Un inicio casi tan deslucido como el del año pasado

Cuatro partidos, cero victorias. Cero puntos (Viña Albali Valdepeñas y Osasuna Magna tienen uno) y último en la clasificación. El que más goles ha recibido (22), el que menos ha marcado (3). El mensaje sigue siendo de tranquilidad, calma, paciencia... Pero también hay un claro mensaje del técnico. Ya lo dijo también la pasada campaña. «O asumimos la responsabilidad, o las cosas se van a poner complicadas. Si tenemos que jugar con tres rotaciones, pues jugadores con tres, o con dos, o con una... O veremos a ver qué pasa en diciembre. Aunque sea joven, el equipo tiene que madurar. Hay jugadores que saben lo que es jugar en Primera y hay que asumir ya la responsabilidad».

Prefiere quedarse con lo positivo «y lo positivo es que en la segunda parte por lo menos el equipo ha tenido más intención de atacar, ha intentado llegar más, aunque Zaragoza ha sabido también jugar bien sus cartas porque iba con el marcador a favor y no tenía que exponer y con la experiencia que tienen manejaban mucho mejor esa situación. Lo que tenemos que hacer es seguir trabajando y esperar que en el próximo partido salgamos como en la segunda parte y no como en la primera», añadió.

¿Falta un líder en el equipo? «Al ser una plantilla joven con 23 años de media, sabíamos que esta situación podía pasar y no tenemos un jugador referencia en cuanto a peso, experiencia. Pero también esperábamos que esa juventud nos trajera esa ambición que hace falta, esas ganas de agradar, de ser atrevido... Al final te metes en una dinámica complicada y puede que en momentos haga falta tener ese jugador que dé un golpe en la mesa».

¿Y hay nervios por las cuatro derrotas? «Este era un partido muy importante; de haber ganado nos hubiera dado tranquilidad, es cierto. Insisto un poco en lo del año pasado, tardamos mucho en ganar el primer partido y en algún momento tendrá que llegar», comentó.