Equilibrio entre dos grandes equipos
El Naturpellet Segovia rinde a un buen nivel ante un potente Cartagena, que empató el choque a falta de 50 segundos
Álvaro gómez
Domingo, 28 de febrero 2016, 17:55
Partidos de esta intensidad suelen estar marcados por la igualdad y por los pequeños detalles. Los cambios en la dirección de todo cuanto ocurre en la cancha suelen responder a una especie de simetría en ambos banquillos en los que a cada movimiento que produce cierta distorsión o fenómeno diverso, se sucede en el otro banco con un reposicionamiento que busca infundir el mismo desconcierto en el contrario. Al Naturpellet le queda un empate que sabe a poco en lo numérico, pero a mucho más si se destila con el rendimiento y sensaciones que deja el grupo.
Así se presentan los duelos sobre el tapete y así comenzó el de ayer con dos buenos conjuntos que se empleaban sobre todo en evitar desajustes atrás y probaban fortuna con lanzamientos lejanos o jugadas a balón parado.
El problema es que el primer experimento llegó demasiado pronto, en un córner al minuto tres y en el que la zaga segoviana anduvo lenta para salir a tapar un lanzamiento lejano de Elián que tuvo tiempo para verla venir, apuntar, cargar la pierna y soltar un zapatazo potentísimo que se coló en la portería de Alberto.
A partir de ahí Naturpellet ganó la pelota y empujo a su rival en su feudo. No era fácil abrir huecos en una defensa experimentada, con mucha gente en la recámara para no bajar la exigencia y con tipos que llevan media vida en estas lides. Pero se fue tejiendo un buen partido.
De hecho, unos y otros mostraban su reverencia por el adversario y se guardaban las espaldas siempre con varias piezas en la cobertura. Por todo, entre la dificultad para trazar contras bien perfiladas y la colocación en los ataques estáticos, la mejor opción para las dos escuadras venía de probar fortuna desde lejos.
Así había llegado el primer tanto y así llegó el empate, fruto de una acción de Buitre quien, en una jugada que llevaba su firma y sabor, trazó una paralela de izquierda a derecha a unos 12 metros de la puerta, sorteando un par de contrarios y disparando con intención a media altura, donde Raúl sólo pudo verla al recoger el cuero de dentro.
El gol no hizo más que animar a los de Diego Gacimartín, que encontraron la tuerca suelta en el engranaje cartagenero adelantando la presión a los tres cuartos de cancha. Allí se sentían cómodos en la presión, sobre todo cuandon el cuadro murciano decidió contestar a esa defensa envalentonada con envíos largos buscando unas veces los costados de sus rápidos alas y otras el corpachón de Elián, un tipo que la sujeta bien y da pausa, pero no hizo sangre.
Tenía su riesgo esta medida defensiva de los segovianos, por el terrano que dejaban a sus espaldas con buenos lanzadores enfrente. Sin embargo, la mayoría de los desplazamientos en largo terminaban con una acción ganada por los cierres segovianos quienes, al toque de corneta en la grada, armaban la contra en tres toques.
Y es que con Javi Matía en cancha, el equipo murciano se hace más lento y, quizá fruto de asumir que un jugador de más de 40 años atras supone tanta experiencia como ralentización, se parapetó en sus primeros metros de cancha comprimiendo espacios.
No debía ver las cosas muy fluidas el técnico visitante que pidió tiempo muerto con la intención de recompuso el cuarteto y acabó la primera mitad con una formación más dinámica, más flexible.
Comienzo nublado de los locales en la segunda mitad. Los de Gacimartín insistían en unos contra uno poco consistentes, sin soporte atrás, y que llevó a varios contraataques visitantes en los que Alberto se mostró en plan salvador. Y es que la ausencia de un cierre puro le está haciendo mucho daño al Naturpellet, que desangra a menudo puntos.
Entre la propuesta poco arriesgada del Cartagena, más dada a evitar tiempos medios y elaboración y la tendencia habitual del Naturpellet a descuidar la cobertura en la zaga cuando tocan a rebato, el partido llevó más peligro a las áreas en este segundo acto.
En ese ir y venir, en el 23 la ocasión más clara, en una contra visitante que cortó providencialmente Alex Fuentes y sirvió para contraprograma al adversario. Alex antes de ser atropellado por un adversario, cedió a Lucas para que se jugara el uno contra uno en solitario ante Raúl, que ganó la baza al ala segoviano sacando una pierna que valió un partido. En la jugada posterior, falta al borde del área que Jesús envió al larguero. Un par de acciones que sirvieron para desatar algo más el duelo.
El partido, no obstante, estaba para genialidades, para acciones desequilibrantes y la que aguardaba tenía el sello de un tipo que es todo un símbolo de este equipo: Edu. El segoviano presionó, se batió por un cuero que no parecía gran cosa, pero sirvió para echarle carácter, avanzarcon personalidad en el repliegue ofensivo y plantarse en la frontal rival sin llamar a la puerta. Con algo de fortuna su centro rebote en un contrario terminó por servir a Juanfran en el segundo palo, quien batió a Raul de disparo cruzado.
Cartagena tenía que sacar la ruleta rusa del juego de cinco, que soportó con Rubén Zamora. Lo defendió bien, en términos generales el cuadro local, pero en la última acción, en un cambio de piezas en la parte baja de la cancha, encontró un hueco en el palo derecho, que aprovechó Elian para tan sólo empujar el empate a dos cuando se estaba jugando el último minuto.