El BM Nava se queda a las puertas

Aunque sus intereses están puestos en la Liga, ni Nava ni Teucro le hicieron ascos a la Copa. La saborea el que gana. Y ese fue el Teucro. Una lástima, porque el conjunto navero estuvo cerca, muy cerca, y tampoco hubiera sido injusto. Las decisiones arbitrales, sobre todo en la segunda parte, marcaron el desarrollo. Ahora está dolido, posiblemente el malestar dure todavía unos días más, pero cuando lo piense se dará cuenta de que tiene muchos más motivos para estar orgulloso. Este equipo (como así lo ha manifestado el técnico Dani Gordo) crece. Y madura a pasos agigantados. Llegó a perder en la primera parte de cinco goles, pero supo rehacerse para terminar esa primera parte con empate a 15 en el marcador.

Los primeros minutos fueron muy igualados. El primer parcial terminó con empate a tres en el marcador. Pero poco a poco el Teucro encontró la manera a través de sus lanzadores de abrir brecha en la portería defendida de inicio en esta ocasión por Ernesto. Tras reclamar una falta a Álvaro Rodrigues, el conjunto gallego montó una contra para despegarse en el marcador. Dani Gordo puso a Yeray Lamariano y el portero volvió a responder. Está hecho un coloso. Hasta haciéndose daño las para, aunque la ovación del público lo cura todo. El BM Nava se fue metiendo en el partido. Igualdad, descanso y bocadillo para reponer fuerzas, que la segunda parte prometía emociones.

Y las hubo. Los primeros instantes también fueron igualados (17-17). Rosales puso por primera vez por delante a Nava (18-17) y el conjunto navero se mantuvo en el partido, con ventajas de dos goles. Hasta que llegó la lesión de Rosales. El jugador tuvo que abandonar la cancha lesionado y con gestos de dolor. Ya no volvió a salir, aunque no quiso perderse desde el banquillo el desarrollo del partido. Nava lo acusó y lo aprovechó Teucro para igualar. Tras ponerse por delante en el marcador (29-28), al último minuto se llegó con empate a 29, y con Ernesto muy acertado en la portería, pero en los últimos segundos cayó eliminado. Una lástima.