El Recoletas Valladolid gana la primera de las tres finales en Santander

El Recoletas Atlético Valladolid dio continuidad a su triunfo ante el Granollers con una solvente victoria ante el ya descendido Blendio Sinfín en un partido en el que los locales no se jugaban nada más allá del prestigio, pero en el que lucharon hasta mediada la segunda mitad.

El partido comenzó con Freitas y Edu Calle muy entonados de cara a la portería rival, culminando los sistemas de ataque del conjunto de David Pisonero. Sendos dobletes de ambos jugadores dieron las primeras ventajas al Recoletas (2-4).

Lo veía muy fácil el equipo pucelano que, tras el 3-6, bajó su intensidad, permitiendo que el rival fuera recortando, poco a poco, la ventaja. Se pasó en pocos minutos al 8-8, tras un gol de Aguilella desde los siete metros Incluso llegó a darle la vuelta al marcador el Blendio Sinfín con un tanto de Marcos Domínguez (10-9).

Entonces volvió a conectarse al partido el conjunto vallisoletano. Con Manu García como protagonista, ayudado por Álvaro Martínez, el Atlético Valladolid volvió a tomar el mando (11-12).

Dimitrioski desde el extremo y Lima, por el centro, llevaron la diferencia hasta los cinco goles (12-17). Rubén Garabaya ya había solicitado un tiempo muerto cuando su equipo perdía por cuatro tantos, ya que a sus jugadores les faltaba algo de tensión.

Volvió a recomponerse el equipo santanderino, que intentaba no desmoralizarse, y consiguió volver a meterse en el encuentro en los instantes finales de la primera mitad.

Un gol de penalti de Aguilella dejó el marcador al descanso en un 16-19 que mostraba la superioridad de la escuadra vallisoletana, pero dejaba el partido abierto a lo que ocurriera en la segunda parte.

Ambos equipos se intercambiaron golpes en los primeros compases de la reanudación (20-23), hasta que el Recoletas decidió imprimir una marcha más a sus acciones. Un parcial de 3-7 dejó el choque casi visto para sentencia (23-30).

Quedaban 16 minutos para que concluyera la contienda, pero lo que no le quedaba al conjunto local era moral para seguir poniendo en peligro la victoria del Atlético Valladolid. Pasaron cuatro minutos sin que ninguno de los dos equipos consiguiera perforar la portería rival.

Rompió esa sequía el Blendio por partida doble y, por si acaso, con 25-30, David Pisonero avisó a sus jugadores de que no quería que se relajaran lo más mínimo y paró el cronómetro. Herrero y Dimitrievski lo entendieron a la perfección y volvieron a colocar los siete goles de diferencia en un abrir y cerrar de ojos.

A partir de ahí, el equipo pucelano fue jugando con el marcador, sin forzar la máquina más que cuando era necesario. Todos los jugadores de ambos equipos disfrutaron de tiempo en pista y en el pequeño caos de los minutos sin trascendencia salió mejor parado el cuadro santanderino, que llegó a colocarse nuevamente a solo cuatro goles de diferencia (30-34).

Freitas zanjó cualquier duda que pudiera surgir marcando el 30-35 y después fue descalificado Dimitrievski al sufrir la tercera exclusión. El jugador macedonio no entiende de minutos de la basura y realizó una dura entrada a Abdelaziz cuando éste se disponía a recibir el balón.

El partido se fue consumiendo y el elenco de Pisonero logró su objetivo cumpliendo los pronósticos iniciales y sumando dos nuevos puntos en la clasificación.

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