiguió embocar un centro de Dani Calleja, y otra para Kike, que llegó forzado a una dejada de Ayrton. La Segoviana apretó el acelerador y empotró contra su área a la Cebrereña, que se libró de un posible penalti a Ayrton. Sin embargo, el delantero berciano no le dio muchas vueltas a esa acción porque casi en la siguiente jugada se sacó de la manga su maravilloso gol. Que lujazo se marcó.

Descorchaba la botella de esta forma después de no haber podido anotar ni en pretemporada ni en las dos primeras jornadas de Liga. Además, poco después terminó de desmelenarse y puso el partido todavía más de cara para la Segoviana. Se plantó solo delante del portero de la Cebrereña y definió a la perfección. 2-0. Los jugadores abulenses se quejaron en esa jugada de que el juez de línea había levantado el banderín y luego lo había bajado (y así fue), pero las protestas no les sirvieron de nada y el 2-0 subió al marcador.

Pero a pesar del segundo gol el partido no estaba decidido para la Segoviana. La Cebrereña aprovechó un grave despiste defensivo de los azulgrana y les metió el miedo en el cuerpo para los últimos trece minutos. Rubén Yubero vio su segunda amarilla (Dani Arribas tuvo que situarse de lateral izquierdo; a verb quién juega en Cebreros porque Bertó dijo que Víctor Pérez todavía no va a estar listo) y los de Cebreros estuvieron cerca de empatar.

Al final no lo consiguieron y los tres puntos se los quedó una Segoviana, que ha comenzado estupendamente la temporada: dos victorias y un empate en los tres primeros partidos. La cosa marcha.