Raúl González: «La Liga Asobal continúa estancada»
Raúl González, entrenador del Paris Saint Germain ·
El técnico vallisoletano afirma que la presión de ganar la 'Champions' es la misma que el año pasado y que el objetivo es alcanzar la Final FourLíder destacado en la liga francesa, empatado en el liderato de su grupo en la Liga de Campeones, el París Saint Germain vuelve a ... ser uno de los principales favoritos a llevarse el título de campeón de Europa, algo que persigue con ahínco el club parisino desde hace más de un lustro y que siempre se le ha escapado de las manos. El vallisoletano Raúl González llegó al banquillo francés con los galones campeón continental y la campaña pasada diez minutos de caos ante el Kielce le hicieron encajar una diferencia de diez goles en la eliminatoria de cuartos de final que le fue imposible remontar en París. Con la lección bien aprendida, Raúl González afronta esta nueva temporada con prácticamente el mismo bloque de estrellas del balonmano mundial y con la obligación de alcanzar, cuando menos, la Final Four. El técnico vallisoletano, acompañado en el banquillo por su buen amigo y también excelente técnico Jota, es consciente de que el PSG necesita el título europeo, pero afirma no sentirse presionado en este sentido. Y es que Raúl González ofrece siempre una sensación de normalidad, de naturalidad a la hora de afrontar las cuestiones relativas al deporte. Convierte lo extraordinario en habitual, lo trascendente en insignificante y de esta forma consigue dotar a su trabajo de una aparente sencillez y sensatez que sin duda es una de las claves de su rotundo éxito en los banquillos. Unas excelentes dotes didácticas y la confirmación sobre las canchas de la eficacia de sus sistemas y estrategias hacen que Raúl González sea todo un paradigma de los entrenadores de balonmano a nivel mundial.
–Segunda temporada en el PSG y muy pocos cambios en el equipo.
–Estamos en el buen camino. Somos líderes en la Liga francesa, que es muy dura, y compartimos liderato en el grupo de la Liga de Campeones después de la primera derrota de la temporada en Barcelona el pasado sábado. Respecto al equipo, hemos perdido a Omeyer, que se ha retirado, al extremo Gensheimer, al lateral Stepancic principalmente. Hemos fichado al portero Gerard, del Montpellier, y al pivote polaco Syprzak, aparte de incorporaciones de la propia cantera del PSG. Está claro que se mantiene la columna vertebral del equipo. No podemos fichar con la alegría que algunos se piensan. De hecho el Barcelona ha fichado a Cindric, que también estaba en nuestra agenda. En la próxima campaña contaremos, entre otros, con la presencia del pivote Kristopan, y con unos leves ajustes tendremos una plantilla mucho más equilibrada.
-El equipo que dirige está repleto de veteranos, con la mayoría de sus estrellas por encima de los 35 años.
–No creo que haya que mirarle la fecha de nacimiento a un jugador. Interesa el rendimiento, su eficacia, su asimilación de los sistemas. Es cierto que tenemos jugadores con una vida deportiva muy longeva como Sigurdsson, que ronda los 40 años, pero también hay que tener en cuenta que jugamos en muchas competiciones y por lo tanto rotamos a muchos jugadores. Además, todos los equipos cuentan con jugadores veteranos y con experiencia junto a jóvenes promesas.
-El pasado sábado sufrieron su primera derrota de la temporada, en el Palau ante el Barcelona, ¿como lo han encajado?
–Si, ha sido la primera derrota de toda la temporada. En la liga francesa, que es muy dura y que tenemos la obligación de ganarla porque es la que nos da el pase a la Liga de Campeones, vamos invictos, pero en Liga de Campeones perdimos ante un gran Barcelona. Es una derrota sin más, no hay que darle más vueltas. En la 'Champions' lo importante sucede en abril, en los cruces. En la fase de grupos hay posibilidades de enmendar los errores, pero luego cualquier fallo lo pagas muy caro. Llegamos a Barcelona con las bajas de Hansen, Sagosen, Ekdhal y Tof Hansen, pero eso no debe ser excusa. Perdimos el partido y no hay que darle más vueltas.
–Tampoco fue un desplazamiento cómodo por los acontecimientos en Barcelona.
–El viaje fue un tanto accidentado. Teníamos previsto llegar el viernes para entrenar en el Palau, pero las suspensiones de vuelos nos afectaron. El viernes pudieron volar el delegado y algún directivo para asistir a la reunión técnica y luego el sábado, con problemas de plazas, el equipo tuvo que hacer el desplazamiento dividido en dos aviones diferentes, llegando cada uno a una hora. Yo llegué a Barcelona con un grupo de jugadores sobre las cuatro de la tarde para jugar a las ocho. Con todo, no creo que ello influyera en el resultado del partido.
–Acabar líder del grupo evita el primer cruce eliminatorio.
–Si, es una aparente ventaja. El año pasado acabamos líderes, evitamos ese primera eliminatoria, pero caímos en la siguiente. Ahora lo realmente importante es recuperar a todos los jugadores, que algunos llevan ya casi mes y medio en el dique seco y aunque quizás pudimos recuperar a algunos para jugar frente al Barcelona, preferimos no arriesgar porque la temporada se hace muy larga compitiendo en Liga, Copa y 'Champions'... y las selecciones.
–Ahora, en este parón liguero, pierde a diez jugadores que van a disputar la Golden League con sus selecciones ¿como gestiona la unión de un vestuario donde los compañeros se enfrentan sin miramientos en sus selecciones?
–Los jugadores ya están acostumbrados a cambiar el chip del club a la selección y viceversa. Yo mismo he sido jugador y me encantaba ir con la selección. Es algo con lo que hay que contar desde que se inicia la programación de la temporada. Siempre se intenta cuidar de alguna forma a esos jugadores para evitar excesivas cargas y ello da la oportunidad a jóvenes valores. Además, el ambiente en el mundo del deporte ha cambiado mucho. La gente es mucho más amistosa y afectuosa incluso con los rivales. Esas rivalidades se dan más fuera que dentro del deporte.
–Y además esta temporada hay Europeo y Juegos Olímpicos.
–Si, es un año bastante especial. Muchos frentes abiertos para muchos jugadores. Es complicado mantener un estado de forma óptimo durante todo el año. Los jugadores quieren jugar bien en sus clubes para poder ser convocados en sus selecciones y desde ahí conquistar la clasificación para los Juegos Olímpicos. Y todo ello bajo una enorme calidad, competitividad y desgaste.
–En la Liga de Campeones los favoritos vuelven a ser los mismos de los últimos años.
–La competición de balonmano suele estar muy abierta, hay un abanico muy amplio de clubes que pueden optar a llegar a la Final Four porque a doble partido pueden pasar muchas cosas y hay muchos candidatos. Lo principal es dominar en nuestra liga, que ya es complicado, por lo que hasta cierto punto aquellos que no tienen ligas fuertes sufren menos desgaste. En cuanto a los equipos, los alemanes parecen volver a levantar cabeza. El Kiel está muy fuerte y lidera su grupo destacado en solitario.
-Y ahora tendrá aún más presión por la obligación de ganar la Liga de Campeones.
–La misma que el año pasado. Nosotros queremos jugar bien y ganar, nuestra motivación está intacta y somos nosotros mismos los que nos exigimos esa presión. Está claro que el PSG tiene que estar en la Final Four siempre. Y a partir de ahí...
–En cuanto a la presión, ¿que le ha parecido la destitución de David Pisonero en el Vardar?
–Pues sinceramente ha sido algo muy sorprendente. He visto muchos partidos del Vardar de esta temporada y el juego estaba siendo bastante bueno y los jugadores estaban contentos con el trabajo del nuevo entrenador. Por ello no se entiende que por una derrota ante el Kiel le levanten del banquillo. Además, es cierto que en ese partido no le salió nada al Vardar y el portero del Kiel detuvo un 68% en la primera parte. Me consta que muchos jugadores no están de acuerdo con el cambio de Pisonero por Kokcharov.
–El pasado sábado jugó muchos minutos con siete hombres, pese a considerar que esa norma desvirtúa el balonmano.
–Desde luego que esa norma creo que no es buena para tal y como yo entiendo el balonmano, pero es legal y hay que aprovechar todos los recursos. Además, tenemos que entrenar para intentar contrarrestarla, así que también la entrenamos para utilizarla. La cuestión es tenerlo muy bien ensayado y saber en todo momento qué es lo que hay que hacer. Así, ante el Barcelona, en quince minutos le recortamos cinco goles. No me gusta la norma, pero está ahí y debemos adaptarnos.
–El balonmano alemán parece que vuelve a resurgir tras unos años alejado de la 'Champions'.
–La liga alemana siempre ha estado ahí y con un potencial muy elevado, pero en los últimos años se ha impuesto el estilo español. Francia ha subido muchísimo y se ha convertido en una de las ligas más fuertes del continente, con un juego mucho más parecido al español.
–¿Y cómo ve la Liga Asobal?
–Pues creo que no ha cambiado mucho en los últimos años. Parece seguir estancada con un Barcelona absolutamente dominador por presupuesto y jugadores y un muy reducido número de equipos que pelean por el segundo puesto. En esta primera mitad de temporada se ha metido el Cuenca ahí arriba, con Bidasoa, Ademar y Logroño. Luego existe una enorme igualdad donde todos pueden ganar a todos. El Valladolid debe asegurarse cuanto antes la permanencia y después concienciarse de que puede ganar en cualquier cancha para ir subiendo peldaños y comenzar a afianzarse en la parte superior de la clasificación.
–Chema Rodríguez, su discípulo como central en los tiempos del BM Valladolid, dirige a la selección húngara. ¿Le veremos entrenando en clubes? ¿Y a su segundo Jota?
–Por supuesto. Chema, que continúa en el Saran francés ha comenzado a dirigir la selección húngara y más pronto que tarde tiene que dar el paso. Será un excelente entrenador porque le encanta el balonmano y conoce perfectamente el juego. En cuanto a Jota, ambos tenemos contrato por otro año más y el destino puede ser muy caprichoso, pero estoy seguro que volverá a ser el primer entrenador en un club.

«Robin Dourte tiene que arrancar y empezar a dar el salto de calidad»
:: M. A. P.
Da la sensación de que Raúl González se evade fácilmente del balonmano, pero en el fondo está pendiente de todo lo que rodea a este deporte y muy especialmente lo que rodea al París Saint Germain. Por eso está muy al tanto de lo que ocurre con uno de sus jugadores, Robin Dourte, el pivote de 206 centímetros cedido esta temporada al Recoletas Atlético.
«Creo que Robin tiene que comenzar a arrancar. Ha tenido algunos problemas con las lesiones que le han impedido jugar y ganar en compenetración con sus compañeros. Ha tenido problemas de movilidad, pero tiene que comenzar a dar el salto de calidad que sin lugar a dudas posee. Tiene muy buenas condiciones pero debe dar el paso adelante», afirma el responsable deportivo del París Saint Germain, que no duda en comentar «pero juega poco ¿verdad?», en alusión a que podría haber disfrutado de más minutos. E insiste con «le pasan pocos balones ¿verdad?, antes jugaban mucho más con el pivote y ahora...». Y es que RaúlGonzález no duda en afirmar que le encanta regresar a España, a su Valladolid, pasear por sus calles y si tiene oportunidad acudir a la grada de Huerta del Rey. «Es uno de los privilegios de los que vivimos fuera: Que venimos a Valladolid de vacaciones. Nos hemos adaptado muy bien en París, donde recibimos muchas más visitas que en Macedonia... pero se echan de menos muchas cosas de España y por eso cuando venimos las valoramos mucho más».
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