Debut con victoria del Carramimbre

El Carramimbre estrenó la temporada con victoria que siempre es importante pero ofreció dos caras muy diferentes que pueden resultar preocupantes. Ante un Marín con tan solo nueve hombres, los de Hugo López resolvieron el partido en los dos primeros cuartos, dominando a placer a su rival, pero después se diluyó en errores, en un juego deslabazado y sin acierto que solo la gran ventaja conseguida evitó que se convirtiera en sufrimiento. El equipo tiene mimbres, pero está claro que la competición es diferente a los amistosos de pretemporada.

Comenzó el partido con cierto desorden, propio del inicio de temporada y de los nervios del debut. Y ahí el Marín se mueve mucho mejor porque ciertamente el caos de la joven plantilla gallega era complicado de seguir. Así se explica que Hugo López tuviese que pedir un tiempo muerto a los cuatro minutos consciente de que los derroteros del partido no iban por donde quería. Sentó a Leimanis, dio la dirección a Torres y el partido cobró otro sentido. Del 11-8 se pasó enseguida a un más confortable 20-11 y a evidenciar una superioridad absoluta en todas las facetas del juego. Tom Granado le puso la pausa bajo los aros y Bartley se marcó un par de triples que, con la siempre valiosa aportación de De la Fuente, llevaron el parcial a un cómodo 25-13.

El segundo cuarto comenzó con cuatro personales en apenas un minuto por parte del Marín. No sabían como frenar el ataque de las ardillas y se dedicaron a soltar las manos. Pero el Carramimbre ya había tomado velocidad de crucero con un Federico inspirado y batallador y con una defensa que, incluso con errores, apenas daba opciones a un Marín que se las veía y deseaba para anotar. Las diferencias fueron aumentando sin cuartel y sin medida. Con 31-18 volvió Leimanis a la cancha y el letón, más calmado y centrado, ordenó los ataques y junto a sus compañeros, con los cambios constantes de Hugo Lopez, llegó al descanso con un contundente 53-25 que suponía ya una losa insalvable para un Marín que llegó al Pisuerga con nueve hombres y que no tenía potencial para dar la vuelta al choque.

Tras el descanso, el partido volvió por los mismos derroteros del inicio, Un cúmulo de errores del Carramimbre, un desorden sobre la cancha, muchos fallos bajo los tableros y el Marín sacando provecho del caos. El parcial de 4-12 de los gallegos obligó a Hugo López, al igual que al principio, a pedir un tiempo muerto para aclarar ideas. Esta vez Torres dejó su sitio a Leimanis y también Granado sustituyó a un desacertado Aboubacar. El marcador no corría peligro (57-37), pero el juego del Carramimbre brillaba por su ausencia y el empeño en los lanzamientos de tres no encontraba el aro. Ni moviendo el banquillo logró Hugo López mejorar el juego de los suyos, pero tampoco el Marín reducía diferencias y los veinte puntos de diferencia se mantenían. El contagio del juego del Marín había afectado por completo al equipo de Hugo López y el penoso tercer cuarto afortunadamente concluyó sin apenas daños en el marcador pero sí en la pobre imagen ofrecida (67-43).

Poco más podía ofrecer el último cuarto, salvo un lavado de cara del anterior parcial para dejar al menos un buen sabor de boca en los aficionados, aparte de la victoria. Pero no pudo ser. Los del Carramimbre parecían tener prisa pese a los 20 puntos de ventaja y cometían error tras error, mientras los del Marín ofrecían más de lo mismo. Al final, la primera victoria se quedó en el casilleros del Carramimbre pero mucho tendrá que mejorar para encarar a rivales de mayor entidad.