Y de postre… ¡natillas!

El origen de este dulce según varias hipótesis estaría en las cocinas de los conventos donde la repostería se ha convertido una especialidad que hoy en día se mantiene

Andrea Díez

Valladolid

Miércoles, 23 de junio 2021, 20:00

Con o sin galleta, la receta de las natillas es una de las más buscadas por los amantes de los postres populares. Sobre su origen ... exacto, la mayoría de las hipótesis apuntan a los fogones de los conventos donde era habitual aprovechar ingredientes como los huevos, la leche y el azúcar, además de la harina, aunque en este caso no vaya a hacer falta.

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Con el paso de los años, han ido surgiendo variedades, como son las de fresa, boniato y naranja, chocolate, con merengue y tierra de galleta o con grosellas. En cualquier caso, las natillas caseras cuentan con una legión de seguidores adultos que disfrutan con cada cucharada recordando los momentos más dulces de su infancia.

Para elaborarlas solamente hace falta echar leche en una cazuela con una rama de canela, hay quién además añade un poco de esencia de vainilla y la corteza de limón, pero eso dependerá del gusto de cada uno. Así que se deja la leche y la canela a fuego medio fuerte calentando sin que llegue a ebullición. Después de unos quince minutos se deja reposar. Por otro lado, se baten en un bol, con la ayuda de unas varillas, las yemas y el azúcar hasta conseguir una mezcla homogénea y de color blanco.

Después se mezclará la leche con las yemas poco a poco y sin dejar de batir para evitar que las yemas se cuajen. En la cazuela continuará al fuego durante unos diez minutos hasta que la mezcla haya espesado. Para acabar solamente quedará rellenar los moldes y dejarlo enfriar en la nevera. Para decorar, hay quien opta por colocar encima la famosa galleta María y un poco de canela o solamente la canela.

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Natillas caseras

  • Ingredientes: cinco yemas de huevo, 100g de azúcar, 450ml de leche y una rama de canela

  • Proceso: Batir las yemas con el azúcar hasta que se queden blancas. En una cazuela calentar a fuego alto, sin que llegue a hervir, la leche y la canela. Después, en el bol de las yemas se irá añadiendo con cuidado la leche y batiéndolo para que las yemas no cuajen. De nuevo en la cazuela ponerlo todo a fuego lento, unos diez minutos, hasta que espesen. Verter en moldes y dejarlas en la nevera hasta el momento de servir.

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