Gelatina de frutas, la merienda del verano

Hay un sinfín de posibilidades y sabores para la gelatina, tantos como frutas. En verano las opciones que más gustan se acompañan con las frutas de temporada. Fundamentalmente: fresas, cerezas, frambuesas, arándanos…. Incluso, se pueden mezclar para conseguir una atractiva gelatina de frutos rojos.

Para elaborar esa propuesta no serán necesarios demasiados ingredientes. En concreto, una taza de fresas, una taza de frambuesas, medio litro de zumo de arandanos y tres hojas de gelatina neutra. Se pueden acompañar de dos cucharada de azúcar blanco. Eso ya en el plano opcional dependiendo de lo goloso que sea el comensal o la decisión de restar o sumar calorías. También se puede sustituir por edulcorante.

De lleno en la preparación, el primer paso consiste en poner en remojo las láminas de gelatina, siguiendo las instrucciones de cada fabricante. Por otro lado, las fresas y frambuesas se colocan en un vaso de batidora, donde se tritura toda la fruta. Mientras se bate, se va agregando el zumo de arándanos y el azúcar. Se mezcla todo bien para, más tarde, depositarlo en una cazuela que se pone a fuego lento. Cuando la mezcla esté caliente, se agregan las láminas de gelatina, sin dejar de remover, para conseguir que se integren a la perfección.

La idea es servir la gelatina en raciones individuales. Por ello, se rellenan los moldes personales y se pone a enfriar en la nevera hasta que tenga una consistencia sólida. Luego, solo queda disfrutar de esa refrescante merienda 'light'.

Según defiende los nutricionistas, la gelatina es un producto que aporta vitaminas y minerales y posee numerosos beneficios para el sistema digestivo, la piel, o los dientes. Además de degustarla de forma independiente, la gelatina se puede convertir también en un ingrediente estrella para numerosas recetas. Propuestas estupendas, dulces y saladas. ¡Todo es probar!