Haney, protagonista de la acción decisiva, se prepara para lanzar un tiro libre. Mar García
CB Ciudad de Valladolid

Victoria épica de muchísimo mérito del UEMC en Morón, en un final increíble

Un 3+1 de 'Ice' Haney a 17 segundos del final da el triunfo a los de David Barrio, que jugaron sin Fares Ochi, lesionado

Ito Carmona-ADG

Morón de la Frontera

Sábado, 25 de octubre 2025, 21:02

El UEMC Baloncesto Valladolid aprovechó un escenario de tronío para dar un nuevo golpe sobre la mesa y consolidar su liderato. Más allá de las cuatro victorias en otros tantos partidos, la forma de creer, resistir y apelar a la épica ante Morón sirvió como un aviso para todos aquellos rivales que deseen plantar cara a un equipo escrito con letras mayúsculas. Ni fue fácil ni podía serlo porque visitar el Pabellón Alameda es sinónimo de una emboscada de la que pocos saldrán ilesos esta temporada. Un triple con falta (3+1) de 'Ice' Haney cuando estaba contra las cuerdas (88-85) le dio un triunfo de muchísimo mérito, en un partido que jugó sin Fares Ochi, lesionado.

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Muy pronto Pablo Marín adelantó a su equipo con un lanzamiento de tres puntos tras capturar el rebote ofensivo Taiwo. Toda una declaración de intenciones por parte de un UEMC Baloncesto Valladolid en el que Haney y el propio Pablo Marín se aliaron desde el perímetro para descoser a un adversario que se mantuvo en la pelea gracias a la fiabilidad anotadora de Gonzalo Fernández.

Morón

Alo Marín (10), Williams (16), Gonzalo Fernández (10), Burgos (4), Correia (4) -quinteto inicial-, Jiménez (22), Herrera (3), Chabi (7) y Orlov (12).

88

-

89

UEMC

Marín (13), Haney (17), Martín, Ordóñez (19), Taiwo (8) -quinteto inicial-, Isern (23), Hanna (7) y García-Abril (2).

  • Árbitros: Aguilera Mellado (Colegio extremeño) y Expósito Ruf (Colegio andaluz). Eliminados por faltas los locales Orlov (min. 36), Williams (min. 39) y Gonzalo Fernández (min. 40).

  • Parciales: 20-22, 21-16 (41-40), 22-15 (63-55) y 25-36 (88-89).

  • Incidencias: Pabellón Alameda. 800 espectadores.

Con esa propuesta lideró el marcador el conjunto dirigido por David Barrio hasta obtener un esclarecedor 11-18 después de un robo con contragolpe protagonizado por Hanna y finalizado por Haney. Pese al efervescente arranque firmado por el Baloncesto Valladolid, no dejó de presentar batalla la formación moronense con un parcial 7-2 espoleado por los despistes defensivos a cargo del conjunto pucelano. Y es que, en muchos momentos del primer cuarto, los jugadores a cargo del entrenador pucelano confundieron la velocidad con las prisas.

Una tónica que se acentuó en el segundo cuarto con la irrupción en cancha de Pau Isern al mando del timón blanquivioleta, capaz de desarbolar por sí solo la defensa rival con su energía y desparpajo, para después firmar dos pérdidas de balón casi consecutivas que permitieron acercarse de forma muy peligrosa al Starlabs Morón (32-33, min. 17). Esa irregularidad fue la gasolina que necesitaron los discípulos de Fede Castelló a la hora de hilvanar un parcial 11-3 con Jiménez como gran protagonista desde posiciones exteriores. El alero malagueño mostró su versatilidad y buen criterio en la toma de decisiones para liderar una revuelta que alcanzó su punto álgido a falta de dos minutos para el descanso gracias a dos tiros libres (41-36).

Un obstáculo que se convirtió en montaña tan pronto como regresaron los protagonistas a la acción. La bulliciosa grada moronense elevó sus decibelios para convertirse en un factor decisivo caldeando la temperatura de la cancha. Del resto se encargaron Alo Marín y Williams para dar la razón a Fede Castelló en su apuesta por un quinteto de baja estatura y mucha movilidad. El parcial de arranque 8-1 dinamitó cualquier esperanza de recuperar la iniciativa por parte de un UEMC que vivió a remolque el tercer periodo (49-41, min. 23). Echó de menos David Barrios la figura de Ochi para cargar de centímetros y kilos una pintura que quedó coja cada vez que Ordóñez abandonó el parqué más allá de la esforzada, y poco afortunada, labor realizada por Taiwo. Bien diferente fue la aportación del talentoso ala-pivot pamplonica, capaz de generar lanzamientos propios y aportar variantes en el juego.

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Demasiados condicionantes contra los que competir pese a que nunca perdió la cara al partido el cuadro pucelano como demostró el contragolpe con mate finalizado por Hanna para colocarse a solo cinco tantos de distancia (67-62, min. 33). Una espectacular acción que sonó a punto de inflexión. Con Ordoñez ya erigido en dictador bajo los tableros, Marín hizo subir el 74-73 con un triple desde ocho metros sobre la bocina de posesión. Más madera para una hoguera que se encargó de atizar de forma recurrente Isern, como ocurrió en otro triple para el 84-83 a falta de un minuto para el final. Menos acertada se mostró la formación blanquivioleta en defensa, permitiendo lanzamientos muy cómodos que no desperdiciaron Jiménez ni Alo Marín para mantener una renta de tres puntos que pulverizó Haney con un triple más lanzamiento de tiro libre (3+1) en una jugada que se recordará mucho tiempo en el vestuario de la ribera del Pisuerga.

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