La prudencia del gran capitán
Carlos Villagrán asegura que todavía quedan partidos muy emocionantes en el camino del BM Nava hacia la Asobal
Carlos Villagrán (Nava de la Asunción, 13-04-1984) ha sido testigo del crecimiento y del ascenso del Viveros Herol BM Nava, desde la Segunda División de Castilla y León hasta la División de Plata. Y so todo sale según previsto, a la Liga Asobal. Un sueño que se escapó el año pasado y que está a punto de convertirse en realidad. «Si me llegan a decir hace unos años que íbamos a llegar hasta aquí, no lo hubiera creído», comentó.
El conjunto navero tiene en su mano el ascenso. Solo falta cerrarla y no abrirla hasta que pasen estas jornadas para que no se escape. De ahí el mensaje de prudencia del capitán navero. «Todavía no está hecho», aseguró, aunque en su mirada se nota la ilusión como si fuese un niño. «Estoy disfrutando muchísimo de este camino. Es un sueño disfrutar de este pabellón, de esta gente... Pero no hay que olvidar que nos quedan seis partidos por delante cargados de emoción», destacó.
Villagrán confesó que tenía un cierto poso de preocupación por el rendimiento del equipo tras el regreso de las Navidades. «Me preocupaba bastante porque era un parón largo, pero la madurez de este equipo está por encima de todo. Tenemos muy claro cuál es nuestro objetivo. Ya lo teníamos en agosto y en enero, tras ese periodo vacacional, volvimos también con las ideas muy claras», aunque insistió en ese mensaje de prudencia y sensatez. «No se puede vender la piel del oso antes de cazarlo, todavía nos quedan un par de partiditos para llevarnos el gato al agua», dijo Villagrán.
Para el jugador, una de las claves del éxito es que «todos los jugadores suman. Si no aparece Filipe, ahí está Darío, y si no Oleg... Todos están ahí y en momentos puntuales, que es cuando más faltan hacen. Tenemos claro que Agustín (Casado) es nuestro jugador franquicia en ataque, pero todos queremos ayudar y si se puede darle oxígeno, el máximo posible, lo que pasa es que él es así, una bestia, y se echa el equipo a sus espaldas cuando hace falta».
La otra es la fortaleza mental que está demostrando el grupo. «Queríamos salir dominando y en muy poco tiempo nos vimos claramente por debajo, pero supimos mantener la calma. Tenemos la madurez que a lo mejor no teníamos antes como equipo y eso se nota al mirarnos a la cara y decirnos, chicos, tenemos que hacer lo que sabemos, que es jugar bien al balonmano, ayudarnos entre todos, ser un equipo, y con la confianza que estamos teniendo, sacarlo adelante. Esa paciencia ha aparecido otra vez en este partido; quizás en Aranda no estuvo, pero ha aparecido de nuevo y en un partido muy difícil, y además en un pabellón que a día de hoy es nuestro fortín inexpugnable; queremos que no falle nunca». La idea inicial del Nava era salir dominando. «Nos jugábamos mucho y a lo mejor esa ansiedad, esas ganas y esos nervios nos pudo en ese principio de partido, en el que queríamos jugar con calma y todo fueron prisas... Poco a poco nos fuimos acoplando», explicó.
Destacó la victoria de su equipo frente al Vestas Alarcos Ciudad Real, y eso que se les puso muy cuesta arriba cuando el conjunto visitante logró una ventaja de seis goles en los primeros diez minutos. «Era difícil; sabíamos que podía ser así porque Alarcos lo estaba haciendo bien en esos primeros minutos, aunque también podían desinflarse», dijo sobre el partido.