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Los jugadores del Vardar celebran el triunfo. AFP
El Vardar, con García Parrondo, gana su segunda Champions
Balonmano

El Vardar, con García Parrondo, gana su segunda Champions

El equipo macedonio volvió a romper los pronósticos para imponerse al Veszprem en la final

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Domingo, 2 de junio 2019, 21:14

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Dos años después, en Colonia se repitió la historia y el Vardar de Macedonia Norte, que entrena el que fuera extremo del Balonmano Valladolid, Roberto García Parrondo, se ha proclamado campeón de Europa tras llegar a la cita más importante de la temporada de puntillas y sin contar en la lista de los favoritos. Se impuso al Veszprem húngaro, que sobre el papel se presentaba en la Final Four con mas opciones. Fue un partido de dos mitades, con dominio repartido y un triunfo que se decidió en los minutos finales (27-24) porque los de Skopje supieron abrir huecos en la férrea defensa de los húngaros.

Veszprem

Mikler (Sterbik, s. p.); Manaskov, Tonnesen (4), Terzic, Mahe (6p), Mackovsek (2), Blagotinsek (1) -siete inicial–, Strlek (-), Nagy (1), Ilic (1), Nilsson (2), Nenadic (4), Lekai (2) y Gajic (1).

24

-

27

Vardar

Milosavljev (Ghedbane, s. p.); Cupic (5,4p), Shishkarev (1), Kristopans (4), Ferreira (6) Skube (3), Dibirov (3) –siete inicial- Karacic (3), Kalarash, Dissinger, Stoilov (2) y Kiselev.

  • Marcador 2-2, 4-6, 6-9, 9-11, 10-14, 11-16(descanso); 13-17, 16-17, 18-20, 20-22, 23-24 y 24-27 (final).

  • Árbitros Lars Geipel (GER) y Marcus Helbig (GER). Excluyeron a Terzic (min.21 y 42), Ilic (min.26), Blagotinsek (min.35) y Makovsek (min.46), por el Veszprém, y a Kristopans (min.20), Stoilov (min.47), por el Vardar.

  • Incidencias Final de la Liga de Campeones disputado en el Lanxess Arena de Colonia ante 19.800 espectadores.

La victoria de los macedonios es la historia de un equipo que desde hace un año ha ido salvando obstáculos y no solo en la cancha. En la misma pista del Lanxess Arena hace doce meses el Vardar fue cuarto y se anunciaba la decadencia de un proyecto al que se le acababa la gasolina económica. Desde entonces la plantilla, con muchas bajas –su técnico Raúl González y los jugadores Cindric, Sterbik, Maqueda, Canellas y Álex Dujshebev dejaron el club–, y con dificultades para cobrar ha ido sobreviviendo sin perder de vista el objetivo de la competición. El penúltimo capítulo de su odisea fue el anuncio antes de la eliminatoria frente al Pick Szegerd, esa en la que García Parrondo se comió la sapiencia de su ex entrenador, Juan Carlos Pastor, que el club desaparecería al término de la campaña. De eso ha pasado menos de un mes y el Vardar ha conquistado su segunda Champions. En el camino se ha quedado casi sin plantilla.

El equipo macedonio ha demostrado en Colonia ser un gran competidor. Protagonizó la derrota más sorprendente del Barcelona después de haber ido ganando de siete goles y en la final supo administrar su buen juego de la primera mitad –totalmente enchufado– para no naufragar ante la defensa al límite de los húngaros. En el duelo de banquillos, Roberto García Parrondo ganó el primer asalto. David Davis casi el segundo, pero cuando hubo que decantar el título el mayor aplomo del madrileño saldó el resultado. Le 'robó' un tiempo muerto a su ex compañero del Balonmano Valladolid y encaró el final con las ideas más claras para ganar de su primera Champions en su debut como técnico.

El Barcelona, tercero

Xavier Pascual se va de Colonia tocado porque su proyecto, que tenía que eclosionar en la Final Four con el título ansiado, ha quedado desdibujado con un tercer puesto (40-35), que para cualquiera de los otros tres equipos sería asumible como un buen resultado, pero que para los azulgranas es un fracaso se mire por donde se mire y que no se puede justificar en la actuación arbitral.

El Barcelona ganó el partido por el tercer y cuarto puesto –ese que cuando eres favorito no quieres disputar– como debería haberlo hecho el día anterior, empeñándose en jugar hasta el final, con oficio. La diferencia es que ante el Vive Kielce peleó los 60 minutos, mejor que peor, y que cuando a los seis minutos de la segunda parte ya tenía seis goles de ventaja siguió persiguiendo la victoria.

Es cierto que en esta ocasión Perez Vargas estuvo más fino en la portería –40% de acierto en la primera parte– y que el ataque había marcado 20 goles en la primera parte –20 más en la segunda–, pero también que supo jugar cuando se quedó con solo cuatro jugadores en pista y que despejó los fantasmas del día anterior cuando fue perdiendo fuelle. Ganó porque tiene mejor plantilla que el equipo de los Dujshebaev y eso pesa mucho, sobre todo al final de temporada.

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