Congrio a la arandina

Para hacer este tradicional guiso de pescado, se utiliza la parte abierta del congrio, mientras que la zona cerrada se destina para hacer el caldo, junto a la raspa central. En una cazuela se hierve el fumé que dará sabor al guiso.

Por otra parte, el congrio se sala, se baña en harina y se pasa por la sartén. Después se coloca en una cazuela para que se quede terso. En el mismo aceite en el que se ha hecho el congrio, se pocha la cebolla, alrededor de tres cuartos de una unidad, y tras majar el ajo y el perejil, con un poco de sal gorda, también se añade a la sartén. En ese momento, además, se echa el azafrán, y una cucharadita de harina para que espese.

Una vez que se termina en la sartén, para que quede más suave, se pasa la futura salsa por la batidora, mezclando también el caldo del pescado que se ha estado cociendo y el vino blanco. Tras pasar por la batidora, se vierte en la cazuela donde está el congrio y se pone a fuego máximo para que rompa a hervir durante unos minutos. Una vez que esté hirviendo, se mantiene a fuego medio durante unos cinco minutos. Se retira del fuego, se deja reposar y listo para comer. Al emplatar, el congrio a la Arandina, se suele acompañar también con unos pimientos asados. ¡Delicioso!