Gastronomía con nombre de mujer ligada al territorio

A su formación en la Universidad de Valencia, en la que obtuvo el título de técnico especialista en Enología y Viticultura y completada posteriormente en la prestigiosa Universidad de Burdeos, Belén Sanz Cid (Valladolid, 1973) une una privilegiada formación práctica apadrinada por dos de los enólogos con más trascendencia en el panorama vinícola internacional, Mariano García y Antonio Sanz. Después, ya en 1999, comenzó a volar sola para elaborar los grandes vinos de guarda de la bodega familiar Dehesa de los Canónigos, situada en Pesquera de Duero (Valladolid). La enóloga Belén Sanz participará el martes 17 de mayo en la mesa redonda sobre 'El viñedo emergente y los nuevos estilos de vino', junto a Carmen Martínez, de Bodega Las Danzas, de Las Mestas, y Carmen Martínez Rodríguez, de Bodega Vitheras, ambas en Asturias, y Rosana Lisa directora de Bodegas Lalomba (Haro, DOCa Rioja).

Rocío García Alonso (Finca La Huérfana, Salamanca), realizó los estudios de lo que en su época se conocía como perito agrícola en Salamanca y posteriormente, se trasladó a Ávila para convertirse en Ingeniero Agrónomo. Tras su paso por Madeira o Londres y después de trabajar en varios laboratorios, llegó el momento de tomar otra decisión trascendental para su vida: ponerse al frente de la explotación familiar tras la jubilación de su padre. Después de nueve años se muestra satisfecha con la elección, pero no deja de reconocer que ha sido «duro y complicado» aunque ya puede decir que «más o menos, tengo la granja como la soñaba».

Rocío es una gran defensora de las razas autóctonas, «un tesoro que hay que potenciar más», pues tal y como explica, «están especializadas en el medio donde viven, extraen de ese medio lo máximo para transformarlo en carne». En sus dos fincas, en Ledesma y Villamayor, cría ganado porcino, vacuno y ovino.

La raza de cerdos ibéricos por la que apostó es de la estirpe torbiscal, en peligro de extinción, «de pata gruesa y muy fuerte y perfectamente adaptada a esta zona de monte». Destaca el sabor de esa carne, todo aquel que la ha probado «está encantado», y es que casi no puede ser de otra manera, «tenemos todas las condiciones para que esté bueno».

Recuerda de esos jamones de bellota que «si los animales han comido suficiente fruto lo notas en la boca cuando te metes una raspita de jamón porque empiezas a coger el sabor del aceite que son los oleicos que suelta el jamón con el calor; sí que notas cómo se han producido esos animales».

Rocío visibiliza de manera habitual el medio rural y la actividad ganadera a través de las redes sociales o allá donde la llaman para hablar. «Hay cosas que yo pensaba que eran básicas pero que no se conocen, estamos en preescolar con el sector primario», concluye.

La salmantina compartirá mesa de debate con la también ganadera zamorana Ángeles Santos, de la Quesería Ecológica Artesanal Lafaya, situada en Fariza de Sayago, quien recibió el Premio Joven Ganadera de manos de El Norte de Castilla en 2018. Conversarán sobre 'El carácter familiar de la explotación como valor añadido para los productores ganaderos' junto a las asturianas Amelia Díaz (Ganadería Casa El Cuarto) y Paloma López (Queso Genestoso), y la cántabra Carolina Entrecanales (Granja Cudaña).