El helado original para todas las estaciones
El chocolate siempre triunfa. Álex y Nora, son pequeños expertos en repostería
Original, fácil y rápida de preparar. Una receta de helado de chocolate con un toque innovador que no sabe de estaciones y que es ideal para que los más pequeños lideren la elaboración del postre en la cocina.
Es el caso de Álex y Nora Gutiérrez Abad, de seis y cuatro años, incondicionales de la repostería, a pesar de su corta edad. Estos dos pequeños, que residen en Aranda de Duero, han hecho ya sus pinitos con los postres más tradicionales como el bizcocho de toda la vida, las rosquillas o las tartas de chocolate y galletas. También se atreven con la versión salada, los nuggets de pollo y los huevos rellenos son sus especialidades en ese campo.
Ahora, han dado un toque de modernidad y se han lanzado a por el denominado helado de huesitos, la receta que triunfa en todos los chats de madres y padres, por su sencillez y, sobre todo, por el resultado final, ajustado a los paladares de los más pequeños. También, aunque no sean tan expresivos, al de los mayores. La receta original aparece con esos famosos e históricos huesitos, pero se puede realizar con cualquier chocolatina, sin ningún tipo de problema.
Álex y Nora toman las riendas de la cocina, bajo la atenta supervisión de su madre, Erica Abad. «¿Tenemos todos los ingredientes?», pregunta la pequeña mientras su hermano canta los productos que hay encima de la mesa: «Tenemos nata, leche, azúcar, huesitos, chocolate de tableta negra para postres y con leche que hay que derretir».
Primero se trituran los huesitos y se dejan en un plato. Con dos batidoras con varillas en mano, una para cada uno, comienzan a montar la nata en su bol particular. «Esto es muy divertido, me sale a mí solo. Ahora lo tenemos que meter en el frigorífico un rato para que se enfríe», indica Álex mientras se prepara para derretir al baño maría el chocolate negro y el chocolate con leche, añadiendo un poco de azúcar. Después, es tiempo de mezclar la nata con ese chocolate fundido hasta que queda una mezcla homogénea.
«Lo peor es esperar a que se haga el helado», lamenta Nora. Y es que se necesitan mínimo cinco o seis horas de frigorífico para obtener un buen resultado, aunque lo idóneo, siempre que la paciencia lo permita, es tenerlo en frío un día entero. Ya solo quedan los últimos pasos. «Vamos echando la mezcla en la heladera, con los huesitos en trocitos y lo dejamos un rato, casi una hora», explican los chefs. Si no hay heladera se mete en el congelador y cada media hora se saca para dar unas vueltas y obtener una textura más cremosa. A partir de ahí, se coloca en recipientes y se puede adornar con unos huesitos extra y un colofón de nata.
«¡Está riquísimo!¡Qué bien nos ha quedado!», conclusión final que no deja espacio para más debate.