Siempre Valladolid
Voy a volver a recorrer la ciudad, como el escritor y yo hicimos tantas veces, pero ahora de la mano y en compañía de algunos personajes de sus novelas y cuentos, tan vallisoletanos como su creador
Ramón García domínguez
Domingo, 4 de octubre 2020, 10:20
Estamos hoy a 4 de octubre, y solo faltan dos crónicas semanales más para llegar al 17, fecha justa del centenario del nacimiento de Miguel ... Delibes. Que será cuando cuelgue mi pluma conmemorativa.
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Y en esta antepenúltima 'hora', voy a volver a recorrer Valladolid, como el escritor y yo hicimos tantas veces, pero ahora de la mano y compañía de algunos personajes de sus novelas y cuentos, tan vallisoletanos ellos como su creador.
Miguel Páez, alias 'Valladolid'
Miguel Páez, protagonista del primer cuento del libro 'La partida' (1954), no solo es oriundo de Valladolid, sino que hasta lleva el nombre de la ciudad como sobrenombre, como apodo. «A Miguel Páez le llamaban ahora 'Valladolid', y a 'Valladolid' le agradaba oír al contramaestre llamarle 'Valladolid' porque así olvidaba o se desentendía de la mugre y sordidez del 'Cantabria'» (barco carguero donde hace sus prácticas nuestro protagonista).
También Sebastián, el contrahecho protagonista de la segunda novela de Delibes, 'Aún es de día' (1949) es vallisoletano, y nada menos que del barrio de San Andrés, «el barrio más alegre y jaranero de la pequeña ciudad», en descripción del novelista.
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No cita el nombre Delibes -casi siempre soslaya los topónimos en su narrativa-, aunque deja rendijas y atisbos por donde entrever y deducir el paraje urbano, particularmente por la recreación detallada del barrio y el ambiente popular propio de los años cincuenta del pasado siglo.
Tampoco se cita el escenario de la novela 'Mi idolatrado hijo Sisí' (1953), cuyo argumento trascurre de 1917 a 1938 del siglo XX, en una capital de provincia que enseguida se adivina que es Valladolid.
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Entre otras señales porque en el arranque de cada capítulo el novelista transcribe noticias de prensa que están tomadas textualmente de El Norte de Castilla.
Valladolid es asimismo la ciudad evocada por Menchu, ante el cadáver de su marido, en 'Cinco horas con Mario'; la que recorre el viejo don Eloy en 'La hoja roja'; la ciudad del muchacho Gervasio García de la Lastra en 'Madera de héroe'; la del 'antihéroe' Eugenio Sanz Vecilla en 'Cartas de amor de un sexagenario voluptuoso'; la de Nicolás y Ana (alter egos de Miguel y Ángeles) en 'Señora de rojo sobre fondo gris', y ...
Un cazador y un hereje
Y me quedan dos personajes delibeanos de excepción: Lorenzo el cazador, y el hereje Cipriano Salcedo. Ambos también de Valladolid.
Lorenzo, el protagonista de 'Diario de un cazador', vive en la vallisoletana calle de la Estación, y desde su azotea «divisa el movimiento de los trenes» y, allí en lo alto, la efigie del Sagrado Corazón de la torre de la catedral, el cual, «iluminado por una luz blanquecina -son palabras del 'diario'- parece tal cual una aparición».
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Y finalmente Cipriano, protagonista de 'El hereje', última novela de Miguel Delibes, publicada en 1998. Aquí el narrador ya no se retrae, ya no se corta y proclama, de la primera a la última página y línea, que la acción de la novela trascurre en Valladolid, que el protagonista es vallisoletano de la cabeza a los a pies, como lo es el propio autor que dedica la novela «A Valladolid, mi ciudad».
Pues por esa Valladolid, ciudad natal del novelista y de tantos de sus personajes de ficción -solo acabo de mencionar algunos-, transcurrieron nuestros paseos y paliques, que he ido evocando y desgranando en estas 'mis horas con Delibes' publicadas en la contraportada de El Norte de Castilla, también de Valladolid.
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Valladolid y Delibes, un binomio indisoluble. Así en su biografía como en su literatura. Un tanto monta sin duda incuestionable.
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