Helados con decoración frutal
Javier Pérez de Café Alborada propone tres divertidas y coloridas elaboraciones para refrescarse cuando el sol aprieta
Los helados, sin duda, son uno de los grandes reclamos de la época estival. Aunque su consumo se prolonga durante todo el año, es precisamente ... en verano cuando más se consume. La evolución de las técnicas de refrigerado y la apuesta por elaboraciones artesanales ha convertido al helado en todo un arte en el ámbito gastronómico.
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Hoy en día se pueden encontrar de prácticamente cualquier sabor, aunque los clásicos de vainilla, fresa, chocolate y limón son los que siguen ocupando las primeras posiciones. También los de turrón, pistacho o café cuentan con numerosos adeptos.
En el establecimiento vallisoletano, Café Alborada, apuestan por los batidos y también las copas de helados para combatir las altas temperaturas propias del mes de agosto. Y por eso, en su carta se encuentran propuestas tan apetecibles como el de helado de crema de nata con galletas oreo, helado de chocolate blanco con trocitos de filipinos o el famoso helado huevo kínder tres chocolates, cacao y avellana.
Javier Alborada recuerda que es importante consultar la carta de alérgenos, pero también preguntar al personal para cerciorarse de los ingredientes y evitar así cualquier tipo de incidencia en caso de sufrir algún tipo de intolerancia alimentaria. Por cierto, que la decoración final va acompañada de fruta como el kiwi, fresa, piña, melocotón o moras, por ejemplo.
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El helado de crema de nata con galleta oreo comienza a prepararse eligiendo una copa amplia, para poder disfrutar de varias bolas de helado. Primero se pone una base de caramelo y después una cama de nata, «nosotros utilizamos una nata artesana belga que ya está azucarada para obtener un punto de sabor equilibrado», apunta. Después, se añaden unas bolas de helado de galleta de oreo, un poco más de nata y una decoración con trocitos de fruta.
El segundo helado está elaborado con una base de chocolate blanco. En este caso, también se dibuja con caramelo la base y laterales de la copa y a continuación se añaden las bolas de chocolate blanco, unos trocitos de filipinos y para decorar además de la fruta variada, unos fideos de chocolate.
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Y en tercer lugar, uno de los más populares, el de huevo kínder con tres chocolates. De igual forma que los anteriores, se le da una a la copa una suave cobertura de caramelo con nata y las bolas de helado. Después un poco más de nata, la fruta y también se pueden añadir unos lacasitos, una galleta o unos huevitos kinder. «Procuramos que la decoración siempre vaya cambiando», apunta Javier Alborada.
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