Ramen con caldo de marisco

Su versión más tradicional se asemeja a una sopa calientes con fideos y otros ingredientes, y se basan en la trilogía clásica de soja, miso y sal. Pero, con el paso de los años, el plato ha alcanzado tanto éxito que se han popularizado otras variantes que se salen de lo establecido. En verano y principios de otoño, gana enteros el ramen frío. Una propuesta en la que los fideos se han enfriado y los toppings o ingredientes suelen ser fríos y también saludables, para mantener a raya los termómetros y los kilos de más.

Es el caso del ramen con caldo de marisco. Para su elaboración se necesitarán como ingredientes básicos, los fideos de arroz, el caldo de marisco, barritas de cangrejo, gambas, huevos, cebolletas tiernas, jengibre fresco, cebollino, y setas shitake. También un chorrito de sake o vino blanco, un chorrito de salsa de soja, semillas de sésamo, sal, pimienta y aceite de oliva.

La elaboración es muy sencilla. El primer paso será separar un poco de caldo, rallar el jengibre, llevar a ebullición y reservar. Con esto, obtendremos una salsa de jengibre. Luego llegará la hora de limpiar las cebolletas y cortarlas en rodajas. Colocar el resto del caldo con el sake, la salsa de soja y las cebolletas. Después, tocará cocer los huevos con agua en sal durante seis minutos, retirar y dejar en agua fría. Lo siguiente será pelar y cortar por la mitad en el momento en que se sirvan. Mientras tanto, los fideos se cuecen durante ocho minutos en agua con sal y escurrir.

En lo que se refiere a los toppings, es turno de limpiar las setas y cortar en láminas. También de pelar las gambas y salpimentar ambos. En una sartén, se calientan una cucharada de aceite de oliva, se añaden las setas y saltean durante cinco minutos. Por otro lado, se doran las gambas. Para completar los aderezos se cortan las barritas de cangrejo. Finalmente, se coloca en un bol el caldo, los fideos e ir colocando por separado las setas, las gambas, la cebolleta, las barritas de cangrejo y el huevo. El colofón consistirá en añadir la salsa de jengibre y decorar con el cebollino y semillas de sésamo. ¡Listo! Ya tenemos un plato exótico, original y equilibrado.