Tradición por los senderos del clarete
La Ruta Cigales apuesta por el turismo sostenible con un viaje a sus orígenes
Siguen manteniendo su esencia de siempre, sin la necesidad de reinventarse, porque su turismo ensambla perfectamente con lo que ahora marca la nueva realidad. Pueblos ... pequeños, con riqueza natural y patrimonial, con nula masificación y una apuesta por el turismo cercano y familiar. Esas son las premisas marcadas, desde sus inicios como producto turístico, por la Ruta del Vino Cigales y que ahora cobran más relevancia.
«Ha sido fácil para nosotros pasar a la nueva normalidad, según trabajamos habitualmente ya estamos ajustados a lo que necesita el visitante», explica la presidenta de la Ruta del Vino de Cigales, Inés Salas. En esta línea, incide en que se trata de un itinerario turístico «nada masificado» y, por ello, se seguirá en esa dirección. «Queremos potenciar lo mismo que estábamos potenciando: el turismo cercano, familiar, con calidad y seguridad. Queremos que los visitantes disfruten de nuestro origen, conozcan cómo vivimos en los pueblos, nuestras gentes.», insiste.
Se conserva el lema elegido a principios de año, 'Ser protagonista de tu mejor verano', una campaña enfocada en el turismo familiar y sostenible. De esta manera, sin perder de vista el eje vertebrador principal que es la cultura del vino, la ruta ofrece tradición, patrimonio etnográfico, historia, paisaje y tranquilidad. «Entendemos que cualquier visitante va a pasar aquí su mejor verano. Las familias que vengan, podrán enseñar a sus hijos que el mosto no viene del supermercado, queremos que entiendan que procede de nuestras cepas. También que nuestros quesos se elaboran de forma artesanal. Queremos que diferencien que no es lo mismo ser de pueblo que pueblerino», añade la presidenta de la Ruta.
Senderos
El río Pisuerga marca el ritmo del enoturismo en Cigales. Un río con aroma a vino que se adorna con sendas, miradores, puentes y patrimonio. Con el auge del turismo al aire libre, cobran importancia los Senderos del Clarete. Se trata de un recorrido por el GR-296, un sendero homologado para disfrutar a pie o en bicicleta. La propuesta permite desde realizar etapas de una jornada, hasta decantarse por todo el trazado en tres días. Los Senderos del Clarete atraviesan los doce municipios que engloba la Ruta, en un camino en el que se surcan viñedos y se contemplan vistas al río Pisuerga con sus cortados, chozos, el Monte de Dueñas, campos de cereal y páramos. A la naturaleza, se une la riqueza patrimonial de los pueblos que albergan barrios de bodegas tradicionales milenarias o fortalezas con gran riqueza patrimonial como el Castillo de Fuensaldaña y el Castillo de Trigueros del Valle.
A las propuestas de naturaleza también se suma el Canal de Castilla que riega parte del los viñedos de la Denominación de Origen y permite un itinerario en bicicleta. A mayores, la Ruta ha realizado un catálogo con ocho miradores y tres áreas recreativas.
«Queremos promocionar los miradores, castillos, los Senderos del Clarete, las bodegas tradicionales, el río, el Canal de Castilla… Además, hay interesantes alternativas como visitar viñedos y hacer catas en chozos o disfrutar de una gastronomía cercana con el concepto slow, natural y artesano», destaca Inés Salas. Dentro de las iniciativas enoturísticas, a la Ruta llegarán este verano dos trenes del vino promovidos por la Diputación Provincial de Valladolid y dos buses del vino apoyados por el Ayuntamiento de Valladolid, «manteniendo las limitaciones, las normas marcadas de aforo y las medidas de seguridad».
A pesar de ser un itinerario pequeño y sin masificaciones, Cigales experimentó el pasado año un aumento de 26% en el número de visitantes, con un global de 83.000. La presidenta destaca su enoturismo «fiel», ya que «la gente que ha venido durante todos estos años, ha vuelto a repetir, y les esperamos de nuevo».
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