Hugo López prevé una final de Copa Princesa entre Carramimbre y Guipúzcoa resuelta por «individualidades»

El escenario no es el ideal, reconoce el técnico, pero en la balanza pesa más jugar en casa delante de tu público y la ilusión de un club por levantar un trofeo apenas cinco años después de su fundación. «Habrá que suplirlo con trabajo grupal», comenta Hugo López en su análisis previo de la final de la Copa Princesa ante el Delteco Guipúzcoa.

«Sabemos que el triunfo da el factor cancha en la ronda de 'play-off' pero no pensamos en ello. Peleamos contra un gran león, un equipo que viene de la ACB. Pero no nos amilanamos ante nadie. Tenemos que hacer un partido perfecto», señala, reconociendo que el rival ha mejorado sus prestaciones y que la última victoria en duelo directo no garantiza nada.

«El baloncesto no son matemáticas. También ganamos a Melilla en la primera vuelta y ahora hemos perdido. Se han reforzado desde la última vez, Johny Dee está en una línea espectacular, hacen un buen baloncesto,...», admite el técnico, que prevé una final resuelta por individualidades. «Tácticamente es un partido complejo que lo decidirán las individualidades, espero un encuentro muy duro y con un alto ritmo».

Vallisoletano y miembro del club desde su fundación allá por junio de 2015, Dani Astilleros confía en que la final de la Copa Princesa se convierta en una auténtica fiesta para los aficionados que acudan al polideportivo Pisuerga. «Tiene que ser un regalo para la afición y para nosotros. Hace unos años descendimos a liga EBA y ahora estamos jugando una final ante nuestra gente y eso es algo que debemos valorar. Somos muy afortunados, aunque lo afrontamos como un partido durísimo a nivel de juego», apunta, reconociendo que ningún jugador -griposo o no- se lo va a querer perder. «Vamos a hacer lo posible por ayudar al que esté mal», admite.

Astilleros ha vivido en primera persona todas las penurias que ha debido atravesar el club para llegar adonde está. «Muchas veces bromeo con Hugo López y Pepe Catalina sobre la pretemporada del primer año cuando no teníamos ni ropa para entrenar, en el segundo año ya dispusimos de botiquín,... A partir de ahí y año a año se han ido haciendo las cosas muy bien, siempre sin estar por encima de sus posibilidades y esas pequeñas cosas son las que hacen grande a un club. Hace que la gente quiera venir», valora, poniendo la final de la Copa Princesa como exponente de ese proceso de crecimiento.