Irresistible tarta de huesitos
Adrián de nueve años e Izan de cinco, preparan uno de sus postres favoritos
Si un plato entra por los ojos, este caso no es una excepción. Una deliciosa tarta con una pinta estupenda y un además sabrosa es ... el postre dulce de las ocasiones especiales. Además, si la preparan los pequeños de la casa el disfrute es doble. Así que manos a la masa se ponen los hermanos González, Adrián (9 años) e Izan (5 años). Antes de comenzar, hay que preparase así que se lavan las manos y se visten para la ocasión. Mandil y gorro para cumplir con el protocolo. Después como verdaderos profesionales ordenan sobre la mesa todos los ingredientes que les van a hacer falta, nocilla, chocolate con leche, chocolate blanco, huesitos y unas obleas.
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Una vez comprobado que todo está en su sitio toca comenzar la operación tarta de huesitos. En un plato se coloca la primera de las obleas y se recubre con una suave capa de nocilla. Si está muy espesa se puede calentar un poco en el microondas para que la consistencia sea más líquida. A continuación, la siguiente oblea y así sucesivamente hasta cumplir con quince capas. En la cocina reina el orden porque no hay discusiones, «No nos peleamos porque vamos por turnos», explica el hermano mayor que además de disfrutar haciendo este postre dice que una de sus mayores aficiones es el baile, en concreto la danza urbana y el funky.
Recetario Degusta
El pequeño prefiere practicar deportes como el baloncesto, aunque de momento no es seguidor de ningún jugador en particular, prefiere disfrutar jugando con sus amigos. Y en común, tienen los videojuegos que están en la lista de aficiones para entretenerse en el tiempo libre. En cuanto a la cocina, Izan tiene claro que prefiere preparar que recoger, aunque a la hora de limpiar los cacharros el lavavajillas «ayuda bastante». Otras especialidades de la casa son la tortilla francesa, «nosotros batimos los huevos sin problema», indican o las hamburguesas, que entran dentro de la lista de platos favoritos.
Una vez montadas todas las obleas con su correspondiente capa de chocolate llega el momento de cubrir la última capa con huesitos, «ahora al final, hay que poner unos trozos de huesito colocados como quieras», explican. Para decorar, en una cazuela, se funde chocolate con leche. Con cuidado y una cuchara se hacen hilillos para cubrir la capa final. Después se repite la misma operación con chocolate blanco para darle un toque de color. Otra opción es derretir el chocolate en dos cuencos en el microondas.
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Una vez decorada, solo queda degustarla y el veredicto final es favorable, «está buenísima, pero hay que comer poco a poco porque sino te llena mucho», valora el pequeño de los hermanos. Así que, por este motivo, insisten en que la tarta de huesitos es solo para ocasiones especiales como fiestas y cumpleaños. Aunque de vez en cuando les dé el visto bueno su madre, que supervisa los pasos, y la preparen en casa para disfrutarla tranquilamente.
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