Dani Gordo sale de Bielorrusia huyendo del conflicto en Ucrania

Dani Gordo es uno de los profesionales del deporte que ha tenido que hacer la maleta y abandonar la zona más caliente en estos momentos de todo el planeta. Este entrenador de balonmano, con amplia experiencia en el balonmano español y europeo, dio el salto el pasado verano al campeón bielorruso, un equipo con el que iba a disputar la Champions, la máxima competición del balonmano continental. Hasta ahí todo perfecto. Pero los últimos sucesos, con la invasión rusa de la vecina Ucrania con el apoyo de Bielorrusia, ha provocado la espantada de los deportistas extranjeros.

La inestabilidad en la zona llevó a las embajadas de diferentes países a comunicar a sus ciudadanos que lo mejor era abandonar Bielorrusia. Gordo, ante el aumento de la tensión, decidió que lo mejor era abandonar el país. En Minsk no hay embajada española, solo un consulado, por lo que la comunicación y las gestiones con los españoles que estaban en tierras bielorrusas se realizaban a través de la embajada de Moscú.

El extécnico del BMNava reconoce que salir de Bielorrusia «no es fácil. El día anterior a que lo hiciera yo, varios jugadores lo intentaron y les costó entre 9 y 10 horas. A mí me costó bastante menos», reconoce. Dani Gordo pasó a Polonia, de donde pudo volar a España, donde se encuentra ya en estos momentos. Y es que Brest, la ciudad del equipo que entrena, se encuentra muy cerca de la frontera polaca. «De mi casa a ella hay unos siete kilómetros», explica.

Señala que uno de los motivos, además de la recomendación de las autoridades españolas de que pusiese pies en polvorosa, fue la suspensión del partido de competición europea que su equipo debía afrontar en casa frente al Vardar de un viejo conocido, David Davis. «Estaba en contacto con él. Entiendo que no quisieran venir a jugar a Bielorrusia con todo lo que está pasando. Yo tampoco lo haría», subraya.

Los equipos y selecciones nacionales de Rusia y Bielorrusia han sido excluidos hasta nueva orden. No podrán por el momento participar en ninguna competición de índole internacional. «Es una pena que el deporte se mezcle con la política», indica el vallisoletano.

Su salida del Meshkov Brest es atípica, ya que la relación contractual no se ha roto como en otros casos. Aquí tanto la entidad como el entrenador están dispuestos a retomarla una vez que la situación se normalice y se den las condiciones para poder trabajar con todas las garantías en Bielorrusia. «Volver allí sería una buena noticia, ya que significaría que todo se ha acabado», manifiesta. Y es que desea regresar a un sitio en el que se ha sentido bien y respetado.

Aunque Dani Gordo no se pronuncia, esto puede afectar también a los jugadores españoles que habían firmado con el Meshkov Brest para la temporada próxima. Son varios, aunque el club bielorruso solo ha reconocido oficialmente la contratación del central Agustín Casado. Si la cosa se extiende en el tiempo, al almeriense, después de ser la jugador revelación del pasado Europeo, no le van a faltar 'novias'. Los no fichajes pueden ser otro de los daños colaterales que traiga este conflicto armado en el este de Europa.

De momento, el club bielorruso ha contratado a un técnico para que ayude al director deportivo a llevar al equipo mientras perdure la actual situación. «Voy a seguir ayudando al Meshkov Brest en lo que pueda a través de trabajo online con su director deportivo. También aprovecharé para ver partidos del Nava, Atlético Valladolid o Ademar. Estaré por Valladolid y por el pueblo de mis padres en Palencia», concluye el entrenador de balonmano al que le queda una temporada más de contrato en Bielorrusia.

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