Al Aula no le da la gasolina

Además quedó patente que la segunda unidad nada de nada. Peñas no confía en algunas de sus jugadoras, que tienen escasos minutos en pista. Para muestra un botón. Todos los goles vallisoletanos fueron conseguidos por las titulares. Ni uno solo de las jugadoras de banquillo. Por lo menos, llamativo.

El comienzo del Aula fue prometedor. El partido fue algo correcalles en los primeros minutos y ahí el cuadro vallisoletano se suele sentir cómodo. Buscaba soluciones en ataque, pero la falta de acierto desde los extremos comenzó a pasarle factura. Eso y los problemas que generaba el Rincón Fertilidad Málaga con sus dos pivotes en pista. La brasileña Isaura y la argentina Rocío Campligi son físicamente jugadoras grandes, de las que es muy difícil controlar en los seis metros. Las visitantes abrieron hueco en el electrónico con cierta facilidad. Además, su portera Alice Fernades estaba dando un buen rendimiento bajo palos. Con esa combinación, el 4-9 que campaba en el marcador disparó las alarmas. El Aula no encontraba el camino. Solo Bea Puertas parecía tener claro qué hacer en ataque. Anotó cuatro goles antes del receso.

Las pupilas de Diego Carrasco disfrutaron de su máxima renta hasta entonces, seis goles (7-13, m. 27). El Aula no estaba cómodo ni tenía su día. Un tanto sobre la bocina de Puertas dejó el marcador en 9-14 al final de los primeros treinta minutos.

El inicio del segundo tiempo fue complicado. Sobre todo porque el Aula comenzó la reanudación con una jugadora menos. Lulu Guerra había dicho algo a los colegiados, que fueron protagonistas con un mal arbitraje que enfadó a la grada, y estos la castigaron con la exclusión temporal. Fruto de ello, el cuadro local encajó un 0-2 de salida (9-16) que al menos no descompuso a las locales.

Las vallisoletanas, con una Viloria que acertó en la segunda mitad con la portería, recortaron gol a gol. La ventaja se fue reduciendo hasta el 18-19 (m. 47). La grada se fue encendiendo y transmitiendo su energía a un equipo que comenzó a controlar mejor en defensa, donde Málaga perdió balones y estuvo mucho más impreciso que en la primera mitad. «¡Sí se puede, sí se puede!», cantaba la afición. Pero la gasolina duró hasta ese kilómetro de partido. El Aula se entregó al máximo, pero el fuelle dura lo que dura. Los gestos de las jugadoras lo decían todo. Cansancio y desgaste.

El equipo andaluz, incluso con alguna exclusión, puso la directa hacia la victoria con un parcial de 0-3 (m. 18-22, m. 53). El Aula no se rindió y probó a jugar con siete jugadoras de campo para intentar recortar. Fue imposible. El Rincón Fertilidad Málaga era ya el dueño del encuentro. En el tramo final logró irse de hasta siete goles, un castigo excesivo para lo visto sobre la pista de Huerta del Rey. El Aula lo había dado todo, pero había resultado insuficiente. El poderoso conjunto andaluz le exigió más de lo que pudo dar y se llevó el triunfo con merecimiento. La derrota lleva a las vallisoletanas a la octava posición.